La inesperada depreciación de los mercados de renta variable está llevando a muchos pequeños inversores a variar sus carteras de acciones. Impulsando, como estrategia para dotarles de mayor seguridad, un mayor peso específico de los valores que reparten dividendos entre sus accionistas. Siendo el Ibex-35 uno de los índices en donde más se prodiga este reparto de beneficios. Ofrecen un rendimiento anual de entre el 2% y 8%, en función del pago de cada compañía.
Sobre este aspecto, hay que recordar que las empresas cotizadas españolas repartirán durante este año unos 27.000 millones de euros en concepto de dividendo, según las estimaciones a las que ha llegado la gestora española de fondos Gesconsult. Y en donde recomienda, en al actual contexto bajista de las bolsas, que se invierta los ahorros en valores que abonen el dividendo en efectivo, y no reinvertirlo en acciones.
Desde este escenario que presenta esta clase de valores, la estrategia de los ahorradores deberá ir enfocada a promover la liquidez de sus cuentas corrientes. Y una de las formas más efectivas se canaliza a través del dividendo. Pero, ¿sabemos realmente en que consiste este pago? Pues bien, es la parte proporcional de beneficios que se reparten entre los accionistas de la empresa. Y de lo que puedes beneficiarte si eres tu uno de ellos.
No todas las compañías cotizadas generan beneficios en su actividad empresarial, ni mucho menos, y solamente un selecto grupo de valores del índice de referencia nacional muestran esta pujanza en sus respectivos negocios. Como consecuencia de ello, se encargan de repartirlo entre los inversores regularmente todos los años, y en función de los beneficios generados en sus cuentas empresariales.
Suelen coincidir con las empresas más potentes de la economía nacional que cotizan en los mercados bursátiles. Generalmente procedentes del sector bancario, eléctrico, petrolero y de telecomunicaciones. Pero su política de retribución no siempre es la misma. Proporcionando, en cualquier caso, una extensa oferta de la que puedes aprovecharte para conformar tu cartera de inversión en los próximos meses a partir de esta estrategia tan particular.
¿Cómo se realiza el reparto de los dividendos?
No siempre se realiza de la misma forma, sino que varía en función de la estrategia elegida por las empresas. La forma más habitual es abonarlo en efectivo, de forma que los accionistas lo reciben en su cuenta en los plazos habilitados para canalizar los cargos. De esta forma los beneficiados podrán contar con unos ingresos adicionales en su cuenta de resultados. Ayudándoles a planificar de forma más óptima sus presupuestos domésticos.
No obstante, hay otra modalidad que cada vez se está imponiendo con mayor agresividad en el panorama bursátil español. Se trata del dividendo flexible, aunque quizás lo conozcas por su nombre en inglés (script dividend). Es un formato, de reciente implantación, que permite a los inversores elegir entre recibir dinero en metálico, o por el contrario, por medio de acciones.
Si optas por esta última posibilidad, el efecto más inmediato es que no repercutirá en el dinero que tengas disponible en tu cuenta corriente. Pero a cambio, potenciarás aún más tu inversión, con un mayor número de acciones de la compañía. Con la posibilidad real de incrementar tu patrimonio si los precios suben en los mercados.
Deberás elegirlo en función de tus necesidades reales, pero sobre todo en dependencia de la tendencia que muestre el valor seleccionado en esos momentos. Como consecuencia de ello, si la empresa cotizada muestra un notable empuje alcista, quizás sea más rentable reinvertirlo con más acciones. No en vano, podrán revalorizarse y ya tendrás tiempo de venderlas para quedarte definitivamente con las plusvalías generadas.
Por el contrario, si la empresa está inmersa en un proceso bajista de gran consistencia, no será muy prudente optar por las acciones nuevas, ya que perderás dinero en la operación. Y lo más sensato será que hagas caja a través del pago en efectivo. De cualquier forma, será una decisión muy personal que solamente dependerá de ti, y no de otros factores.
¿Cuántos dividendos se reparten al año?
Todavía hay algunos inversores, especialmente los menos experimentados, que están en la falsa creencia que se hace a través de un reparto único al año. Nada más lejos de la realidad. Porque en efecto, puede ser solamente un pago en cada ejercicio, pero están habilitadas otras formas de distribución. Van desde los abonos semestrales, los más habituales entre los integrantes del Ibex-35, hasta de forma trimestral. Esta última modalidad es la elegida por la mayoría de bancos españoles, que realicen cuatro pagos al año.
En función de esta variable, hasta puede darse el caso que elijas los valores en función de la regularidad de los pagos efectuados, y que te ayudarán a afrontar mejor los gastos de cada mes, o incluso de todo el año. Y claro está, como por otra parte es lógico, a medida que tengas más acciones tus cobros por medio de los dividendos serán más generosos.
