Ventajas y desventajas de operar con derivados

MEFF, el mercado de derivados de BME ha participado en la creación del Comité Europeo de Acciones Corporativas (ECAC) junto al resto de grandes mercados europeos de Derivados Regulados que cumplen con MiFID II o con regulaciones similares no pertenecientes a la UE. El objetivo de este grupo de trabajo es armonizar los ajustes relacionados con los eventos corporativos que afectan a los contratos de derivados, como las Ofertas Públicas de Adquisición (OPAs) o las fusiones, por ejemplo.

En este sentido, los miembros del Comité consideran que es fundamental que no se produzca una desestabilización del mercado debido al tratamiento diferente de las acciones corporativas entre los mercados de derivados. Además del mercado de derivados de BME, forman parte del ECAC la Bolsa Italiana, Eurex, Euronext, ICE y Nasdaq Estocolmo. Todos ellos mantendrán a partir de ahora un contacto continuo y se reunirán periódicamente para estar alineados en el tratamiento de los eventos corporativos y así garantizar un mercado eficiente, justo y ordenado.

Pero en cualquier caso, debemos de saber que operar con derivados a través de sus diferentes productos financieros no es proceso sencillo para los pequeños y medianos inversores. Si no que por el contrario, le conlleva una serie de riesgos que son convenientes de resaltar para que no haya sorpresas de última hora tal y como ha pasado en los últimos años. Porque en efecto, es un producto para la inversión muy especial y que no todos los perfiles de usuarios puede asumir por diferentes circunstancias. Más allá de la alta volatilidad en sus posiciones y que pueden llevar a situaciones excepcionales, en uno u otro sentido.

¿Qué son los derivados?

Para empezar hay que indicar que los derivados son unos productos financieros que se caracterizan sobre todo por su excesivo apalancamiento y que es lo que le diferencia, por ejemplo, de la compra y venta de acciones en la bolsa. No en vano, los productos derivados son instrumentos financieros cuyo valor deriva de la evolución de los precios de otro activo, denominado “activo subyacente”. En donde radica la mayor complejidad en sus modelos de inversión. Porque no podemos olvidar que no estamos ante un producto al uso o convencional. Si no que por el contrario es algo diferente tal y como vas a comprobar a continuación.

Una de las características de los productos derivados es que pueden negociarse, tanto en  mercados organizados como en los no organizados. De ahí que haya mayor complejidad para contratarlos porque no se saben muy bien los canales por los que se comercializan. A modo de ejemplo, hay que indicar que en nuestro país el mercado oficial de futuros y opciones financieras es el MEFF, donde se negocian futuros y opciones sobre el Ibex 35. Pero también se materializan sobre otros activos financieros menos convencionales pero que pueden ser objeto de nuestras operaciones.

Características en las negociaciones

Por lo que respecta a este apartado, hay que indicar que una de sus particularidades más especiales reside en el hecho de que basa su inversión en lo que es un activo subyacente, no sobre la cotización de unas acciones como en la compra y venta de las mismas en bolsa. Mientras que por otra parte, se basa en un contrato se puede comprar o vender en cualquier momento de la sesión de negociación. Es decir, no hay que esperar a la fecha de vencimiento como viene siendo habitual con buena parte de los productos bancarios y financieros. Siendo muy recomendable que las operaciones se llevan a cabo a través de un intermediario autorizado.

Por otra parte, también se distinguen porque en algunos casos no queda más remedio que realizar un depósito de garantías. Esto es algo que puedes ver muy en las operaciones en futuros y que se puede trasladar a otros modelos en la inversión. Por lo que respecta a las comisiones y gastos en su gestión y mantenimiento hay que decir que por lo general son más expansivas, aunque existen unas diferencias muy amplias entre unos u otros formatos. En cualquier caso, te va requerir un mayor esfuerzo económico. En donde serás tú mismo quien tendrá que decidir si merece o no la pena llevarlo a cabo a partir de estos momentos.

Clases de productos derivados

Una cosa que tienes que saber es que no hay un solo producto derivado, sino varios y de diferente naturaleza y condición. En este sentido, no cabe duda de que  podemos encontrar los siguientes tipos de productos derivados. Que van desde algunos muy populares entre los inversores especuladores como son los warrants a otros más desconocidos como los certificados. Pero si quieres una lista de estos productos financieros aquí te la mostramos para que la tengas presentes en tus inversiones en cualquier momento de tu vida.

