¿Has oído hablar alguna vez de los viveros de empresa? ¿Sabes qué son, cómo funcionan y otros aspectos relativos a estos?
Si no los conoces, has de saber que es una de las formas de emprender más actuales, si bien se sabe que ya existían en el pasado. Te recopilamos toda la información que necesitas saber sobre estos.
Qué son los viveros de empresa
Como te hemos dicho antes, los viveros de empresa son tendencia desde hace unos años y están relacionados con el emprendimiento. Se trata de una organización cuya función es la de ayudar a que las startups y las empresas de nueva creación crezcan. De esta forma, ayudan a establecer una estructura de apoyo para que los emprendedores puedan tener acceso a servicios esenciales para su día a día empresarial.
Dicho de otro modo, son una especie de despachos que ofrecen toda la información que necesitan los emprendedores, así como los servicios básicos, para que puedan consolidarse y despegar. Por ejemplo, vigilancia, luz, teléfono, Internet, limpieza…
Origen de los viveros de empresa
Aunque te pueda parecer que los viveros de empresa, que también son conocidos como incubadoras de negocios o de empresas, son algo moderno, lo cierto es que no es así. Ya hay referencias históricas de estas, concretamente a mediados del siglo XX.
Según parece, una vez acaba la II Guerra Mundial, se empezaron a crear en los centros de investigación y en las universidades los viveros de empresa. De hecho, en 1951 se dice que nació el primer vivero de empresa, concretamente en el parque tecnológico de Silicon Valley, en California.
Sin embargo, esta teoría es bastante criticada porque lo ven como parque tecnológico y no como un vivero realmente. Y en este aspecto, el primero que sí se considera como tal es el creado por Charles Mancuso, Batavia Industrial Center (BIC).
Cuál es la función de un vivero de empresas
En base a lo que ya te hemos contado sobre los viveros de empresa, no hay duda de que estos tienen una función u objetivo prioritario: que las empresas y emprendedores sean independientes laboral y financieramente, además de rentables. Es por eso que, para conseguirlo, llevan a cabo una serie de medidas, como pueden ser:
Establecer un buen clima laboral para emprender y sacar adelante el negocio.
Asesorar a los emprendedores sobre las iniciativas y proyectos que tienen en mente. Es decir, se encargan de escuchar las ideas que tengan y las analizan para ver si realmente podría ser un buen negocio.
Minimizar los costes. Esto se consigue estableciendo mejores tarifas para aquellos que están dentro de los viveros de empresa así como ofreciendo consultorías que ayuden a mejorar los costes que se tengan.
Fomentar el autoempleo, pero también allanar el camino para crear puestos de trabajo (y, por ende, empleo).
Cómo se accede a los viveros de empresa
Si después de lo que has visto te gustaría formar parte de un vivero o incubadora de empresas, has de saber que hay muchas opciones. Una de ellas es la red de viveros de INCYDE, que forma parte de la Cámara de Comercio de España.
También puedes encontrar viveros especializados. Solo es cuestión de hacer una búsqueda tanto local como a nivel de comunidad autónoma y país para ver las opciones con las que te encuentras y, así, decidir y ver los trámites que son necesarios para formar parte de ellos.
Eso sí, ten en cuenta que solo podrás pertenecer a una incubadora de negocios un máximo de tres años, ya que a partir de ese tiempo se considera que ya estás asentado en el mercado.
Requisitos para acceder
Este punto no podemos asegurarlo al 100% porque según los viveros de empresa te pueden pedir más o menos requisitos. Es común solicitar que aquellos que quieran formar parte de las incubadoras sean pymes y tengan menos de cinco años de antigüedad. Además, han de empezar a trabajar 30 días naturales después de ser concedido el despacho.
También deben estar enfocados en actividades relacionadas con la industria de los servicios, y que su trabajo no perjudique a terceros, ni tampoco al medio ambiente.
En algunos casos se puede solicitar más requisitos, sobre todo en algunos sectores específicos.
Fases de un vivero de empresa
Si estás interesado en forma parte de viveros de empresa, es necesario que sepas cuáles van a ser las fases por las que tendrás que pasar. En este caso, consta de varias:
Asesoramiento. En la que se hace una primera toma de contacto y donde el emprendedor ha de comentar la idea que tiene, los recursos y otros datos importantes. La otra persona analizará lo que le cuenta y podría proponerle sugerencias. Sin embargo, realmente no se admite aún en este vivero.
Pre-incubación. Es el momento en que se presenta el plan de negocio. Este documento es uno de los más importantes y será el que estudiarán para dar una decisión positiva o negativa para entrar a formar parte del vivero de empresas. Si la decisión es afirmativa, se pasará a la siguiente fase. Pero si es negativa entonces tendrás que mejorar tu propuesta y volver a presentarte pasado un tiempo.
Creación de la empresa. Una vez se ha dado el visto bueno y ya tienes un hueco en uno de los viveros de empresa, has de empezar a crear la empresa. Es decir, tendrás que darte de alta de autónomos, gestionar con Hacienda, con la Seguridad Social…
Incubación. Es la fase más larga porque durante el periodo de tiempo que estarás dentro del vivero tendrás asesoramiento, consultorías y un ahorro de coste. Eso sí, no es algo gratis ya que se suele pagar una cuota por estar dentro.
Graduación. Pasado el periodo máximo (que puede ser de uno a tres años), se valora cuál es el éxito de la empresa. Y se finaliza la pertenencia al vivero, para salir al mercado, en esta ocasión de manera autónoma.
Los viveros de empresa son una buena opción para emprender, ya que, según los estudios, entre el 70 y el 90% de las empresas que tienen este asesoramiento siguen después de haber estado allí. Además, la red de coworking que se genera, así como el desarrollo del negocio, es bastante más acelerado que una empresa que no tiene este apoyo. ¿Te animarías a formar parte de una incubadora de negocios?