Este escenario ha sido provocado por la bajada en el precio del dinero que ha conllevado la política monetaria desarrollada por el Banco Central Europeo (BCE). Y que ha llevado a que el dinero en la zona euro esté en mínimos históricos, concretamente en el 0 %. Algo que no ha sucedía en muchas décadas y que ha sido un factor que ha generado que los beneficios en los bajos se hayan moderado sensiblemente. Un hecho que se ha trasladado a los resultados financieros de estas empresas durante los últimos años.
Pero son duda que una señal de alarma en los mercados financieros ha procedido de los análisis por parte de los expertos de los bancos de inversión. Hasta el punto que ha reducido de forma drástica el precio objetivo de algunos los principales bancos nacionales. Algo que está llenado de alegría a muchos pequeños y medianos inversores. Precisamente los que están alejados de sus valores. Mientras que por el contrario, los que sí están posicionados están mostrando más nervios de los habituales. No es extraño, pues que hasta se planteen la venta de sus acciones.
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BBVA: bajadas de hasta el 40 %
De todas formas, una de las noticias más llamativas de los últimos días es la que ha protagonizado la entidad presidida por Francisco González. Porque el banco de inversión germano Berenberg ha recomendado a sus principales clientes la venta de las acciones de BBVA. Porque en efecto, en su informe aluden a que “la esperanza supera a la realidad” en los que respecta a la situación bursátil del banco español.
También ponen de manifiesto que el precio objetivo de sus acciones bajará hasta cuatro euros. En la práctica, este nuevo escenario que se plantea supone una caída del 48%. Desde del entorno de los 7,50 % euros en que está cotizando durante las últimas sesiones de la renta variable nacional. Una bajada que puede asustar a buena parte de los accionistas que están a día de hoy presentes en la compañía. Con la duda sobre lo que tienen que hacer. Si seguir en sus posiciones actuales o si por el contrario será más beneficiosa para ellos la estrategia de una venta masiva de sus participaciones. O al menos de forma parcial en los perfiles más defensivos.
Tiene problemas estructurales
Por otra parte, también es de cierta importancia las fuertes tensiones que pueden sufrir los valores de este sector, como consecuencia de las incertidumbres que se están generando desde la Comunidad Europea (UE). En donde los bancos son los que están desarrollando una mayor volatilidad en la evolución de sus precios. Con los problemas puramente políticos de las elecciones generales en algunos países (Italia, Alemania, Austria, etc.) como telón de fondo. No es precisamente un panorama alentador para sus intereses. Hasta el punto que puede dar la razón a las predicciones de la entidad germana.
Cuentas: gana el 70 % más
En donde precisamente, su posicionamiento en el país azteca ha sido el responsable de las cifras empresariales aportadas por BBVA en el último trimestre. Con unos beneficios cercanos a los 1.200 millones de euros, algo que no ocurría en los siete años precedentes. Aunque también se pone de manifiesto en sus cuentas oficiales que el ladrillo representa su principal problema. Porque aún está contando dinero a la entidad financiera y que según sus responsables creen que será una situación que aún durará «unos dos o tres años más».
Desde la entidad financiera piensan que son unos excelentes resultados ya que crecen en todas las áreas de negocio y que incluso superan las expectativas creadas. En donde el crédito bruto del grupo se situó en 431.899 millones, un 0,8 % más, en tanto que la morosidad se redujo hasta el 4,8 % frente al 5,3 % de marzo de 2016.
Situación estable en la bolsa
Por lo que respecta a su evolución en los mercados financieros se está manteniendo bajo una moderada tendencia alcista. Moviéndose en una franja que va de los siete a los ocho euros por acción. Con un reparto fijo y garantizado de dividendos que se constituye en uno de los mejores avales para convencer a los pequeños y medianos inversores. Con un retorno anual sobre los ahorro cercano al 4 %. Con pagos todos los trimestre del año y que irán a la cuenta corriente de los accionista de la entidad financiera. Pero en cualquier caso, mantiene una cierta estabilidad en la renta variable nacional y en completa sintonía con la evolución del índice de referencia, el Ibex 35.
No es un valor que se caracterice por su alta volatilidad. Con diferencias entre sus precios máximos y mínimos que no son especialmente apreciables. En especial si se comparan con otros valores más agresivos. Como por ejemplo, los representantes de las petroleras, industrias acereras o telecos, entre los sectores más relevantes de la renta variable internacional. Aunque los cambios bruscos están adquiriendo una mayor notoriedad como consecuencia del panorama coyuntural de la banca del viejo continente. No en vano, España es uno de los países más expuestos a esta tendencia.
Después de desplomarse en bolsa a principios de la crisis económica, su tendencia se ha estabilizado durante los últimos meses. Aunque son llegar a los niveles previos, contabilizados ligeramente por encima de la barrera de los nueve euros por acción. Pero aun así, ha recuperado más del 50 % del valor de la entidad financiera. Ahora queda por ponerse de manifiesto sui realmente estará en condiciones de conseguir el precio anterior.
¿Cómo puede afectar el recorte?
Por el contrario, si se confirmasen los augurios de la entidad alemana y sus acciones se depreciasen en hasta un 40 %, no habría más remedio que variar de estrategia de inversor. Hasta el punto que las acciones del BBVA darían una clara señal de compra. Al menos si los plazos van destinados a periodos de permanencia medio y largo. Incluso a través de compras agresivas. Porque en efecto, sería una autentica oportunidad de negocio en un valor estable y que reparte dividendos entre sus accionistas. Otra cosa bien diferente es que esta situación al final. En este sentido, solamente el tiempo será el juez que dé y quite razones.
Oportunidad de compra
Porque las acciones de esta entidad financiera por debajo de los seis euros por acciones es una oportunidad que no puede dejarse escapar. Ni tan siquiera si los resultados empresariales no acompañan durante los próximos trimestres. No puede olvidarse, por otra parte, que son muchos los analistas financieros lo que han emitido de recomendación de comprar acciones. Incluso ven a este banco como uno de los más favorables de todo el sector. Por delante del Santander o Caixabank, entre los más relevantes.
Desde este escenario que puede presentar BBVA, uno de los mejores escenarios es abrir posiciones en los tramos más bajos de su cotización. Porque en los actuales, no le permiten generar un potencial de revalorización realmente atractivo. Sino que necesita que se realicen correcciones para que de esta manera entren de nuevo los compradores a los mercados financieros.
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