  • Futuros.
  • Certificados.
  • Opciones.
  • Warrants.
  • Contrato de opciones
  • CFD.

Cada uno de los productos con sus propias características, pero con un denominador común y es que se tratan de derivados. Con los que se puede rentabilizar los ahorros desde otra estrategia en la inversión que conlleva más riesgos en las operaciones.

Ventajas de los derivados

No cabe duda de que uno de los grandes beneficios que te reporta esta clase de productos financieros es que no tienes porqué limitarte a la compra y venta de acciones en bolsa. Si no que por el contrario tienes abiertas nuevas oportunidades de negocio, incluso si la situación de los mercados de renta variable no es la mejor de las deseadas. Es decir, te permite estar siempre invertido o mantener el dinero en actividad para conseguir altas rentabilidades que es al fin y al cabo de lo que se trata en este sector. Por otra parte, son productos que cada vez están siendo más comercializados por parte de las entidades financieros.

Al hablar de las ventajas en esta clase de productos para la inversión tan especiales no nos podemos olvidar en ningún momento el hecho de que son más conocidos por un segmento muy relevante de los pequeños y medianos inversores. Hasta el punto de que centran parte de sus estrategias de inversión en algunos de estos modelos de inversión. Es el caso de los warrants que ya es uno de los clásicos para invertir el dinero al margen de la compra y venta de acciones en la bolsa. A diferencia de hace algunos años en que era un producto financieros nuevo y emergente que tenía el rechazo de buena parte de los usuarios.

Desventajas de los derivados

La principal de ellas es el riesgo que se puede generar en sus operaciones debido al alto apalancamiento y que puede llevar a situaciones muy poco deseadas por parte de los inversores. Es cierto que con los productos derivados puedes ganar mucho dinero, pero también dejarte muchos euros por el camino. Por otra parte, los derivados requieren de un mayor conocimiento en su mecánica ya que no son productos que se pueden entender muy fácilmente, sino más bien lo contrario. En este sentido, requerirás de un mayor nivel de aprendizaje en las operaciones si no quieres que puedan ser más un problema que una solución a tus necesidades en el mundo de la inversión.

Mientras que por otra parte, también está el elemento informativo ya que son más difíciles para seguir que los modelos convencionales o más tradicionales en el sector de la inversión. Tampoco puede olvidarse de que estos formatos en la inversión no son la mejor estrategia para crear una bolsa de ahorro estable y equilibrada de cara al medio y largo plazo. Si no que por el contrario, va dirigida a los plazos más cortos en su permanencia. En donde no es el usuario quien domina los espacios de tiempo tal y como pasa en fondos de inversión y operaciones en bolsa.

¿Conviene o no contratarlos?

Se trata de la pregunta del millón pero que tiene muchos matices en su contestación. En especial por el nivel de adaptación a esta clase de operaciones tan complejas por parte de los pequeños y medianos inversores. Pero en todos los casos, por unos importes monetarios que no sean muy elevados y de esta forma protegerse mejor de los movimientos que se generen en los mercados financieros. Otro de los aspectos de debe valorarse es saber ajustar los precios, tanto de entrada como de salida en las posiciones de los productos derivados. El éxito puede depender en algunas ocasiones de este pequeño detalle.

También es muy relevante si tenemos la necesidad de invertir nuestro dinero a través de productos tan sofisticados como son estos. Si no hay urgencia de este tipo no hay que optar por estos modelos en la inversión. Servirá la compra y venta de acciones en bolsa para satisfacer nuestras necesidades de rentabilizar los ahorros disponibles hasta esos momentos. Al igual que en función del perfil que aportemos como pequeño y mediano inversor: agresivo, intermedio o defensivo. Solo lo primeros están habilitados para realizar y llevar a cabo estas operaciones en los mercados financieros. Además, son los que más habituados están con esta clase de movimientos con los activos subyacentes y que puede determinar que la operación vaya al éxito o al fracaso. Desde luego que es así de sencillo.


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