¿Qué son los derivados financieros?

derivados

Desde luego que los derivados financieros es uno de los productos más sofisticados que los inversores pueden suscribir en estos momentos. No en vano, se caracterizan por un riesgo en las operaciones que es suprior al resto de los productos financieros. Por este motivo, no está indicado para todos los perfiles de pequeños y medianos inversores. Si no por el contrario, a los que cuentan con mayor conocimiento y aprendizaje en sus operaciones. Para que de esta manera, se reduzcan los riesgos de perder una buena parte del patrimonio invertido. Puede considerarse a los derivados financieros como uno de los grandes desconocidos en el sector de la inversión.

Desde este escenario general, nada mejor que conocer su verdadero significado para poner de manifiesto si te conviene o no realizar esta clase de operaciones a partir de estos precisos momentos. Porque en efecto, un derivado financiero es un producto dirigido a la inversión y cuyo valor se basa en el precio de otro activo financiero al que se suele denominar como subyacente. Es decir, si se aplica por ejemplo sobre valor de futuro el petróleo al fin y al cabo nos estamos refiriendo al precio de oro negro.

Hay que mencionar que si por algo se caracteriza cualquier derivado financiero es porque se trata de un producto altamente flexible. Esto en la práctica quiere decir que puede referirse a cualquier activo financiero que se precie, sin prácticamente limitaciones en cuando a la oferta que nos pueden generar los mercados financieros. Esto es, desde diferentes acciones que cotizan en los mercados de renta variable a índices bursátiles, tipos de interés o también materias primas. Sin olvidarnos de los activos procedentes de la renta fija. Es decir, dispondrás de muchas opciones en donde elegir y rentabilizar los ahorros conforme a la estrategia que hayas diseñado en cada momento.

Derivados financieros: su composición

divisas

Esta clase de productos financieros se distinguen porque están abiertos a nuevas oportunidades en el sector de la inversión. En este sentido, son cada vez más frecuentes los denominados como derivados forex que son aquellos que intervienen en el tipo de cambio de moneda. En este tipo de productos financieros puedes tomar varias opciones sobre diferentes monedas. No tiene por qué ser el euro, ni mucho menos, sino que estás abierto a todas las internacionales que cotizan en los mercados internacionales. Desde el dólar americano, franco suizo, yen japonés o incluso la corona noruega.

Se trata de una modalidad de los derivados financieros muy específico y que atiende a una demanda muy especial por parte de los pequeños y medianos inversores. No en vano, las divisas es uno de los mayores exponentes para operar con este modelo para la inversión. Aunque también se puede ejecutar con materias primas, metales precisos o inclusos con bonos soberanos. En este sentido, no hay prácticamente restricciones de ninguna clase para que puedas operar a partir de estos precisos momentos. En cualquier caso, lo que si necesitarás es un alto aprendizaje en sus operaciones ya al fin y al cabo no se trata de compra y venta de acciones en bolsa.

Derivados de crédito

También hay otras formas muy innovadores para llevar a cabo estas inversiones y que se canalizan a través de los denominados derivados de crédito. Se trata básicamente del riesgo que puede originar un crédito o bono y que han tenido una especial relevancia durante los primeros años de la crisis económica. En donde los inversores han podido rentabilizar sus operaciones con unos márgenes de intermediación mucho más altos que por medio de otros derivados financieros más convencionales. Aunque por otra parte los riesgos de tomar posiciones en estos productos se constituyen en mucho más elevada. Hasta el punto de que puedes dejarte muchos euros por el camino si la evolución de los mismos no es realmente la esperada desde el principio.

Desde escenario general, también debes contar que son unos productos financieros que no están dirigidos a cualquier perfil de inversor. Ni mucho menos, ya que tan solo los habituados con esta clase de operaciones estarán en condiciones de rentabilizar su patrimonio personal o familiar. Esto no debes olvidarlo para que no llevarte una sorpresa no muy agradable en los próximos días, y tal y como le ha pasado a compañeros tuyos que han invertido en este producto financiero sin saber lo que realmente era. Y los efectos no han podido ser más desastrosos desde el punto de vista contable de las operaciones.

