Depósitos para sortear los tipos bajos en Europa

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La reunión del mes de marzo por parte del Banco Central Europeo (BCE) ha puesto de manifiesto lo que se planteaban los analistas financieros. Es decir, que los tipos de interés en la zona euro seguirán como hasta ahora y que no los subirá  como muy pronto a finales de este año en curso. Un escenario que penalizan las actuaciones de los ahorradores que apenas pueden sacar rentabilidad a sus ahorros. Con unos márgenes de intermediación que se mueven entre el 0,25 % y 0,60 %. Con un precio en el dinero que nunca ha sido tan barato como en estos precisos momentos.

La gran mayoría de los analistas financieros creen que el precio del dinero no abandonará los niveles históricos del 0 % hasta mediados del próximo año. Por lo que los pequeños y medianos ahorradores deberán armarse de paciencia para buscar una rentabilidad más alta a los principales productos destinados al ahorro. Para los usuarios que no deseen poner en riesgo su dinero en productos de los mercados de renta variable que tampoco pasan por el mejor de los momentos, ante el riesgo que corren por las previsibles correcciones de que pueden ser objeto a partir de estos momentos.

De todas formas, hay algunas opciones para mejorar estos niveles de rentabilidad en los depósitos bancarios a plazo fijo. A través de diversas estrategias que han puesto en marcha las entidades de crédito y en donde se pueden incrementar estos márgenes de beneficios en casi u punto porcentual respecto a las tarifas iniciales de estos productos financieros. En cualquier caso, con un pago fijo y garantizado todos los años y esto es algo que en estos momentos no se puede infravalorar bajo ningún aspecto.

Tipos bajos: depósitos en el 1 %

Dentro de este producto tan sencillo de contratar hay en estos instantes pocas ofertas atractivas para ser suscritas por los usuarios. No obstante, algunas entidades financieras han lanzado al mercado imposiciones a doce meses que pueden alcanzar niveles cercanos al 1,20 %. Aunque la mayoría de las propuestas provienen de la denominada banca digital y que igualmente están protegidos hasta los primeros 100.000 euros, en este caso por los fondos de garantía de depósitos. Ante cualquier incidencia que pudiese desarrollar las entidades de crédito.

Sin ninguna clase de vinculaciones, ni tan siquiera con la posibilidad de domiciliar la nómina y los principales recibos domésticos (agua, gas, luz, etc.), tal y como pasa con las entidades bancarias más convencionales. Tan solo exigen la contratación de una cuenta corriente o de ahorro en la entidad y desde donde se pueda gestionar el dinero de los titulares de la misma. Más allá de otras consideraciones técnicas que serán objeto de otros análisis completamente diferentes.

Más interés en plazos mayores

Como es lógico suponer, la rentabilidad empieza a crecer a medida que los plazos de permanencia se incrementan. Como consecuencia de esta estrategia comercial, hay plazos intermedios, entre 18 meses y 24 meses que pueden también mejorar en unas pocas décimas porcentuales los resultados de las imposiciones a 12 meses. Aunque en este caso en concreto, imponiendo unos mínimos a la inversión. Con una cuantía monetaria que oscila entre los 3.000 y los 15.000 euros. En cualquiera de los casos, con un tope máximo remunerado que queda establecido en cuotas mu altas, generalmente en niveles cercanos a los 100.000 euros.

Mientras que por otra parte, tampoco podemos olvidar que esta clase de imposiciones a plazos medios se rigen por estrategias más conservadoras en la estructura de las mismas. Por otro lado,  los importes para ser suscritos en esta clase de imposiciones a plazo son más elevados. En este caso, bajo unas aportaciones monetarias mínimas en torno a 15.000 o 20.000 euros para mejorar la remuneración en esta clase de productos financieros. De esta manera, es una cuantía que deberá estar inmovilizada durante mucho más tiempo, y sin que se puedan cancelar anticipadamente, tal y como pasa con otros depósitos de menor cuantía económica.

Productos dirigidos a plazos más largos

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Otra de las ofertas que vienen desarrollando las entidades de crédito es la de los depósitos que cuentan con un plazo de permanencia más longevo. Inmersos en una horquilla que va desde 24 a los 48 meses en los que deberás permanecer en esta clase de productos financieros. Su remuneración es ligeramente más elevada, pero sin subidas que podamos considerarlas como espectaculares. Tan solo incrementan el tipo de interés en unas solas décimas porcentuales respecto a los de menor duración. En estos casos, la rentabilidad en el mejor de los casos puede llegar hasta muy cerca de niveles del 2 %.

