Cada vez son más los que se interesan por ahorrar. Ya sea tenga una empresa o se sea particular, el ahorro importa para los dos. Y una de las opciones que muchos barajan es el renting. Pero, ¿qué es el renting? ¿qué ventajas tiene? ¿Cómo se lleva a cabo?
Si te interesa conocer más acerca de este concepto y de las ventajas (así como desventajas que tiene), presta atención a lo que hemos elaborado en este artículo.
Qué es el renting
Normalmente, cuando se piensa en la palabra «renting», lo primero que nos viene a la cabeza es un coche. Y es que el renting se define como un contrato por el cual se alquila un bien mueble (un coche, una moto, un camión, un ordenador…) para su uso y disfrute pagando, en lugar del precio completo de ese producto, una cuota periódica prefijada.
Dicho de otro modo, se alquila ese bien porque no se puede, o no se quiere, pagar el precio total de este y sí tenerlo durante un tiempo en alquiler.
Pongamos un ejemplo: imagina que tienes una empresa y que no quieres gastarte dinero en un ordenador. Sin embargo, lo necesitas así que utilizar el renting para alquilar el uso de un ordenador por un mes. Pasado ese tiempo, si quieres seguir usándolo tienes que volver a pagar; en caso contrario, has de devolverlo. Pero también puedes alquilar otro ordenador que sea mejor que el anterior.
El objetivo es poner a disposición de las personas y/o empresas el bien que quieren pero no pueden o no quieren comprar íntegramente.
¿Y por qué se relaciona el renting con los coches? En un principio la palabra y el uso en alquiler empezó con los coches. Las empresas alquilaban los coches que utilizaban sus trabajadores de tal forma que no tenían que pagar el coche entero sino mes a mes una cuota y, pasados un año, dos o tres años cambiaban de vehículo por otro más moderno (cosa que, si compra el coche es más complicado de hacer y no se saca tanto beneficio).
Cómo funciona el renting
Una vez que sabes qué es el renting, y antes de hablarte de las ventajas que puedes encontrar con esta práctica, vamos a explicarte cómo funcionaría.
Partimos del hecho de que el renting es algo que pueden hacer las empresas, pero también los particulares. Esto es ofrecido por empresas privadas, aunque también los bancos y entidades de crédito pueden darlo a sus clientes. Incluso los fabricantes de esos productos.
Una vez escoges la parte que va a «suministrarte» el bien o el activo se realiza un contrato. Este suele ser a largo plazo pero tiene además una fecha de vencimiento (o bien de renovación si se quiere seguir con él).
En ese contrato se establece la cuota que habrá que pagar por el uso y disfrute de ese bien material o inmaterial (por ejemplo, un programa), pero, además, se deja claro lo que incluiría. Dependiendo de lo que sea, podría ser:
- Gastos de mantenimiento. Donde la persona que alquila no tiene que hacerse cargo de ellos, es la empresa que ofrece ese bien quien lo hace. Dicho de otro modo, imagina que es un coche lo que alquilas. Y al mes hay que cambiarle las ruedas. Pues el coste de esto no lo pagaría la persona que usa el coche, sino la empresa que se lo alquiló. Esto, así como otros problemas de mantenimiento están cubiertos con la cuota mensual y esta no se sube mientras dure el contrato.
- Servicio de asistencia. Ya sea para el coche, para un ordenador, para un programa…
- Elección del modelo. En este caso está más enfocado en los coches, pudiendo elegir un modelo entre los que tengan disponibles, por supuesto.
- Renovación del contrato. Porque si va bien, y no quieres cambiar ese bien pasado el contrato, se podría renovar por otro periodo de tiempo.
En el contrato conviene que se refleje todo, tanto lo que hemos visto anteriormente como también el modelo exacto (o bien exacto) que se está alquilando, la cuota fija mensual y los posibles problemas o las situaciones que podrían romper el contrato o que hubiera sanciones (para una y otra parte).
Y, tras firmarlo, la empresa o particular podría empezar a hacer uso de ese bien (salvo que se haya dispuesto un día concreto o deba esperar a que se lo lleven).
Renting: ventajas y desventajas
Con todo lo anterior, es posible que te hayas hecho una idea de las ventajas del renting. Y las tiene. Pero tampoco hay que olvidarse de que, donde hay algo bueno, también lo hay malo.
Entre las ventajas que ofrece están:
- Ventajas fiscales. Porque sí, que sepas que la cuota del renting está libre de impuestos. No hay intereses, ni cuota de entrada. Tampoco inversiones grandes. Incluso si son autónomos o profesionales se pueden deducir la cuota del renting del IRPF (siempre que se entienda que el vehículo forma parte de su trabajo).
- Tienes opciones para cualquier presupuesto. Las empresas son conscientes de que no siempre se pueden permitir los bienes más caros, así que en su catálogo suele haber ofertas o bienes para todos los bolsillos.
- Se paga una cuota fija. Que, como has visto, incluye los gastos de mantenimiento. Además, no tienes que contratar un seguro (en el caso de un vehículo), sino que ya estaría incluido en el renting.
- Puedes cambiar de bien con frecuencia. Por ejemplo, porque esté escrito en el contrato que puedes cambiar el modelo pasado un tiempo, o bien cuando termina el contrato.
Por el contrario, los problemas con los que te encontrarás serán:
- No poder personalizar, ya que legalmente no te pertenece y por tanto no puedes realizar una modificación en él.
- No hay regulación sobre el renting, por lo que cada empresa que lo ofrece es bajo sus propias condiciones.
- Se exige aval para el contrato de alquiler. No siempre, pero pueden exigirte un aval para que se garantice el cobro.
- No se puede cancelar el contrato una vez formalizado. En caso de que haya que hacerlo habrá una penalización.
- El mantenimiento ha de realizarse siempre en los talleres concertados y según el tiempo que establezca la propia empresa que lo alquile.
Ahora que sabes qué es el renting y sus ventajas, así como desventajas, sopesar la idea de utilizarlo es algo que debes hacer con papel, lápiz y calculadora. Lo mejor es hacer cálculos y saber si compensa más alquilar ese bien mes a mes durante un tiempo o comprarlo y tener que destinar un dinero mensual para posibles mantenimientos o arreglos. ¿Qué opinas al respecto?