¿Has oído hablar alguna vez de la elasticidad de la demanda? Es un término económico, sí, pero donde también entra en juego la matemática. Y para las empresas puede ser muy importante porque con él se puede detectar cómo si se cambia el precio de un producto este afectará a la oferta o a la demanda.
Pero, ¿qué tanto sabes de este elemento? Si quieres conocerlo algo más a fondo, y además entenderlo, a continuación te lo explicamos.
Qué es la elasticidad de la demanda
Lo primero que debes tener en cuenta, como hemos dicho al inicio, es que la elasticidad de la demanda es un elemento que identifica qué es lo que pasa si se varía un precio (hacia arriba o hacia abajo) en la oferta o demanda de un producto.
Dicho de otro modo, la elasticidad de la demanda puede ayudar a saber qué pasa si hay un cambio en el precio en la oferta o demanda.
Por ejemplo, imagina que tienes un producto que todo el mundo quiere: el tabaco. Este ha ido escalando su precio para evitar que haya más fumadores y que así no se ponga en riesgo la salud de las personas. Sin embargo, por más que se sube, los fumadores siguen comprando, y aunque hay unos mínimos que lo dejan, entran también más. Es decir, tenemos que el precio ha subido y, al contrario de lo que pudiera pasar, la demanda sigue sin bajar, o incluso podríamos decir que ha subido.
Por otro lado, tenemos las plataformas de streaming. Cada vez han ido incrementando el precio, lo que hace que la demanda disminuya, también porque hay muchas ofertas.
Elasticidad de la demanda: elástica o inelástica
Si te fijas en los dos ejemplos que te acabamos de poner, en uno de ellos no parece que la subida de precio afecte a la demanda, mientras que en el otro sí que hace que esta caiga.
Cuando un producto o servicio sube de precio, y aun así las personas lo siguen comprando, se dice que estamos ante una elasticidad de la demanda inelástica.
Por el contrario, cuando el cambio de precio hace que la demanda suba o baje, se le califica como elástico.
Ahora bien, estos dos tipos, aunque son los más habituales no son los únicos. También te puedes encontrar con:
- Demanda relativamente inelástica. En este caso hay un cambio en la demanda, sí, pero este es menor que el que ha supuesto el cambio del precio.
- Demanda relativamente elástica. Al igual que el anterior, debido a ese cambio de precio, la demanda baja, pero esta no es tan significativa para conseguirlo.
- Demanda elástica unitaria. Es aquella donde el cambio de la demanda produce, en el precio, un cambio proporcional.
Qué factores influyen en la demanda
Centrándonos ahora en la elasticidad de la demanda elástica, existen algunos factores que son los que determinan la mayor o menos elasticidad de esa demanda. Los más importantes son los siguientes:
- Las necesidades. No es lo mismo un producto o servicio que sea por simple diversión, a uno de necesidad. Por ejemplo, no será lo mismo una suscripción a los videojuegos de una consola frente a la compra del aceite de oliva para cocinar. Si la necesidad es importante para esa persona, la demanda no caerá, sino que se mantendrá, mientras que si es algo de lo que prescindir, entonces caerá.
- Bienes sustitutivos. Es decir, la posibilidad de que haya sustitutos de ese bien o servicio que ha subido el precio. Si los hay, y son de calidad, muchas personas prescindirá de la compra del primero frente a la otra marca.
- El gasto de ese bien. Imagina que tienes un lápiz que te ha costado 10 céntimos. Dos meses después vas a comprar otro y en lugar de 10, te piden 15 céntimos. A pesar de que ha habido una subida de precio, lo cierto es que, como es un bien que tarda en gastarse y la amortización entre un precio y otro es pequeña, entonces la demanda no variará demasiado. Pero si hay mucha diferencia, la cosa cambia.
- Precio. Debes saber que, dependiendo de los precios, la elasticidad de la demanda puede ser mayor o menor. En general, cuando los precios son elevados, la demanda es menos elástica que si fueran productos baratos.
Cómo calcular la elasticidad de la demanda
El siguiente paso que debemos dar sobre la elasticidad de la demanda es conocer su fórmula. Para ello, debes tener en cuenta que hablamos de una división. Has de dividir el tanto por ciento de cambio en la cantidad (demanda) por el tanto por ciento de cambio en el precio.
Es decir:
Elasticidad de la demanda = % cambio de la demanda / % cambio del precio
En base a esto, el resultado te puede salir:
- Mayor de 1. Quiere decir que estás ante una demanda elástica.
- Menor de 1. Entonces la demanda será inelástica.
- 1 exacto. Tendrías un equilibrio o proporcionalidad de la demanda (aunque esto es muy raro que pase.
- Si llega a 0 o está muy cerca. Indicaría que los cambios que se han llevado a cabo en las cantidades no tiene que ver con la demanda.
Ejemplo de aplicación de la fórmula
Imagina que vas a una librería a comprar una libreta. Esta cuesta un euro. Pero cuando vuelves a por otra te dice que ahora cuesta un euro y medio. Eso ha hecho que, cuando saca cálculos de quienes los compran, se dé cuenta que ha pasado de tener 40 ventas a solo 23.
Primero necesitas saber el % del cambio de la demanda. Es decir, saber qué tanto por ciento hay de tener 40 ventas a pasar a 23. Dividiendo 40 entre 23, multiplicándolo por 100 y luego restando 100, obtenemos que la proporción es del 74% (redondeando).
Por su parte, ahora nos encargamos del cambio del precio. Y hacemos lo mismo con lo que obtenemos un 50%.
Aplicamos la fórmula:
Elasticidad de la demanda = 74% / 50%
Elasticidad de la demanda = 1.48%
Lo cual nos indica que es elástica.
Como ves, la elasticidad de la demanda puede ser un elemento que te indique las consecuencias de una subida o bajada de precio con respecto a la demanda o no de ese producto o servicio. ¿Tienes más dudas? Te las resolvemos.