Las claves para flexibilizar tus inversiones

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Una de las mejores recetas para encarar las inversiones para los próximos años consistirá en dotar de una mayor flexibilidad en tus inversiones a través de unas claves en la operaciones. No solamente en los mercados de renta variable, sino también en la fija. Debido a que los mercados financieros pueden entrar en un proceso de mayor inestabilidad. Cada vez será más difícil obtener atractivos rendimientos en las operaciones que hagas a partir de estos momentos.

Cada vez es mayor el número de analistas financieros que aluden a que la rentabilidad que se generaba en la bolsa en ejercicios precedentes no se vuelva a producir. Los rendimientos de dos dígitos serán más complicados a partir de ahora. Una de las estrategias que deberás aplicar para proteger tus posiciones será la de flexibilizar las operaciones que afrontes en los mercados.

Pero también por medio de productos más agiles que puedan favorecer tus intereses. Dispones de varias actuaciones para conseguir estos objetivos tan precisos. Con un doble objetivo en los planteamientos. Por una parte, favorecer los rendimientos que puedas obtener. Y por otro, dotar de mayor seguridad a todas las operaciones. Tienes el margen suficiente para desarrollar esta estrategia de inversión.

Productos para flexibilizar operaciones

En primer lugar, te expondremos los productos que te darán mayores márgenes de operación en la inversión. Precisamente uno de los productos que mejor define esta característica son los fondos de inversión. Pero no todos, sino lo que se desarrollan bajo una gestión flexible. En la actualidad la oferta de estos modelos de inversión es muy amplia y cada gestora cuenta con un modelo que presenta esta particularidad.

¿Qué es lo que te aportan los fondos de inversión flexibles? Pues bien, en un principio una gestión más dinámica, en la que la inversión puede adaptarse a toda clase de escenarios. Tanto en los más favorables como en los más recesivos del escenario económico. Sin que te suponga ningún gasto adicional ni otra clase de comisiones. Se rigen bajo los mismos parámetros que los fondos de inversión tradicionales.

De esta manera, puede amoldarse a un escenario en donde las bolsas caen con estrepito a otro diferencialmente opuesto. En donde las apreciaciones de las acciones es toda una realidad en su vertiente más agresiva. Para que así lo puedas hacer, solamente deberás detectar un fondo que asuma estas características. Deberá indicarlo en su información, y en su defecto puedes consultarlo con tu  banco de siempre.

¿Cómo flexibilizar la inversión?

En la bolsa también puedes desarrollar esta estrategia, aunque de una forma indirecta. A través de las compra de acciones que sean procedentes de valores muy líquidos. Para que de esta forma, puedas entrar y salir de ellos en el preciso momento en que deseas, no en cuando te dejen. Como por otra parte, viene ocurriendo con cierta facilidad en alguna clase de valores. Otra ventaja que te aportarán estos valores es que puedas comprarlos y venderlos al precio que te parezca oportuno, no el que fijen los mercados de renta variable.

Este importante filtro te permitirá realizar una selección verdaderamente importante sobre los candidatos a conformar tu cartera de valores a partir de estos momentos. En cualquier caso, coincidirán con los que mueven más títulos en los parqués de la bolsa. Con un volumen de contratación muy notable que te ayudará a que tus inversiones sean mucho más flexibles. Además, será una estrategia adicional para proteger tus ahorros a través de unas ventas selectivas y rápidas en todos los escenarios.

Otra muestra de flexibilidad se la puedes aportar tú mismo por medio de operaciones que no sean bajo cuantías muy elevadas. Son menos complicadas de manejar en los escenarios menos desfavorables en la renta variable. Una actuación por tu parte puede basarse en realizar varias compras en vez de posicionarte en un valor solamente. A parte de generarte mayor flexibilidad, incrementará tus niveles de diversificación. Con lo cual tendrás una mayor seguridad en los movimientos que formalices bajo estos criterios tan beneficiosos para tus intereses como inversor minorista.

Contratar productos sin vencimientos

sin vencimiento

Una de las fórmulas más eficaces para flexibilizar las inversiones se basará en no contratar productos que tengan vencimientos. Y mucho menos que estos sean duraderos. Afecta a todos los productos de la renta fija (depósitos a plazo, pagarés bancarios, deuda pública, etc.). Pero mucho cuidado porque también algunos de la variable los imponen. Es el caso por ejemplo de los warrants o ventas a crédito, que requieren de unas fechas fijas para cerrar las operaciones.

Supondrán un mayor riesgo, que deberá evitarse durante este año. No en vano, los peligros al abrir posiciones serán más latentes que en otros ejercicios. Para evitar este escenario tan peligroso, será más conveniente que nunca no suscribir esta clase de productos. Con un objetivo muy bien definido y que es disponer de mayor libertad para mover el capital disponible para la inversión. Ante cualquier incidencia que pueda desarrollarse durante estos meses.

