Ventajas y desventajas de estar en liquidez en bolsa

La bolsa española negoció en los mercados de renta variable un total de 42.011 millones de euros en septiembre, lo que representa un 4,6 % más que en el periodo anterior. En el primer semestre, el volumen de contratación cayó un 26,1 %. En donde el número de negociaciones ha sido de 2,8 millones, un 6,8 % menos que el mes anterior y un 27,9 % menos que en junio 2018. Pero lo que deben tener muy claro los pequeños y medianos inversores es que no tienen la necesidad de estar invertidos en bolsa en todas las épocas del año. Si no que por el contrario, pueden optar por la liquidez en sus posiciones.

La liquidez en bolsa conlleva una serie de ventajas y desventajas que deberán ser analizada para conocer lo que nos puede reportar esta alternativa en el sector de la inversión. Porque en efecto, no hay ninguna obligación por parte de los pequeños y medianos inversores de estar presentes en  sus operaciones en bolsa. Además, hay otras opciones que pueden ofrecer alguna que otra rentabilidad en los periodos de mayor inestabilidad en los mercados de renta variable. Como por ejemplo, a través de los productos financieros emitidos por los bancos. Entre ellos las imposiciones a plazo fijo, pagarés o cuentas de alta remuneración. Con un tipo de interés, que en el mejor de los casos puede llegar al 2 %.

Por otra parte, el hecho de no posicionarte en bolsa puede servirte para que no te lleves algún que otro susto a partir de estos momentos. En especial, si el comportamiento de los mercados financieros no es realmente el esperado por parte de los inversores. A veces una retirada a tiempo es una victoria que puede ser saludad como un gran triunfo en el diseño de las estrategias de inversión. Hasta incluso optar por los productos inversos que te permiten generar plusvalías con los mercados de renta variable a la baja. En donde el objetivo prioritario es la preservación de los ahorros. Por encima de otra clases de estrategias mucho más agresivas desde todos los puntos de vista.

¿Qué aporta la liquidez?

La liquidez significa que no estás presente en ninguna clase de inversiones, tanto en los mercados de renta fija como en la variable. Aunque sí en los productos bancarios que no dependen de la fluctuación en los mercados financieros. Esto es un sistema para rentabilizar los ahorros que puedes emplear en periodos del año. Bien con un plazo de permanencia más largos como de forma puntual en todas tus operaciones. Hasta el punto de que puede ser una forma más rentable para defender tus intereses personales, tal y como vas a poder comprobar más adelante. En donde de lo que se trata al fin y al cabo es de no perder dinero en el saldo de tu cuenta corriente.

Mientras que por el contrario, estar en liquidez indica un cierto temor a que puedes perder en las operaciones realizadas a partir de estos momentos. Algo que está presente en las actuaciones de todos los pequeños y medianos inversores. Porque en efecto, no puedes olvidar bajo ningún aspecto que la bolsa te puede originar perder mucho dinero a partir de estos momentos. Desde luego más que a través de cualquier modelo o plan de ahorro destinado a crear una bolsa de ahorro más o menos estable de cara al medio o largo plazo. No te olvides de este aspecto para conocer si te convine o no estar en liquidez en determinados momentos de tu vida.

Las ventajas de estas posiciones

La liquidez es un estado que te puede producir enormes y variadas ventajas tal y como se va a poner de manifiesto desde estos precisos momentos. Una de sus características más relevantes se deriva del hecho en que tu dinero estará mucho más seguro, aunque son poderlo rentabilizare tal y como quisieras desde un principio. Mientras que por otra parte, también debes valorar a partir de ahora que el estado de liquidez implica una posición mucho más conservadora en donde prevalece el concepto de la seguridad por encima de otra serie de consideraciones. En donde lo más importante es salir vivo de los escenarios en los mercados de renta variable.

Otro de los aspectos que debes considerar desde estos precisos momentos es el hecho de que la liquidez en las operaciones derivadas de los mercados de renta variable no aporta estabilidad en el saldo de tu cuenta de ahorro. Si no que por el contrario, son un método muy fiable para no arriesgar tu posición económica ante las posibles adversidades en el siempre complicado mundo del dinero. Por los motivos que tú mismo consideres necesario y que en cada caso serán completamente diferentes. Tal y como hace una parte muy importante de la sociedad española, y porque no decirlo, en todo el mundo.

