Qué es una trampa bajista y cómo no caer en ellas

Durante los primeros 15 días de febrero, Bitcoin perdió cerca de un 12% de su valor para seguidamente alzar el vuelo con un flamante 18% de subida marcando el nuevo máximo de este año sobre los 25.000 dólares. Este movimiento es una trampa bajista popularmente conocido como una «trampa para osos» para los inversores que vendieron después de la caída, o para los traders que trataron de ponerse en corto esperando beneficiarse de un movimiento a la baja aún mayor. Veamos cómo podemos detectar estas trampas y usarlas en nuestro favor.

Qué es una trampa bajista.

Tal y como indica la frase, una trampa bajista es un momento en el que vemos que el precio puede bajar mucho más, pero en vez de eso de golpe cambia la dirección y se dispara al alza. Esto ocasiona que los traders que se posicionaron en corto esperando que el movimiento bajista siguiera sean liquidados de manera masiva. Estas trampas acostumbran a desarrollarse en tres fases:

  1. Fase de acumulación: el activo en cuestión se encuentra en un movimiento alcista que beneficia a los inversores que se subieron a la tendencia.
  2. Colocando la trampa bajista: en este momento la tendencia alcista empieza a mostrar signos de agotamiento y a continuación inicia un movimiento bajista que se ejecuta rápido y con fuerza. Este evento suele venir acompañado de malas noticias que hace que los inversores empiecen a posicionarse en corto a la espera de un movimiento bajista mayor.
  3. Ejecución de la trampa bajista: Aquí es cuando de golpe, la cotización del activo en cuestión se dispara en dirección contraria velozmente. Esto provoca liquidaciones de los traders que se posicionaron en corto, ocasionándoles grandes pérdidas. Esto a su vez provoca que los traders se vuelvan a unir de nuevo al movimiento alcista tratando de recuperar las pérdidas ocasionadas por caer en la trampa.
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Las tres fases de una trampa bajista. Fuente: Tradingview.

Recientemente hemos podido ver la consecución de una trampa bajista en Bitcoin. Durante el mes de enero vimos una revalorización asombrosa de Bitcoin, precedida de signos de agotamiento de tendencia al empezar el mes de febrero. A continuación empezó la segunda fase de la trampa con las noticias sobre el cierre del staking de Kraken y la sanción de 30 millones impuesta por la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC). Esto ocasionó la bajada del 12% que hemos mencionado al principio, la que podemos considerar la colocación de la trampa bajista. Seguidamente, el informe sobre la inflación de EE.UU. publicado el pasado martes sorprendió a los inversores con expectativas positivas, lo que ayudó a Bitcoin a remontar la pérdida ocasionada por la sanción de la SEC.

Cómo detectar una posible trampa bajista.

Detectar las trampas bajistas no siempre es fácil, dado que precisamente su naturaleza es la de engañar a los inversores. Pero hay una estrategia que podemos seguir para tratar de detectarlas y poder aprovecharnos de ellas. Esta estrategia se basa en las bandas de Bollinger, que si no conocéis su funcionamiento podéis repasarlo en este artículo que publicamos anteriormente en el blog. Vamos a ver en qué se basa esta estrategia:

  1. El 9 de febrero cuando vimos a Bitcoin caer cerca de un 5% por las noticias negativas del cierre del staking de Kraken por orden de la SEC, podemos ver cómo las bandas de Bollinger se ensancharon a medida que la volatilidad aumentaba. El precio de Bitcoin terminó la jornada por debajo de la banda inferior, cerrando con el cuerpo de la vela bajista por fuera de ella.
  2. El siguiente día 10 de febrero las bandas se ensancharon mucho más y se repitió la misma situación con un cierre con el cuerpo fuera de la banda. Esta sería la señal que nos indica que la trampa bajista ha sido colocada.
  3. Pero el 11 de febrero, las cosas cambiaron: Bitcoin tuvo un día verde, con su vela diaria cerrándose por encima de la banda inferior. Esto nos mostró que los toros (compradores) no estaban dispuestos a tirar la toalla y que los osos (vendedores) empezaban a perder fuerza. Es decir, podemos interpretar este movimiento como una alerta de una posible subida del activo en vez de una continuación del movimiento bajista.
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Trampa bajista en Bitcoin en la semana del 9 de febrero. Fuente: Tradingview.

Este ejemplo que hemos expuesto no es la única (ni la última) en surgir en la cotización del Bitcoin. Anteriormente pudimos ver una trampa bajista durante el mes de septiembre de 2021 o anteriormente en dos ocasiones durante el año 2017:

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Trampas bajistas de 20121 y 2017 en Bitcoin. Fuente: Tradingview.

Conclusiones sobre las trampas bajistas

Mantener una inversión a largo plazo es todo un desafío, sobre todo en activos con alta volatilidad como las criptomonedas. Siempre que compramos y mantenemos la inversión en beneficios es fácil, pero a lo largo del camino nos debemos enfrentar a caídas que nos hacen dudar si estamos haciendo lo correcto. Por tanto, estas trampas bajistas nos pueden servir para posicionarnos de nuevo y seguir acumulando bitcoin a precios más bajos. Esto puede ser mucho más seguro que comprar después de un movimiento alcista en el corto plazo, lo cual es un ambiente ideal para las trampas alcistas. Estas son las que suelen atrapar a los compradores que llegaron tarde a la tendencia, lo cuál vamos a querer evitar a toda costa.


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