Los productos contratados no deben tener ataduras. Para que de esta forma pueda desviarse en cualquier momento hacia otros activos financieros. En este caso, los más favorables en cada momento. Muy en especial toda aquella inversión que esté vinculada directamente con la renta variable y sus respectivos mercados financieros. Solamente de esta forma, podrá protegerse las aportaciones monetarias en los momentos de mayores dudas.

Claves: bajo una gestión abierta

gestion abierta

Atrás han quedado los momentos en que los diseños de los productos financieros estaban concebidos bajo unos parámetros más cerrados. Desde cualquier perspectiva económica, las carteras de inversión no deben basarse en modelos muy poco flexibles. Las gestoras de los fondos de inversión deben de involucrarse en una gestión más activa de los fondos. Renovando sus activos financieros en función de la evolución de los mercados financieros.
Se trata de un modelo de inversión cada vez más aceptado por los pequeños y medianos inversores, como puede ser en tu propio caso. Para que así sea, no tendrás más remedio que aceptar estas propuestas durante todo el 2017. No te supondrá ningún gasto adicional y te servirá para que estés más tranquilo ante los vaivenes de la renta variable. Y porque no, también de la renta fija. Dispones de muchas propuestas en donde elegir y adecuar estos productos al perfil que presentes como inversor minorista.

Esta estrategia en cambio, no la podrás aplicar sobre la compra y venta de acciones. En cuyos mercados estarás mucho más desprotegido en tus actuaciones. Deberá ser un elemento de análisis cada vez que vayas a invertir tus ahorros. Ten en cuenta esta característica cada vez que vayas a impulsar tus propuestas de inversión. De esta forma, te evitarás llevarte más de un disgusto durante los próximos doce meses que tienes por delante.

Mantener tu cuenta con liquidez

liquidez

Será otra de las estrategias que tengas por delante. Un tanto radical, pero que puede ser muy útil para la defensa de tus intereses. En especial para contar con los suficientes recursos como para atender las nuevas oportunidades de negocio que te vayan surgiendo a partir de estos momentos. Seguramente que tendrás ocasión de recordar este consejo durante algún momento del próximo ejercicio. Mucho mejor que si abres posiciones de una forma deficiente para cumplir con tus objetivos.

En cualquier momento, la liquidez puede ser sinónimo de oportunidad de negocio. Para ello será completamente necesario que dispongas de los fondos para abrir las operaciones. Buena parte de esta situación pasará porque no estés invertido durante todos los meses del año. Una de las maneras para aplicar esta estrategia tan especial consistirá en que seas muy selectivo en la labor de la elección de los valores de la renta variable. Para así, optimizar tus movimientos en los mercados bursátiles.

Además, otra ventaja que te aportará estar en liquidez es que podrás afrontar una serie de gastos no previstos que se presentan todos los años: la factura del dentista, la sustitución del televisor o ese viaje tan inesperado que surge en cualquier momento. De esta forma, no tendrás la necesidad imperiosa de malvender las acciones si et encuentras con un escenario realmente desfavorable para la renta variable.

Movimientos de inversión cortos

Otra forma para impulsar la flexibilidad en tus operaciones habituales en la bolsa reside en formalizar operaciones de corta duración. No más allá de 3 o 4 meses, que puedan recoger los escenarios más positivos de los mercados financieros. Debido a las actuales características de la renta variable, no es aconsejable demorar las operaciones. Sino más bien ser eficaces en las mismas y tratar de rentabilizar los ahorros en el más breve espacio de tiempo. Sin mayores dilataciones.

Ahora no debes plantearte las operaciones a plazos tan largos como antaño, o al menos como hacías hace un par de años. Debes ser mucho más flexible a partir de este momento. Como procedimiento para sortear los riesgos que conllevan los mercados financieros en la actualidad. Mientras más cortas sean, mejor para tus intereses. Aunque el rendimiento de las operaciones no sea el esperado. Peor serán plusvalías al fin y al cabo.

Incluso deberías plantearte unos objetivos mínimos. Para una vez alcanzados, cierres las posiciones para dirigirte a otras propuestas que cuenten con un potencial de revalorización debidamente contrastado. Será una de las claves para que el éxito te llegue antes en tu carrera de inversión. Con planteamientos no excesivamente agresivos, ni mucho menos inasumibles.

En cualquier caso, te encontrarás con mayores dificultades que en anteriores ejercicios. Todo ello debido a las especiales características que presenta los mercados de renta variable en estos momentos. Recuerda que conseguir rendimiento de dos dígitos ahora es mucho más difícil y exige un mayor riesgo en la inversión. Deberás plantearte si realmente puedes asumirlo


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