Por otra parte, no hay tampoco ningún grado de vinculación respecto a la contratación de otros productos bancarios. Si no que por el contrario, estamos ante unos productos muy tradicionales en cuanto a su diseño y en donde la única novedad que presentan es la elevación en el plazo de permanencia. Con unos pagos, que en algunos casos, pueden ser anticipados a través de un abono trimestral, semestral o anualmente en vez de recibirlo a su vencimiento. Para que  de esta forma puedas disfrutar de la liquidez antes de tiempo. En lo que se constituye en una estrategia comercial por la que está apostando muy decididamente las entidades bancarias.

Destinado a perfiles conservadores

Estas propuestas que han elaborado los bancos españoles están dirigidas sobre todo a usuarios que cuentan con un perfil eminentemente defensivo o conservador. En donde prevalece la seguridad de los ahorros por encima de otras consideraciones, entre ellas el incremento de la rentabilidad. En personas, que por uno u otro motivo, no desean invertir su capital en productos ligados a la renta variable. Ante un panorama de estos bastante incierto debido a la inestabilidad que presentan estos activos financieros en estos momentos. Después de un periodo alcista que en cualquier momento puede finalizar.

Mientras que por el contrario, lo que se trata a través de las imposiciones bancarias a plazo fijo es crear una bolsa de ahorro año tras año y con un periodo de permanencia bastante prolongado. Pudiéndose garantizar un pago anual fijo y garantizado y pase lo que pase en los diferentes mercados financieros. Con la ventaja adicional de estos productos financieros de que no tienen ninguna clase de comisiones ni gastos en su gestión o mantenimiento. Es decir, el desembolso será completamente nulo desde el principio. A diferencia de lo que pasa con la inversión en los mercados de renta variable.

Mejor online que en las sucursales

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Otro de las estrategias empleadas por parte de los bancos es incentivar las imposiciones online, sea cual fuese su modalidad y los plazos a los que van dirigidos estos productos. Por una parte, son más cómodos de contratar ya que puedes formalizarlos en tu casa y a cualquier hora del día. Mientras que por otra parte, consigues mejorar un poco los márgenes de intermediación, aunque sea en unas cuantas décimas porcentuales. En  una oferta que va progresando poco a poco por sus especiales características. Sin que en ningún momento tengas que hacer acto de presencia en una oficina o sucursal bancaria. Para que de esta manera también ahorres tiempo en la gestión de su contratación.

Otro de los aspectos que deben valorarse en este formato es que están adaptados a todos los plazos que desees, no hay límites en este sentido y eres tú mismo quien analizas las propuestas para constatar las condiciones en su contratación. Incluso realizando una comparativa ente las promociones que vienen lanzando al mercados las entidades bancarias. Porque en efecto, puede haber diferencia realmente muy importantes entre unas y otras. Hasta el punto de que algunas de ellas pueden llegar a ser más rentables que las otras en función de otros parámetros diferentes. Llegando a un profundo análisis desde tu casa o u otro lugar en donde te encuentres en ese momento.

Fiscalidad de las imposiciones a plazo

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Otro de los aspectos que deben tenerse en cuenta en formalizar un producto de estas características es la que fiscalidad que se aplica en estos momentos. Con el objetivo de conocer cuál es el rendimiento real de estos productos. No es lo mismo el rendimiento bruto que el neto y para ello no habrá más remedio que analizar cuál es su tributación. Porque al final no será todo el rendimiento el que vaya a parar a tu cuenta de ahorro. Si no que por el contrario se te descontará unos euros como consecuencia de la tributación que se aplica sobre el ahorro.

En este sentido, los depósitos tributan en la base imponible del ahorro y se consideran rendimientos del capital mobiliario. Para ganancias hasta 6.000 euros, el tipo aplicado es del 19 %, del 21 % hasta los 50.000 euros y del 23 % que es el máximo para importes superiores a 50.000 euros. Una vez descontadas estas partidas quedará el dinero que irá a parar a tu cuenta corriente, aunque en cualquier caso lo deberás declarar en tu próxima declaración de la renta. Y que dependerá de otros ingresos que tengas, tanto en lo que se refiere a los productos de ahorro como los vinculados a la inversión. Si no que por el contrario se te descontará unos euros como consecuencia de la tributación que se aplica sobre el ahorro.


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