¿Quieres conocer otros derivados?

petróleo

Desde luego que si lo que deseas es alguna que otra sorpresa para llevar a cabo tus inversiones con los derivados financieros no tendrás excesivos problemas. Porque en efecto, puedes encontrarte también con otros derivados tan sugerentes y novedosos como los derivados de emisiones de CO2, derivados de inflación, etc. Aunque te parezca increíble, sí que puedes ganar dinero con estas nuevas alternativas a la inversión. Aunque al igual que en los anteriores casos con una notable dosis de riesgo en las operaciones. No en vano, no están confeccionadas par el más común de los mortales.

Por otra parte, también están presentes en esta oportunidad de negocio los denominados como commodities. Son opciones sobre materias primas, como el petróleo o el oro, entre algunas de las más relevantes. En donde, algunas de las más conocidas están representadas por las opciones, los futuros o incluso los propios warrants. Desde luego que es otra forma de encarar el mundo de las inversiones y que está presente en las ofertas que vienen desarrollando durante los últimos años, tanto entidades bancarias como plataformas financieras.

Tarifas de los derivados financieros

Otro de los aspectos a tener en cuenta es el referente al precio de estas operaciones en los mercados financieros. Pues bien, en este sentido las diferencias no son muy amplias respecto a otros productos financieros más convencionales. Aunque todo dependerá del activo financiero elegido por parte del usuario. Sus tarifas se encuentran más o menos en un término medio entre la compra o venta de acciones en la bolsa y los fondos de inversión. Aunque los activos más sofisticados aportan unos precios que son más exigentes como consecuencia de dirigirse a mercados internacionales en donde hay que abonar las operaciones en otra divisa ajena al euro.

De cualquier forma, no puedes olvidarte que la clave para adentrarte en este producto financiero reside en el hecho de que es necesario saber en dónde inviertes el dinero. Algo a lo que no están acostumbrados todos los operadores y que propicia que los resultados no sean los realmente esperados en cualquier clase de estrategia en la inversión. Más allá de otros planteamientos técnicos y puede que también desde el punto de vista fundamental. Es algo con lo que deberás contar a partir de estos momentos si no quieres sorpresas no esperadas.

En todos los índices bursátiles

De todas formas, no todos los derivados financieros son igualmente complejos. Por supuesto que no y en este sentido dispones de una amplia oferta de estos modelos de inversión. Van desde las posiciones tomadas en algunos de los blue chips de la renta variable nacional, como Endesa, BBVA, Repsol o Banco Santander a las opciones de futuro del índice de referencia, el Ibex 35. Sin desatender al mercado de bonos a 10 años como estrategia más conservadora para rentabilizar los ahorros de una manera equilibrada.

También están presentes otra clase de inversiones menos conocidas como puedan ser las opciones sobre el Ibex 35. En cualquier caso, se trata de formatos ciertamente más complejos y que requieren de una mayor comprensión de este producto financiero. Entre otras razones porque no es un modelo homogéneo, si no que por el contrario tiene diversas aplicaciones y de diferente naturaleza, tal y como habrás podido comprobar en este artículo. Por tanto, debes tener muy claro a cuál de ellos te vas a dirigir a partir de estos momentos.

Seleccionar el activo adecuado

oro

Por otra parte, una de las claves para rentabilizar es elegir muy bien el activo financiero en donde deseas invertir tus ahorros. En especial, si ya has operado anteriormente con el mismo ya que esta actuación te facilitará la tarea de una manera muy notable. Sin experimentar en este sentido ya que lo único que puedes encontrarte es alguna que otra sorpresa más negativa de lo habitual. Este producto no está concebido para experimentar con él, sino por el contrario para tener las cosas muy claras desde el principio. Es el objetivo que debes plantearte en el momento de elaborar cualquier estrategia en la inversión.

Si cumples con estos sencillos requerimientos tendrás mucho terreno ganado y más cerca el que puedas obtener ciertas plusvalías en las operaciones desarrolladas a través de los derivados financieros. Porque es al fin y al cabo de lo que se trata, aunque sea por medio de producto tan sofisticado como es este.  No en vano, en cierta forma no tiene nada que ver con lo que es la compra y venta de acciones en los mercados bursátiles. Presenta unas diferencias que son muy notorias y que debes prever en su contratación.


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