No son buenos momentos para la inversión, y mucho menos para el ahorro de los clientes bancarios. Es una de las consecuencias del abaratamiento del dinero por parte de los órganos monetarios de la Unión Europea, que han rebajado los tipos de interés hasta el 0%, en un hecho histórico sin precedentes durante las últimas décadas. El primer efecto se ha hecho sentir en los productos destinados para el ahorro (depósitos, cuentas, pagarés bancarios, etc.) que han visto como se han vuelto a reducir sus márgenes comerciales. En estos momentos es difícil encontrar un modelo de estas características que ofrezca un rendimiento superior al 0,50%.
No mucho mejor van las cosas en la inversión. Cada vez es mucho más complicado rentabilizar óptimamente los ahorros. Las muchas incertidumbres que atenazan a los mercados financieros están originando que los rendimientos sean cada vez menores. Incluso con unos niveles de riesgo que pueden perjudicar las posiciones abiertas por los pequeños y medianos inversores. Durante los primeros seis meses de este año la media de los índices internacionales se ha depreciado en torno al 2%.
Desde este escenario nada gratificante, son cada vez menos las oportunidades que dispones de los usuarios bancarios para tratar de lograr una evidente mejora en el saldo de su patrimonio personal. Solamente cuentan con las estrategias de las entidades financieras que han diseñado una serie de actuaciones que tienen como objetivo principal retener a sus principales clientes. Y de las que puedes aprovecharte a partir de ahora, si muestras una coincidencia en los planteamientos de estos bancos.
Fondos garantizados
Esta clase de productos es uno de los principales estandartes que proporcionan los bancos para que los usuarios se mantengan en su red comercial. Se basan en una estrategia muy sencilla, que parte del ofrecimiento de un rendimiento mínimo, y que en todos los casos está garantizado. El gran atractivo que aportan estos fondos es que no se pierde ni un euro de los ahorros. Ofreciendo un tipo de interés que oscila entre el 1% y 3% anual. De todas, cuentan con un plazo de permanencia excesivamente largo, que raramente excede de los cinco años. Va dirigido a un perfil de clientes muy bien delimitado: persona mayor, con una bolsa de ahorro importante, y que es más defensivo en sus planteamientos en la inversión.
Suelen convertirse en una alternativa a los principales modelos para el ahorro de los clientes. No en vano, cada vez es más difícil mejorar los rendimientos de las cuentas corrientes. Esto solamente se produce por medio de las cuentas de alto rendimiento, y por otra parte para los saldos más exigentes. Si se aplican ambas estrategias, los titulares de estos productos bancarios pueden alcanzar la barrera del 2%, incluso algo más a través de las propuestas más agresivas de los bancos.
La evolución de las imposiciones a plazos no difiere mucho de estos planteamientos. Su vinculación a otros activos financieros es una de las escasas posibilidades que se abren para que todos los años las cuentas personales de los usuarios muestren un saldo boyante. La mayor vinculación con la entidad financiera, por otro lado, será otro de los caminos para tomar si deseas que te ofrezcan un retorno superior al 1%. Y como última opción siempre queda el recurso de alargar los plazos de permanencia, partiendo de modelos de ahorro desde 24 meses. Aunque con una mejor en los intereses no del todo contundente.
Productos para el ahorro
Para evitar la fuga de los clientes, los bancos no tienen más remedio que proporcionarles unas prestaciones adicionales. Y que en muchos casos pasan por la eliminación directamente de comisiones y otros gastos en su gestión o mantenimiento. Proliferan a través de la oferta bancaria actual, y que va acompañada por otras medidas complementarias. Entre las que destaca la domiciliación de la nómina (o pensión) y los principales recibos domésticos (agua, luz, gas, etc.). Llegando hasta el punto que devuelven hasta el 3% de los importes domiciliados a través de esta estrategia.
Las medidas para hacer más atractivos estos productos están llegando incluso al regalo de sugerentes regalos a cambio de una fidelidad con el banco. No con otra finalidad que es pasar a las ofertas de la competencia. Y en donde no dudan en generarles hasta depósitos más rentables, que pueden alcanzar niveles del 5% en alguna propuesta muy concreta.
Otros de los estímulos para mejorar el rendimiento de cuentas y depósitos es facilitar su contratación online. A la comodidad del formato, se le une en esta ocasión el incremento de su remuneración. No obstante, no será nada espectacular, sino de tan solo unas cuentas décimas más sobre sus tarifas originales. Aunque, en cualquier caso, se trata de una iniciativa cada vez más utilizada por parte de los bancos.
