Invertir en la bolsa a través de la renta fija

renta fija

La flexibilidad es una de las principales características que ofrece la inversión en renta variable. Porque no es necesario que compres y vendas acciones en la bolsa. Sino que por el contrario puedes optar por otros modelos, entre ellos los procedentes de la renta fija. Para que de esta formas tus aportaciones estén mucho más controladas y los riesgos serán mucho menos que hasta ahora. No a través de un solo producto financiero, sino a través de distintas alternativas que te ofrecen los mercados financieros en estos momentos.

Cada vez es más frecuente la aparición de nuevos formatos de ahorro que tienen como parte de su componente a los mercados de renta variable. Con el objetivo de garantizar tus aportaciones económicas a partir de ahora. No obstante, uno de sus principales inconvenientes es que la rentabilidad que puedes obtener es mucho menos que a través de la inversión directa en estos activos financieros. En donde en el mejor de los casos se podrá generar un rendimiento en torno al 4 %, pero poco más sobre estos márgenes. A cambio dispondrás de un interés fijo y garantizado todos los años. Con el que complementar el rendimiento de tu trabajo.

Desde este escenario general, se te abren nuevas oportunidades en el sector de la inversión, pero desde planteamientos sensiblemente diferentes con resto a los que empleabas hasta estos momentos. Todo dependerá del perfil que presentes como pequeño y mediano inversor. Porque si este no es muy agresivo puede tener una gran utilidad para defender a tus intereses personales. Sabiendo en todo momento que no son ni mejores ni peores que los modelos más convencionales. Sino que podrás utilizarlos en un momento dado y como consecuencia de un cambio de estrategia ciertamente meditado.

Renta fija combinada con la bolsa

Una de las estrategias más utilizadas es mezclar en un mismo producto financiero o bancario los activos de la renta fija con la inversión puramente en bolsa. De esta forma, garantizas un retorno mínimos a tus ahorros. Mientras que por otra parte, se constituye en una potente arma para proteger tus ahorros en los momentos de mayor inestabilidad en los mercados financieros de la renta variable. Desde luego que dispondrás más de una propuesta que deberá ser elegida en función de cuáles son tus expectativas y el dinero que deseas sacar a las aportaciones económicas. En cualquiera de los casos, no puedes olvidar que hay vida más allá de la bolsa.

Dispones en estos momentos de propuestas de todo tipo, aunque la oferta no sea realmente mayoritaria entre los usuarios. Desde opciones meramente conservadoras a otras que implican que tengas que asumir algunos riesgos. Pero en todos los casos serán nuevas oportunidades para que estés en mejores condiciones para rentabilizar los ahorros a partir de estos momentos. Solamente te queda conocer en qué consisten estos productos financieros y que debes hacer para contratarlos. Seguro que en algún momento de tu vida podrán ser de gran ayuda para que puedas disponer de algo más de liquidez en tu cuenta corriente. Que es al fin y al cabo de los que se trata, como bien sabes.

Depósitos vinculados a la bolsa

depósitos

Desde luego que uno de los productos más característicos son las imposiciones a plazo que aportan esta peculiaridad. No en vano, son muy comprensibles para todos los perfiles en el sector de la inversión. No requieren de especiales conocimientos financieros por tu parte de los demandantes de estos productos bancarios. Permite sortear los escenarios más peligrosos para los mercados de renta variable. Porque evitan caídas que se pueden sustancializar en graves pérdidas para tu cuenta corriente.

Su mecánica es bien sencilla y se basa en que ofrecen un interés fijo, pase lo que pase, y que se puede incrementar en función del rendimiento de las acciones en los mercados financieros. Hasta alcanzar niveles muy cercanos al 5 %. En cualquiera de los casos, nunca habrá pérdidas, incluso si la evolución de la cesta de las acciones es claramente negativa. De todas formas, aplica unos plazos de permanencia más largos que en otras imposiciones. No en vano, disponen de espacios de tiempo que oscilan de los 24 a los 49 meses. Con la ventaja adicional de que exigen unas aportaciones monetarias muy asequibles para todos los ahorradores. por solamente 5.000 euros puedes suscribir un depósito de estas características.

