En concreto, en el marco de su programa de recompra de acciones propias de la compañía, Naturgy adquirió 249.716 de sus títulos el pasado 18 de diciembre a un precio medio de 22,79 euros y otros 173.118 a un precio medio de 22,94 euros el día 19 de este mes. Asimismo, la compañía recompró 216.373 acciones propias el pasado jueves 20 de diciembre a un precio medio de 22,75 euros por título y un total de 265.000 de sus acciones a un precio medio de 22,31 euros para terminar la semana.
A través de esta actuación, la empresa energética nacional ha decidido aumentar el volumen de adquisiciones de acciones propias, puesto que entre los días 7 y 14 de diciembre, la energética había recomprado 525.651 títulos propios a un precio medio de entre los 22,14 y 23,09 euros por acción. Llama la atención cuando esta empresa es una de las que mejor comportamiento han desarrollado en el anterior ejercicio bursátil. Junto al resto de las eléctricas que cotizan en bolsa, como Iberdrola o Endesa. Se trata, pues, de un movimiento que ha llamado la atención a los agentes e intermediarios financieros.
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Recompra: precios más baratos
Esta estrategia se desarrolla habitualmente cuando el valor de sus precios se deprecia como consecuencia de un escenario bajista en los mercados de renta variable. Cuando sus precios han recibido un castigo muy fuerte como consecuencia de varios factores que serán analizados en otro artículo más específico sobre este apartado de la inversión. Para que lo tengas un poco más claro a partir de estos momentos, es lo que ha hecho recientemente Naturgy, la antigua Gas Natural. Es decir, se ha reforzado en sus posiciones y de una forma sustancial.
Efecto psicológico de esta operación
La recompra de acciones por parte de la propia compañía cotizada tiene un efecto inmediato sobre los pequeños y medianos inversores. Tienen mucha confianza en la empresa que hasta hace pocos días y en buena parte de las estrategias utilizadas se deciden a tomar posiciones en el valor o sencillamente las aumentan de forma proporcionada. Como constatan que la empresa tiene mucha fe en las posibilidades de su línea de negocio, piensan que lo mejor es replicar estos movimientos, en una u otra intensidad.
Generalmente esta clase de operaciones se desarrollan en el medio y largo plazo. Aunque no faltan los movimientos de carácter especulativo que tiene como principal objetivo rentabilizar los ahorros en el menor espacio de tiempo posible. Aunque un requisito indispensable para apuntarse a esta estrategia tan especial en los mercados de renta variable es disponer de la liquidez necesaria como para acometer estas operaciones en bolsa. No todos los pequeños y medianos inversores están en esta situación, tal y como tú mismo sabrás a través de propia experiencia en esta clase de movimientos en el accionariado.
Ventajas de este movimiento contable
Es el momento oportuno para poner de manifiesto cuáles son los beneficios más relevantes de realizar estos movimientos en el mercado. Pues bien, la recompra de acciones es una de las formas en las que una compañía puede retribuir a sus accionistas. En muchos de los casos a través del reparto de dividendos entre sus accionistas. Por otra parte hay que indicar que esta operación contable puede indicar que al final hay directivos y grandes inversores que muestran su confianza en la compañía. Y por tanto, la mejor manera para demostrarlo es comprando acciones. Se trata al fin y al cabo de un mensaje de confianza que ofrecen a los inversores.
Por otra parte, tiene otro efecto de seguimiento entre los pequeños y medianos inversores. Que al final imitan o replican estas actuaciones con la confianza de que el precio de las acciones subirá, al menos en el medio y largo plazo. Aunque no necesariamente tiene que cumplirse este escenario que sería muy deseable para buena parte de los agentes financieros. Más allá de otras consideraciones técnicas y puede que también desde el punto de vista de sus fundamentales.
Estrategias que se utilizan
Por otra parte, la recompra de acciones debe efectuarse cuando el precio de las acciones se aproximan a su suelo en los periodos de tendencia muy bajista. Es el momento adecuado para tomar nuevas posiciones en el valor ya que desde esos niveles el potencial de rentabilidad es mucho más elevado que antes. Más allá de otras consideraciones técnicas y hasta puede que también desde el punto de vista de sus fundamentales. Es una estrategia a la que recurren algunas de las empresas que cotizan en la renta variable.
Efectos que genera este movimiento
La recompra de acciones en sí no es nada positivo ni negativo, si no que por el contrario dependerá de su evolución en los mercados financieros a partir de ese momento. Pero en cualquier caso tiene unos efectos que es común a esta clase de operaciones y que se basa en las siguientes aportaciones que te exponemos a continuación.
- Se incrementa el peso dentro del accionariado de una compañía cotizada, en niveles que van en función de las compras realizadas en ese momento.
- Si todo se desarrolla correctamente el nivel de beneficios será mucho mayor en los próximos años. Un factor que por otro lado se incrementan si esa compañía reparte dividendos entre sus accionistas. Añadiendo, por tanto, valor a las acciones y de una forma exponencial.
- Es un movimiento que está dirigido a periodos de permanencia muy largos y no por tanto a movimientos de carácter especulativo o con idea de deshacer posiciones en muy pocos meses o incluso años. El afán de permanencia es uno de sus denominadores comunes y por el que s reconocen a esta clase de compras en los mercados de renta variable.
- Se trata de una estrategia muy eficaz y fiable si se desarrolla en empresas de mediana y alta capitalización. En especial, que cuenten con una gran estabilidad en sus líneas de negocio. Como por ejemplo, bancos, eléctricas, petroleras o las compañías de seguros.
¿Es conveniente para los minoristas?
Por este motivo, hay que tener una especial precaución para desarrollar esta operación. A no ser que se tenga una clara vocación de permanencia y en cuyo caso puede constituirse en una clara oportunidad de negocio. En donde los resultados se verán plasmados en el medio y largo plazo. Por lo tanto, habrá que tener muy claros los objetivos que se persiguen en la inversión. Es decir, no se puede realizar recompras en acciones así porque sí. Si no que por el contrario debe haber una causa de fuerza mayor para llevar a cabo este movimiento en los mercados de renta variable.
No en vano, hay que contar con que puede producirse el efecto contrario y no deseado y que no es otro que el precio de la compañía se deprecie, incluso a unos niveles que no se puedan asumir por un perfil muy determinado de inversor minorista. Es el principal riesgo que se contrae con estas nuevas compras.
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