El verano es una estación ciertamente compleja para los mercados financieros de renta variable por diversas razones que vamos a explicar a continuación. Para que puedas canalizar correctamente tu próxima cartera de valores ya que deberá ser más atípica que en otras épocas del año. En unos meses que tradicionalmente han sido muy negativos para las bolsas desde hace muchos años. Este es uno de los motivos por lo que tus actuaciones deben ser guiadas por el sentido común y por la responsabilidad de tus decisiones.
Por otra parte, no puedes olvidar de que partimos desde una posición muy alcista en los mercados de renta variable. Ya que es previsible es haya correcciones en la valoración de los precios en las acciones para ajustar la ley de la oferta y la demanda. No en vano, hay una cierta valoración en este aspecto y que puede ser corregido en cualquier momento y no cabe de que este escenario puede producirse en los meses de verano. Por tanto, no te quedará más remedio que estar preparado ante este escenario tan especial.
También hay que valorar que en estos meses el volumen de contratación desciende con una gran intensidad. Un factor que genera que se eleve la volatilidad en los precios de las acciones y que provoca que los riesgos sean mayores para las posiciones de los pequeños y medianos inversores. Incidiendo en que se puedan ampliar las diferencias entre sus precios máximos y mínimos. Un escenario que no se produce en otros meses del año, para que al fin y al cabo los movimientos sean más radicales desde todos los puntos de vista. En donde los errores son más frecuentes que se cometan por parte de todos los agentes en el sector de la renta variable.
Verano, ¿qué podemos hacer?
Ante este escenario tan especial que se desarrolla en los meses de verano pueden aplicarse diversas estrategias en la inversión. Una de ella pasa por optar por la liquidez en la cuenta corriente de los pequeños y medianos inversores. Con el objetivo prioritario de preservar su capital personal o familiar y evitar cualquier clase de fugas que les pueda sorprender en estos meses del año. Por otra parte, hay que estar muy pendiente de la evolución de los precios de las acciones ante lo que pueda pasar durante estos días.
La liquidez es una estrategia que podremos tomar solo de forma excepcional y hasta la vuelta de las vacaciones. En donde ya podremos realizar las operaciones en la bolsa como siempre y quizás con unos precios en las acciones mucho más ajustados que se puedan producir en las previsibles bajadas en la valoración de las empresas cotizadas. Desde este punto de vista puede ser una operación muy beneficiosa para nuestros intereses en relación con el siempre complicado mundo del dinero.
Comprar valores defensivos
Otra de las estrategias que podemos utilizar en estos meses del verano es decantarnos por los valores más defensivos o conservadores del índice selectivo de la renta variable nacional, el Ibex 35. De esta manera, estaremos en las mejores condiciones para proteger nuestro dinero ante los escenarios más adversos para las inversiones. Entre otras razones porque sus precios muestran una gran volatilidad en la conformación de los precios. Representados por valores de sectores tan relevantes como el eléctrico o el de la alimentación.
Por otra parte, suelen ser valores que reparten dividendos entre sus accionistas y que ofrecen una mayor liquidez a la cuenta corriente de los pequeños y medianos inversores. Con una rentabilidad que se mueve en una horquilla que va del 3 % y hasta el 8 %. A través de un pago a cuenta que es fijo y garantizado todos los años. Independientemente de cuál sea su evolución en los mercados en renta variable. Siendo en cualquier caso una estrategia de inversión que v destinada a los inversores más tradicionales.
Optar por otros activos financieros
Desde luego que no puede descartar como alternativa a la inversión el dirigirse a otros mercados y activos financieros. Como por ejemplo ocurre con los mercados de renta fija que por supuesto ofrecen solo una rentabilidad mínima en torno al 1 %. Pero que al menos ayuda a preservar todos nuestros ahorros y que no se perderá ningún euro en las aportaciones monetarias realizadas desde esta estrategia en la inversión tan conservadora. No en vano, los riesgos son en realidad mínimos ya que su exposición es sencillamente nula.
Por otra parte, otra de las opciones está representada por las inversiones de carácter alternativo. Como se da en las materias primas, metales preciosos y otros activos financieros de esta categoría. Aunque en este caso, son más sensibles a los riesgos de sus operaciones. Pero en los actuales pueden suponer una oportunidad de negocio porque tienen un alto potencial de revalorización, en especial el oro que muestra un excelente aspecto técnico. Con todas las constantes en tendencia alcista y que pueden ser objeto de las compras por parte de los inversores.
Apostar por los productos inversos
Si piensas que la bolsa va a bajar en los meses de verano puedes inclinarte por esta clase de productos financieros. Pero asumiendo que corres unos riesgos tremendos si no se dan estas condiciones y que te pueden llevar a grandes pérdidas de revalorización que puedan lastrar tus inversiones en este periodo del año. Y por tanto será una decisión mucho más meditada por la implicación que tienen esta clase de productos financieros.
Son modelos en la inversión en los que puedes ganar mucho dinero, pero por la misma razón dejarte una buena parte de los ahorros invertidos. Mientras que otra parte, también tienes que tener presente que estos productos son los que presentan un nivel de apalancamiento más elevado por sus especiales características. No muy adecuados para todos los perfiles que presentan los pequeños y medianos inversores. Más allá de otras serie de consideraciones de carácter técnico. Siendo una de las señales de identidad más relevantes de estos productos para la inversión tan complejos como innovadores al mismo tiempo. Es algo que deberemos tener muy en cuenta a partir de ahora.