Bonos corporativos
La escasez de rentabilidad en los más destacados productos para el ahorro y la inversión está llevando a que las aportaciones se desvíen hacia modelos más innovadores destinados a los clientes, y puede que en algún caso en concreto que también original. Son los bonos corporativos, que ofrecen las empresas para que pueda conseguirse una rentabilidad media en torno al 2%. El principal problema que conlleva su contratación es que exigirán más tiempo en su permanencia, entre 3 y 5 años que habrás que tener los ahorros inmovilizados hasta que se cumpla su vencimiento.
La oferta de esta clase de bonos es muy amplia, procediendo de todos los sectores empresariales (automóviles, telecomunicaciones, farmacéuticas, alimentación, etc.). Se propone como otra opción a los productos de ahorro de toda la vida, y de los que puede que estés decepcionado por el poco atractivo de los diseños confeccionados. Hasta el punto que puedes elegir entre muchos fondos de inversión que están basados en este activo financiero, es decir, los bonos corporativos.
Cartera de fondos de inversión
Si no deseas complicarte en exceso la vida, no te quedará más remedio que dirigirte hacia los fondos de inversión. No en vano, puedes conseguir una cartera garantizada. Te dará unos rendimientos mínimos, pero con los que podrás contar todos los años. Para aumentar los márgenes tendrás que asumir mayores riesgos, por medio de fondos de renta variable moderados, o lo que es mejor, por los mixtos. Éstos últimos combinan activos, tanto de la renta fija como de la variable, en proporciones que irán en función del perfil que presentes como ahorrador.
Otra solución está representada por los fondos monetarios, pero con un rendimiento prácticamente nulo durante los últimos meses. Y que solamente te ayudará a preservar los ahorros de toda la vida. Como consecuencia de todas estas estrategias, la única fórmula para mejorar tu patrimonio consistiría en arriesgar en tus posiciones abiertas. Y en este sentido, la renta variable es el mejor escenario en donde puede desarrollarse esta posibilidad.
Contratar líneas de crédito más favorables
Aunque no tenga nada que ver con el ahorro, una forma de cómo se canalizan los reclamos de las entidades financieras es por medio de la contratación de créditos más competitivos y entre los que se incluyen también a las hipotecas. La fidelización del cliente será un factor decisivo para cumplir con los objetivos. No es casualidad que a medida que se contraten más productos (seguros, planes de pensión, fondos de inversión, etc.) con la entidad las vías de financiación se presenten con intereses más reducidos, y que pueden llegar a un máximo del 2% en el mejor de los escenarios.
Con mayor agresividad se utilizan estas estrategias comerciales en los créditos hipotecarios. La bajada en los intereses del Euribor ha generado que las ofertas de los bancos lleven a ofrecer diferenciales por debajo del 1%. Pero no solamente en este aspecto pueden notarse las diferencias. También en la eliminación de las principales comisiones y otros gastos en su gestión. Llegando finalmente a que se presenten en sus ofertas sin la cláusula suelo. Y de esta forma, aprovecharse de la positiva evolución del índice de referencia europeo.
Tarjetas gratuitas para los clientes
Ahora ya no es necesario pagar por la contratación de algunas de las muchas tarjetas (crédito y débito) que comercializan los bancos. Hay muchas formas para conseguirlas completamente gratis, incluso en su mantenimiento. Es otro de los ganchos que utilizan los bancos para retener a los clientes, y no se pasen a la competencia. Solamente será necesario abrir una cuenta corriente, suscribir un plan de ahorro, o domiciliar la nómina o los ingresos regulares para que a partir de ahora esta operación no te suponga ningún desembolso monetario para los clientes.
Algunos formatos en los plásticos, por otro lado, te permitirán que estas próximas vacaciones cada que tengas que ir a la gasolinera te cueste menos. Generan bonificaciones de entre el 1% y 3% en cada una de las operaciones, y que se completan con los descuentos en una serie de artículos y productos en las estaciones de servicio.
No se quedan aquí las ventajas que puedes importar desde tus tarjetas, ya que hay habilitados una serie de rebajas en los precios de muchos servicios turísticos (hoteles, agencias de viaje, vuelos, alquiler de automóviles, paquetes vacacionales…). Y que en cualquier caso, puede producirte unos efectos más que deseables en el saldo de tu cuenta corriente. En los formatos más agresivos llegan a proporcionarte que pagues las compras en algunos establecimientos comerciales en varios meses, pero sin ninguna clase de intereses.
Son muchos los ganchos, por tanto, que comercializan las entidades bancarias para que no te dejes seducir por las propuestas de la competencia. Ahora solamente ye quedará dilucidar si te merece realmente la pena, o por el contrario, puede constituirse en una nueva fuente de gastos. La última palabra, al fin y al cabo, siempre la tendrás tú mismo.