Financiación sin intereses desde las tarjetas de crédito

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Es frecuente que ante una mala operación en los mercados de renta variable tengas ciertos problemas para contar con la suficiente liquidez en tu cuenta corriente. En especial, si no estás respaldado por un nómina o por unos ingresos recurrentes. Desde luego que una situación muy poco deseado por parte de los inversores y que tiene una solución muy complicada. Uno de los pocos productos bancarios que te pueden ayudar para salir de este apuro son las tarjetas de crédito. Pero que cuenten con una particularidad muy clara y es que no tengas que abonar intereses bajo ningún aspecto.

Esta clase de tarjetas de créditos están habilitadas por parte de las entidades bancarias. Pero con unas características muy acusadas, tal y como vas a poder comprobar a partir de estos momentos. Porque en efecto, se trata de unos plásticos que están destinados exclusivamente para el consuno. Y por lo tanto, no podrás destinarlo a otros fines, al igual que no podrás retirar ningún efectivo en metálico desde las sucursales bancaria o cajeros automáticos. Es una primera diferencia que distingue a estas tarjetas de las del resto.

Están confeccionadas para realizar compras en los centros y marcas comerciales. Aunque mantiene las mismas funciones que cualquier tarjeta de crédito que se precie. Normalmente en su formato de fidelización. ¿Esto qué quiere decir? Pues algo tan sencillo como que deberás ser fiel a un centro o marca comercial. Porque a cambio, te proporcionarán más ventajas y una de las más relevantes es que podrás aplazar las compras sin intereses ni otros gastos en su gestión. Como consecuencia de esta tendencia, los usuarios que estén pasando por algún problema monetario estarán en mejor disposición de llegar a final de mes con el saldo de la cuenta corriente más saneada.

Tarjetas de crédito: sin pagar interés

Con este medio de pago tan especial, no cabe duda de que podrás realizar alguna serie de compras, pero sin elevar tu nivel de endeudamiento. No en vano, esta es una de sus principales características y que destaca sobre las restantes. Hasta el punto de que no suelen faltar en la cartera de los usuarios bancarios. Porque además permite seguir gozando de las tarjeta de crédito más convencionales. A través de operaciones y movimientos en cuenta, como por ejemplo la retirada de efectivo desde los cajeros automáticos, traspasos a la propia cuenta corriente o realizar pagos por Internet.

No obstante, este medio de pago tan especial consigue que sus titulares puedan realizar aplazamientos de pagos en los principales centros comerciales. Para que de esta forma, puedan llegar en mejor situación a finales de mes e impida que algunos gastos puedan desajustar su presupuesto familiar o personal. La razón para que esto sea de esta manera es que la dilatación de los pagos se ejecutará sin ninguna clase de intereses. Es decir al 0 % que la mejor fórmula para no incrementar el nivel de endeudamiento de los usuarios bancarios.

Gastos de esta pequeña financiación

Los movimientos en las compras desarrolladas por esta clase de plásticos no llevan aparejados interés alguno. Pero no habrá remedio que acatar los plazos para su devolución debido a que la penalización por este escenario es muy elevada. Con una tasa que puede acercarse hasta el 20 % en algunos de los casos más relevantes. Es un riesgo que contraen los clientes y por tanto la disciplina para ejecutar los cargos a cuenta será un factor muy importante para el buen desarrollo de estas tarjetas de crédito.

Por otra parte, tampoco puede olvidarse que este medio de pago, por lo general, con lleva ningún gasto en la emisión, gestión y mantenimiento de la tarjeta. Si no que por el contrario, su contratación está exenta de gastos desde el principio de su formalización. A diferencia de otros plásticos que tienen abonos que pueden alcanzar los 100 euros al año por estos conceptos. Desde este punto de vista, estas tarjetas de crédito son más beneficiosas para el titular de las mismas. Porque además su utilidad está fuera de todas dudas al relacionarse con el consumo.

Plazos de los aplazamientos

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Como queda dicho en esta información, una de sus ventajas más relevantes es que no se generan intereses en las compras realizadas. ¿Pero por cuánto tiempo? Pues por un periodo que suele oscilar de uno a seis meses y en función de modelo de tarjeta elegido. En cualquiera de los casos, no hay tarjetas para plazos de devolución más amplios. Porque en estos escenarios se comercializan bajo la aplicación de un tipo de interés que puede llegar perfectamente hasta el 20 %. Más allá de los servicios y prestaciones con la que esté confeccionada la tarjeta.

