Claves para contratar una hipoteca

La compra de una vivienda es una operación tan importante en tu vida que no podrás dejar ningún espacio en manos de la improvisación. Sino todo lo contrario, será un proceso que requiere mucha planificación y un cierto grado de dedicación. Hasta el punto que si no comprendes alguna de sus fases, no te quedará más remedio que solicitar los servicios de un profesional que te ayude a su gestión: abogado, asesor inmobiliario o administrador. Con una única finalidad y que no es otra que satisfacer los objetivos de tu demanda. Para facilitarte esta labor te ofrecemos unas sencillas recomendaciones sobre las gestiones que tienes que afrontar para canalizar correctamente este procedimiento.

Para que esto sea así, deberás calcular cual es el presupuesto que dispones para cerrar la operación. Aunque tienes que ir un poco más al fondo y analizar cómo vas a pagarla. Si al contado, a través de una hipoteca o por medio de una solución intermedia. Si optas por alguna de las dos últimas propuestas, estarás en la obligación de consultarlo con tu banco. No solamente para calibrar si te van a conceder la solicitud de financiación. Sino también para ratificar cual es el interés que deberás pagar, si es más beneficiosa la hipoteca a interés fijo o variable.

La evolución de Euribor será el punto de referencia para decantarte por uno u otro modelo de financiación. En la actualidad está situado en el – 0,095 %, la tasa más baja desde su creación y que te ayudará para conseguir un interés más competitivo en el crédito hipotecario. También será el momento para constatar cual va ser su plazo de amortización y las comisiones que conlleva su contratación.

Tercera clave: elegir la propiedad

Sobre estos parámetros ya estarás en condiciones de orientar tu demanda y que tipo de vivienda te conviene más. Vivienda nueva, de segunda mano o incluso con protección oficial. Además, te será de gran utilidad comprobar su localización. En donde será de especial relevancia contar con datos tan importantes como la oferta que tiene la zona de colegios, hospitales, supermercados o transportes públicos.

También será de vital importancia los canales de comercialización que elijas. Porque en función de si son particulares, agencias inmobiliarias o promotoras podrás llevar una u otra estrategia de negociación. La visita de la vivienda no será una parte menos relevante de este proceso. No en vano, será la constatación de la propiedad que estás buscando. Hasta el punto que será necesario que apuntes cuales son los aspectos de la vivienda que más y menos te gustan. Incluso sea el momento para formalizar tu propia oferta. Consultando toda clase de dudas que tengas. Desde la puramente estructurales y que están vinculadas a la conservación del inmueble a otras más genéricas como los gastos de la comunidad de vecinos o si tiene el certificado energético.

Tercera clave: firma de los contratos

El siguiente paso consistirá en confeccionar un contrato con el vendedor en el que se detalle aspectos muy relevantes de la vivienda. Como por ejemplo, comprobar si el inmueble esté libre de cargas o si se mantienen embargos sobre el mismo. También reflejará el precio que te costará la comunidad de vecinos o la forma de pagos en que se formalizará la operación. Son algunos de los contenidos del contrato de compraventa de la vivienda. También será necesario que firmes el contrato de arras. Tan importante como las propias escrituras de la casa porque, entre cosas te ayudará a proteger tus derechos como comprador. Además, servirá para que adelantes el 10 % de la operación.

Cuarta clave: por fin la escritura

Llega el momento final en que tendrás que firmarla junto al vendedor y en presencia del notario. Será el documento oficial que legitime la operación inmobiliaria. En donde se expondrán los aspectos más relevantes del inmueble. Su descripción, precio, forma de pago o distribución de los gastos formarán parte de su contenido. Desde este preciso momento podrás disfrutar de tu nuevo hogar.

Hipotecas inversas

No obstante, no conviene que lo confundas con lo que es una hipoteca inversa. Se trata de un producto que tiene mucho más que ver con la inversión que con la compra de una vivienda. Se diferencian en la edad a partir de la cual se pueden contratar. En esta clase de productos es a partir de los 67 años. Es decir, en el preciso momento de la jubilación y que permite obtener en este periodo de la vida unas rentas fijas y garantizadas que complementen a la pensión. Más allá de otra serie de consideraciones técnicas que trataremos de explicar a continuación.

