Tienes que conocer que esta curva fue difundida por el economista Arthur Laffer, de ahí que tenga esta denominación que puede sorprender a muchas personas. Aunque ya en el tiempo del predominio cultural de los árabes se llegaron a sentar las bases de este modelo para cuantificar el esfuerzo fiscal. Po tanto, no es un concepto moderno, tal y como creen algunos órganos de opinión que tienen a la fiscalidad como su primera disciplina. Otra cosa bien diferente es que no esté muy difundido en estos momentos. Porque en efecto, no es de esta manera.
La curva de laffer ha tenido reflejo en las políticas que se han desarrollado en el mundo durante las últimas décadas. En este sentido, en los años 80 el presidente Ronald Reagan fue uno de los más relevantes que llevaron a la práctica para desarrollar una política fiscal en su programa de gobierno. Por otra parte, también los indicios indican que el actual mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, se ha decantada por esta estrategia para ejecutar su estrategia tributaria. Como podrás comprobar, la curva de laffer tiene una cierta relevancia en la economía internacional.
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La curva de laffer ligada a los ingresos
Por otra parte, desde la llegada al poder en los Estados Unidos el equipo económico del presidente Ronald Reagan se llegó a la conclusión de que la propuesta de rebajar los impuestos para impulsar el crecimiento económico quedó firmemente integrada como parte del credo económico del Partido Republicano. Hasta el punto de que es un valor que en estos momentos está asumido por ciertos políticos y partidos políticos. En este sentido, hay que recordar que los recortes fiscales de Reagan incrementaron el déficit, ayudando a aumentar las tasas de interés a 20 %, lo que a su vez contribuyó a la recesión que se produjo a continuación.
¿Cómo se desarrolla la curva?
Otra de las explicaciones para entender estos gráficos tan complejos habrá que tener en cuenta que estos extremos de la curva que hemos apuntado son bastante lógicos de comprenderá a partir de estos momentos. Ya que si el tipo impositivo es del 0 % la recaudación será nula. Es decir, que el Estado no percibirá nada por el dinero ganado por los trabajadores y las empresas. Mientras que por el contrario, si el tipo impositivo es del 100 %, o lo que es lo mismo, el máximo, se interpretará con que el Estado se llevará todo el salario de las personas y todas las ganancias de las empresas. ¿Esto qué quiere decir realmente? Pues algo tan sencillo de entender como que no hay incentivos para trabajar, y en consecuencia puede ser muy perjudicial para la economía en general.
Exposición de estas curvas
Desde luego que las curvas que partieron de la mente de esta gran economista internacional pueden extraerse muchas ideas que incluso pueden llegar al campo de la macroeconomía. Porque en efecto, si por algo se caracteriza la interpretación que se pueden obtener del análisis de estas curvas tan singulares es porque cuando los tipos impositivos están muy altos, puede ser una señal muy fuerte sobre una falta de motivación para que la población busque trabajo. El motivo se debe que parte de su salario se destinada a las tan impopulares impuestos. Con lo cual es preferible agotar otros recursos, como por ejemplo optar por el cobro de las ayudas o subvenciones para el paro.
Desde este escenario general, tampoco puede olvidarse a partir de estos momentos que las curvas ponen de relevancia la tendencia de la política fiscal de un país. Hasta el punto de decidir si esta es expansiva o por el contrario se decanta por un modelo más restrictivo. En donde hay seguidores de estos dos modelos llevar la fiscalidad por parte de los ciudadanos, tal y como está sucediendo en estos momentos en buena parte de los países del mundo. Quienes defienden, como en el caso de las posturas liberales, la disminución de los impuestos para impulsar la economía. O los defensores de unas posturas más estales que aluden a un incremento de los mismos como fórmula para disponer más dinero para el gasto público y de las ayudas sociales.
Políticas fiscales como arma política
En otro orden de cosas, hay muchas teorías sobre esta curvan que explican que por qué las empresas pagan menos impuestos que las clases medias. Es ante todo una interpretación que se puede extraer de este modelo comparativo desde las perspectivas políticas. Al igual que para entender otros escenarios que se pueden desarrollar en el tratamiento fiscal. Y que en cualquier caso afectan a todos los ciudadanos, en uno u otro sentido tal y como se ha explicado anteriormente. Porque no puede olvidarse que puede darse muchas interpretaciones a lo que dice esta curva tan especial de la que estamos hablando en este artículo.
Esencia de su desarrollo
En cualquiera de los casos, hay una cosa que está muy clara para todos los analistas y economistas. Y es que la tiene que ver con que su creador estimó que debía haber un punto óptimo donde el Estado recaudase lo máximo cobrando lo mínimo posible: la recaudación de impuestos incrementa la recaudación del Estado. ¿Pero cuál es el problema real que plantea esta situación? Pues porque tiende a desanimar la actividad económica. Hasta el punto que puede pensarse que el hecho de bajar los impuestos aumentará la recaudación porque habrá más gente que quiera trabajar e invertir. En este sentido, puede ser beneficioso para impulsar la actividad económica desde un principio.
Por otra parte, tampoco puede olvidarse en ningún momento que la curva de Laffer es una representación gráfica de cómo puede llegar a afectar la variación del tipo impositivo (10 %, 40 %, 50 %,…) en la cantidad total de recaudación fiscal de un impuesto. Es muy útil para cualquier clase de mediciones por parte de los economistas y que puedan llegar al verdadero problema o solución de las políticas fiscales que aplican los gobiernos. Como por ejemplo, el hecho de que una subida de impuestos incentivará la economía sumergida y el fraude. Mientras que por el contrario, también es digno de mencionar el efecto de las variaciones en los impuestos sobre las rentas del capital (ganancias por el patrimonio vía inversiones en bolsa, depósitos o incluso inmuebles) de patrimonios elevados.
De todas formas, y a modo de conclusión puede decirse que a través de estos gráficos en los que se incluyen las curvas, un menor tipo impositivo tampoco tiene que aumentar la recaudación ya que necesariamente no tiene porqué aumentar la actividad ni incentivar el consumo. En este sentido, todo dependerá del acompañamiento de otras medidas económicas adicionales.
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