Fondos de inversión combinados

Otro de los modelos de inversión al que puedes optar si deseas aplicar esta estrategia son los fondos de inversión que combinan la renta variable con la fija. O incluso con activos financieros alternativos o monetarios si diese lugar. Están desarrollados por las gestoras para proporcionar más de una propuesta para que pueda ser elegida por los clientes. En este caso, no hay garantizado ninguna clase de rentabilidad, sino que todo dependerá de los que hagan los mercados financieros. Pero de todas formas, al tratarse de una inversión claramente diversificada eliminará riesgos de toda clase. Algo que no ocurre con la venta y compra de acciones y otros productos de similares características.

Esta clase de productos permiten al ahorrador están presente en la bolsa, pero sin asumir tantos riesgos. Hasta el punto de que le generará una mayor tranquilidad desde el preciso momento de su contratación. Por otra parte, tienen la gran ventaja de que cuentan con una amplia oferta de fondos de inversión de estas características. En este sentido, no te costará mucho elegir aquel modelo que se adecue a tu perfil como pequeño y mediano inversor. Con más peso en cualquier activo financiero que sea de tu agrado. Además, es una estrategia muy útil para que puedas dirigir a otras bolsas internacionales de las que te cuesta más acceder si vas por libre.

Fondos cotizados, modelo intermedio

fondos

Por último, también tienes a tu disposición los denominados ETF,s y que son unos productos híbridos. Básicamente porque es una mezcla que combina la compra y venta de acciones en la bolsa con los fondos de inversión. Es decir, aquellos que te hemos explicado anteriormente. Su contratación cuenta con la ventaja de que puedes acceder a mercados financieros hasta ahora inexplorados por ti. Porque en efecto, puedes contratar acciones en los mercados de renta de variable de prácticamente los cinco continentes. Algo que no podrían hacer con la inversión directa en bolsa que no admite intermediarios.

Por otra parte, los fondos cotizados son productos más complejos que requieren de una mayor cultura financiera por tu parte. Factor que puede entorpecer en algún momento ti posicionamiento en la renta variable. Además, son más favorables para las inversiones a corto plazo o a medio en el peor de los casos. Se trata de un modelo de inversión que no está adaptado a todos los perfiles de los inversores minoristas. Entre otras muchas razones por la especial composición de sus carteras. Por tanto, no es de extrañar que tengas mayores dificultades para su posterior seguimiento. Es un factor con el que tendrás que convivir si deseas formalizar alguno de los fondos cotizados que están presentes en el mercado bancario.

¿Cuál es el mejor producto?

La pregunta que seguramente te estés planteado en estos momentos es cuál de ellos te conviene contratar a partir de estos momentos. Se trata de una respuesta muy complicada que irá en función de los objetivos que persigas en un momento determinado. Pero a nivel general hay que decir que si lo deseas es obtener mayores márgenes en los beneficios lo mejor será que te decantes por los productos que más riesgo incorporan en su estructura de inversión.

Otro de los aspectos en que debes fijarte a partir de estos momentos es el que se refiere a los plazos de permanencia. Porque en efecto, estas formas de inversión exigen unos plazos muy exigentes en que no podrás disponer de tu dinero. Será el momento más oportuno para determinar si puedes estar sin esta parte de los ahorros. En especial, ante algún gasto no previsto que pueda presentarse en cualquier momento. No en vano, puede generarte más de un problema para solventar estas operaciones monetarias. Por este motivo, no es para nada prudente destinar todo el capital disponible a esta clase de productos bancarios. A no ser que quieras estar expuesto a un grave problema en tus finanzas personales.

Por otra parte, no puedes olvidar bajo ningún aspecto que estos modelos de inversión no te generarán rendimientos espectaculares. Sino que por el contrario, servirán para que puedas contar con unos ingresos regulares todos los años. Por encima del retorno que te producen los productos bancarios de toda la vida. Pero nada más allá de estos márgenes en la intermediación financiera. Bueno sí, la seguridad que te ofrecerá en los escenarios más desfavorables para las relaciones con el mundo del dinero. Porque sabrás de antemano que al menos no perderás nada en ninguna clase de situaciones. Algo es algo, al fin y al cabo. Porque uno de tus principales objetivos consistirá en proteger tu patrimonio por encima de otras consideraciones de cualquier clase. Es algo en lo que caen con cierta frecuencia algunos pequeños y medianos inversores y como con toda probabilidad te haya pasado durante tu vida.


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