Esta opción permite a los mayores con vivienda en propiedad recibir una renta mensual adicional, conservando la propiedad de su piso y su uso y disfrute mientras. Porque en efecto, las entidades financieras lo comercializan bajo estas constantes comerciales y los clientes puedan escoger entre diferentes formatos de estas características. Aunque la estructura es la misma para todas las hipotecas inversas, la principal diferencia que se genera reside en el hecho de que la edad mínima para contratarla oscila aproximadamente entre los 65 y 75 años. En donde destaca por un hecho muy especial: a medida que la edad es más avanzada menor es el plazo para cubrirla.

Disponer de una vivienda sin cargas

Las hipotecas inversas llevan incorporada una garantía de espera que consiste en que mientras viva uno de los titulares de la pensión hipotecaria no se les pedirá la devolución de la deuda. Mientras que por el contrario, en caso de defunción de uno de los titulares, el otro podrá continuar cobrando la mencionada renta. Los únicos requisitos son tener más de 65 años y disponer de una vivienda sin cargas. Tampoco existen unos requisitos con respecto a los ingresos mínimos que tenga el titular del crédito.

Puede suponer una propuesta muy interesante para que los mayores estén en condiciones de obtener una importante fuente de ingresos. En especial, en aquellos que cuentan con una jubilación de baja cuantía que no les ayuda para mantener un cierto poder adquisitivo en los años dorados de su vida. Hasta el punto de que tener más de un problema para vivir de una forma holgada.

Tipo de interés medio de las hipotecas

Para las hipotecas constituidas sobre el total de fincas en marzo, el tipo de interés medio al inicio es del 2,58 % (un 2,3 % inferior al de marzo de 2019) y el plazo medio de 23 años, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En donde también pone de manifiesto que el 60,6 % de las hipotecas son a tipo de interés variable y el 39,4 % a tipo fijo. El tipo de interés medio al inicio es del 2,27 % para las hipotecas a tipo variable (un 7,1 % menor que en marzo de 2019) y del 3,24 % para las de tipo fijo (un 4,1 % más alto).

En las hipotecas constituidas sobre viviendas, el tipo de interés medio es del 2,62 % (un 0,1 % superior al de marzo de 2018) y el plazo medio de 24 años. El 58,1% de las hipotecas sobre viviendas se constituye a tipo variable y el 41,9 % a tipo fijo. Las hipotecas a tipo fijo experimentan un aumento del 24,5 % en tasa anual. El tipo de interés medio al inicio es del 2,34 % para las hipotecas sobre viviendas a tipo variable (con un descenso del 2,7 %) y del 3,11 % para las de tipo fijo (un 1,6 % mayor).

Interés medio para viviendas

Por lo que respecta a los créditos hipotecarios con cambios registrales, el informe oficial incide en que el número total de hipotecas con cambios en sus condiciones inscritas en los registros de la propiedad es de 6.507, un 12,7 % más que en marzo de 2019. Atendiendo a la clase de cambio en las condiciones, en marzo se producen 5.113 novaciones (o modificaciones producidas con la misma entidad financiera), con un incremento anual del 10,7 %. Por su parte, el número de operaciones que cambian de entidad (subrogaciones al acreedor) sube un 24,2 % y el de hipotecas en las que cambia el titular del bien hipotecado (subrogaciones al deudor) aumenta un 9,5 %.

Dentro del grupo de hipotecas con cambios en sus condiciones de tipo de interés hay que señalar que el estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) apunta a que de las 6.507 hipotecas con cambios en sus condiciones, el 42,5 % se deben a modificaciones en los tipos de interés. Después del cambio de condiciones, el porcentaje de hipotecas a interés fijo aumenta del 7,9 % al 16,8 %, mientras que el de hipotecas a interés variable disminuye del 87,1 % al 82,3 %.

En donde el Euribor es el tipo al que se referencia el mayor porcentaje de hipotecas a tipo variable, tanto antes del cambio (77,9 %), como después (77,8 %). Tras la modificación de condiciones, el interés medio de los préstamos en las hipotecas a tipo fijo disminuye 1,6 puntos y el de las hipotecas a tipo variable baja 0,8 puntos.

Por lo que respecta a los créditos hipotecarios con cambios registrales, el informe oficial incide en que el número total de hipotecas con cambios en sus condiciones inscritas en los registros de la propiedad es de 6.507, un 12,7 % más que en marzo de 2019. Atendiendo a la clase de cambio en las condiciones, en marzo se producen 5.113 novaciones (o modificaciones producidas con la misma entidad financiera), con un incremento anual del 10,7 %.


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