No en vano, tendrás que multiplicar el importe del dividendo por el número de acciones tengas en tu cartera de inversión. El resultado de esta sencilla operación es el que irá a parar a tu cuenta o libreta de ahorro, en el mismo día en se desarrollen los pagos.
Renta fija dentro de la variable
Optar por los valores con dividendos es una estrategia muy común entre los ahorradores más conservadores, con un plazo de permanencia muy largo, generalmente a partir de tres años. Van conformando un sistema de retribución todos los años, por el cual se estarás asegurándote un rendimiento fijo y asegurado todos los ejercicios. Con toda seguridad que por encima del 3%, lo que mejorará notablemente la rentabilidad generada desde los principales productos bancarios de renta fija (depósitos, pagarés, deuda pública, bonos, etc.).
Estos últimos diseños se mueven bajo unos márgenes realmente modestos, y completamente insatisfactorios para los intereses de los ahorradores españoles. Entre el 0,20% y 1%, como consecuencia de la reciente decisión del Banco Central Europeo (BCE) de abaratar el precio del dinero, y que se ha plasmado en una bajada radical en los tipos de interés europeos, que prácticamente están en cero. Como medida para impulsar la reactivación de la economía de la zona euro.
Ante este escenario monetario, no es de extrañar que muchas personas, como puede ser en tu caso, se hayan decantado por este modelo de ahorro para rentabilizar su patrimonio personal. Más allá de como puedan evolucionar los mercados de renta variable en los próximos meses. Es más, puedes ir perdiendo dinero en tus inversiones, pero a la vez dotándote de un rendimiento garantizado todos los años, e independientemente de cómo coticen las acciones en las plazas bursátiles.
¿Cuánto pagan las empresas cotizadas?
El mercado continuo español es uno de los más activos para repartir esta retribución entre los accionistas. Con una oferta que realmente satisface los deseos de éstos para dotarse de mayor liquidez. Y que implican a casi todos los sectores de los mercados, con propuestas muy sugerentes para todos los perfiles de usuarios. Desde los más conservadores a los más agresivos, y a través de la cual puedes conformar una bolsa de ahorro con mayor seguridad para los próximos años.
De hecho, la bolsa española se ha constituido en toda una fuente de empresas que dan dividendos. Y por encima de la generada por otras plazas bursátiles internacionales, ya que ofrecen un retorno medio que se aproxima hasta la barrera del 5%. Aunque si quieres superar estos márgenes de beneficios, no tendrás ningún problema para conseguirlo, incluso casi doblando este rendimiento. Algunas de ellas, incluso se aproximan a reparto de dos dígitos.
Si deseas lograr una más elevada rentabilidad no tendrás más remedio que comprar las acciones de empresas como Repsol, Telefónica, Endesa, Mapfre, Sacyr, Abertis, Enagás, Acerinox y Gas Natural. Son las que encabezan la lista de las cotizadas que ofrecen en estos momentos la mejor rentabilidad por dividendo, con porcentajes que oscilan entre el 5% y el 9%. Algunas los reparten a través de un solo pago único, mientras que otras hacen efectiva la operación en varios cargos anuales.
Son precisamente los períodos correspondientes al verano y al invierno donde se formalizan estos pagos, algunos de ellos de forma fraccionada. Y que en todos los casos, son anunciados por las empresas afectadas con cierta antelación, para que puedas ir planificando tu cartera de inversión con mayor eficacia.
Como alternativa, también saliendo del mercado nacional puedes obtener estos importes, aunque bajo márgenes mucho más modestos. Y en donde el sector eléctrico se constituye – como ocurre en el panorama nacional – en la mayor fuente de estos pagos regulares.
Tratamiento fiscal de los dividendos
Otro de los aspectos relevantes para decantarte por el pago de los dividendos se basa en su tratamiento fiscal, y que es conveniente que conozcas, para comprobar si te conviene utilizar esta estrategia de gestión. En primer lugar, cobrarás este pago en neto. ¿Qué quiere decir? Pues muy sencillo, que lo recibirás a en tu cuenta corriente una vez descontados la cuantía de la retención a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
De esta forma, no será la cantidad anunciada por la compañía, sino que será algo inferior como consecuencia de la aplicación de los descuentos fiscales. No en vano, es frecuente que los pequeños inversores menos experimentados piensen que ha habido una confusión, o sencillamente un error en el traslado de los importes derivados de esta retribución que recibes como accionista. Pero comprobarás que todo es correcto, y lo que te hacen es descontarte los impuestos.
Dividendos si, pero lo primordial es conseguir rendimiento en las cotizaciones.