La Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) es una herramienta fundamental en el mundo de las finanzas, utilizada para evaluar la viabilidad y rentabilidad de proyectos de inversión. Es una métrica esencial para inversionistas, empresas y profesionales de las finanzas, ya que proporciona una visión crítica de la rentabilidad de un proyecto a lo largo del tiempo. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la TIR, para qué sirve, cómo es su fórmula de cálculo y cómo podemos calcularla de manera sencilla utilizando Microsoft Excel/Hojas de cálculo.
¿Qué es la tasa interna de rentabilidad (TIR)?
La tasa interna de rentabilidad (TIR) es una métrica utilizada en el análisis financiero para estimar la rentabilidad de posibles inversiones. La TIR es un tipo de descuento que hace que el valor actual neto (VAN) de todos los flujos de caja sea igual a cero en un análisis de flujos de caja descontados. Los cálculos de la TIR se basan en la misma fórmula que el VAN. Hay que tener en cuenta que la TIR no es el valor real en dólares del proyecto. Es la rentabilidad anual que hace que el VAN sea igual a cero. En términos generales, cuanto mayor es la tasa interna de rentabilidad, más deseable es acometer una inversión. La TIR es uniforme para inversiones de distintos tipos y, como tal, puede utilizarse para clasificar múltiples inversiones o proyectos potenciales sobre una base relativamente uniforme. En general, al comparar opciones de inversión con otras características similares, la inversión con la TIR más alta probablemente se consideraría la mejor.
Para qué sirve la TIR
El objetivo último de la TIR es identificar la tasa de descuento que hace que el valor actual de la suma de las entradas de efectivo nominales anuales sea igual al desembolso neto inicial de la inversión. Se pueden utilizar varios métodos cuando se busca identificar una rentabilidad esperada, pero la TIR suele ser ideal para analizar la rentabilidad potencial de un nuevo proyecto que una empresa está considerando emprender. Cabe destacar que en la TIR como la tasa de crecimiento que se espera que genere anualmente una inversión. Por lo tanto, puede ser muy similar a una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC). En realidad, una inversión no suele tener la misma tasa de rentabilidad cada año. Por lo general, la tasa de rentabilidad real que acabe generando una inversión determinada diferirá de su TIR estimada.
Cómo calcular la TIR
Tenemos diferentes maneras de poder calcular el TIR, las cuáles van desde:
- Utilizando la fórmula, nos fijamos que el VAN sea igual a cero y se resolvería para el tipo de descuento, que es la TIR.
- La inversión inicial siempre es negativa porque representa un flujo de salida.
- Cada flujo de caja posterior podría ser positivo o negativo, en función de las estimaciones de lo que el proyecto aporte o requiera como inyección de capital en el futuro.
- Debido a la naturaleza de la fórmula, la TIR no puede calcularse fácilmente de forma analítica y, en su lugar, debe calcularse de forma iterativa mediante ensayo y error o utilizando software programado para calcular la TIR (por ejemplo, utilizando Excel).
Calcular el TIR en Excel
Todo lo que hay que hacer es combinar los flujos de caja, incluido el desembolso inicial y las entradas posteriores, con la función TIR. La función TIR se encuentra haciendo clic en el icono Insertar fórmulas (fx). A continuación tenéis un ejemplo sencillo de análisis de TIR con flujos de caja conocidos y periódicos anualmente (con un año de diferencia). Supongamos que una empresa está evaluando la rentabilidad del Proyecto X. El Proyecto X requiere 250.000 $ de financiación y se espera que genere 100.000 $ de flujos de caja después de impuestos el primer año y que crezca 50.000 $ cada uno de los cuatro años siguientes. En este caso, la TIR es del 56,72%, que es bastante alta.