La estrategia para llevar a cabo esta operación se debe  a una fidelización de clientes al tratar de incentivar sus compras en un determinado centro comercial o sencillamente en una marca. El precio que tienen los titulares de este medio de pago es que podrán aplazar estas operaciones sin intereses. Es decir, tan solo se tendrán que preocupar de devolver el dinero que han pagado en sus operaciones comerciales. Nada más, ni tan siquiera comisiones u otros gastos en su gestión. Es el principal incentivo para comercializar este producto financiero y por encima de otras consideraciones.

Límite de crédito en las tarjetas

Desde luego que no se goza de un crédito en el sentido convencional del término. Si no que por contrario, está destinado tan solo para formalizar las compras por encima de todo. Pero aun así, permite disponer a crédito un importe que oscila entre 1.000 y 3.000 euros. Y que se va renovando a medida que el dinero se va devolviendo en los plazos convenidos por parte de las entidades financieras. Por otra parte, también sirven para realizar reservas turísticas, como por ejemplo sacar un billete de avión o contratar un paquete vacacional en una agencia de viajes.

Por el contrario, lo que no puede hacerse en modalidad a crédito son las operaciones de retirada de efectivo en las sucursales bancarias o cajeros automáticos. Estos movimientos monetarios están reservados a otra clase de tarjetas de crédito más convencionales. No en vano, estas tarjetas no han sido confeccionadas para satisfacer esta y otras finalidades comerciales de los emisores de este medio de pago tan atípico en la actual oferta bancaria. Porque no conviene olvidar que no es una tarjeta al uso.

Comercios adheridos

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Si por algo se distinguen estas tarjetas de crédito es porque en buena parte de la oferta bancaria los plásticos están vinculados a comercios adheridos. Como consecuencia de esta tendencia, se consigue el objetivo de fidelizar al cliente y de esta forma a medida que más se utiliza el plástico, mayores serán las ventajas que obtendrán los titulares de este medio de pago. Porque además estarán en una excelente posición para aprovecharse de las ofertas y promociones de estos centros y superficies comerciales. Más allá de los servicios y prestaciones que ofrezca este medio de pago tan especial.

Ventajas principales

Si por algo se caracteriza estas tarjetas de crédito es porque sus titulares además podrán disponer de una gran variedad de posibilidades de financiación, incluyendo modalidades sin coste alguno para los usuarios y como es en este caso. Hasta aplazar el pago de sus compras hasta en 12 meses con un tipo de interés que oscila entre el 15 % y 20 %, en función el modelo de plástico elegido por los usuarios bancarios. Por otra parte, cuentan con otra opción que se basa en solicitar la operación en su establecimiento a través de los denominados créditos instantáneos. Es decir, más rápidos, pero asumiendo un interés en su formalización.

Desde esta perspectiva, esta clase de créditos a través de una tarjeta de estas características debe servir para salir de más de un apuro, sin que se eleve el nivel de endeudamiento que es al fin y al cabo de lo que se trata. Porque por otra parte, no conviene renunciar a la idea de que estas tarjetas tienen un fuerte componente comercial y que es derivado de la fidelización de sus titulares. No en vano, te ayudará a elevar tu nivel de endeudamiento en los próximos meses o hasta incluso años.

Sin necesidad de explicaciones

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Otro de sus valores añadidos es que no tendrás que explicar cuál es la finalidad que le vas a dar a esta clase de pequeños créditos. Puedes hacer lo que quieras con ello, sin ninguna clase de justificaciones en la demanda. Por otra parte, su concesión es prácticamente instantánea ya que la podrás obtener en el momento en que tú mismo lo desees. Porque es una línea de crédito que está vinculada a las condiciones de una tarjeta de estas características. Por lo tanto, no necesitarás de su correspondiente aprobación ya que lo tienes aprobado de antemano.

Por último, recordar que esta clase de financiaciones casi siempre están vinculadas al sector del consumo y tienen un objetivo que es que realices más compras que nunca. Aunque a costa de gozar una amplia gama de privilegios comerciales y que es en donde estas tarjetas desarrollan su estrategia. Más allá de los servicios habituales con los que cuentan estos productos bancarios.


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