Buscar el ahorro por encima de todo

Una de los efectos por el hecho de decantarte por la liquidez en los mercados de renta variable se deriva del hecho de que podrás optar por diferentes modelos o formatos para fomentar el ahorro personal. En efecto, si este es realidad tu deseo más inmediato no cabe duda de que tendrás diferentes opciones para materializarlo. Como por ejemplo, la contratación de un depósito bancario a plazo fijo garantizado y que ofrece una rentabilidad en torno al 1 %. Se trata de una estrategia más conservadora para crear una bolsa de ahorro al medio y largo plazo

Otra de las opciones que se les presentan a los ahorradores son las imposiciones vinculadas a la renta variable. Se garantiza un interés mínimo y garantizado. Con la posibilidad de mejorarlo si el objetivo de las inversiones se cumple al final y en cuyo caso se puede obtener una rentabilidad cercana al 5 %. Aunque con el lastre de que el plazo de permanencia de estos productos financieros es más duradero. Entre 24 y 36 meses aproximadamente y sin la posibilidad de cancelarlo anticipadamente. Como fórmula para guardar el dinero en momentos de mayor inestabilidad en los mercados financieros.

Desventajas de la liquidez

Estar en liquidez, por el contrario, genera una serie de grandes inconvenientes al inversor. Y uno de los principales es el hecho de que no le permite aprovecharse de las oportunidades de negocio que les ofrece los mercados financieros. Mientras que por otra parte, les impide obtener unas amplias plusvalías en un corto espacio de tiempo. Debido a que la compra y venta de acciones en bolsa no tiene ningún periodo de permanencia. Sino que por el contrario, es el propio inversor quien lo conforma en función de sus intereses personales. Y por supuesto que de la evolución de los propios mercados de renta variable.

No estar invertido en bolsa también provoca que se pueda cambiar de cartera de valores cada cierto tiempo para ajustarse a las condiciones de los mercados financieros. Con la opción de decantarse por el pago de dividendos que es una remuneración al accionista con una rentabilidad que oscila entre el 3 % y 8 % aproximadamente. Pase lo que pase en los mercados financieros y que en todos los casos recibirá todos los años a cuenta. En donde la mayoría de los valores que cotizan en el índice selectivo de la renta variable española cuentan con este pago fijo y garantizado.

Única opción de rentabilidad

En estos momentos, la renta variable es la inversión en la que se puede generar mayor rentabilidad al dinero. A pesar de que todo apunta a que puede producirse un parón en los resultados. Tras las continuadas subidas que se han producido desde 2013 y que puede originar en unas correcciones de cierta entidad. Desde este punto de vista, estar el liquidez en la bolsa en estos momentos puede ser una ventaja para protegerse de este escenario tan negativo que se prevé para los próximos años. En donde no cabe duda de que podemos perder mucho dinero en las operaciones abiertas.

Por otra parte, la liquidez también nos beneficia en el sentido de que podemos estar en alerta y entrar en los mercados cuando queramos. En especial, si se dan algunas señales de compra en los valores. Porque de esta manera, tendremos la liquidez necesaria para entrar en los mercados de renta variable. Algo que desde luego no pasa cuando estamos invertidos ya que la única solución pasa por desprendernos de las posiciones abiertas. Y puede que este movimiento no se formalice en las mejores condiciones, e incluso desde las pérdidas en la inversión.

Según el Estudio Global de Inversión de Schroders se pone de manifiesto que los inversores españoles son, por término general, más ambiciosos que sus homólogos europeos. En Europa, la TAE esperada para el próximo lustro es del 9 %, si bien la media mundial se eleva hasta el 10,7 %. En donde, los tipos, que seguirán estando al 0 % o en negativo, como mínimo, hasta la primera mitad de 2020, no suponen un freno a las altas expectativas que tienen los inversores en España, que siguen creciendo. En 2018, las previsiones apuntan a que el TAE previsto sea del 9,1 %. En donde no cabe duda de que podemos perder mucho dinero en las operaciones abiertas y este es un aspecto a analizar.


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