Muchos inversores dedican mucho tiempo a pensar en qué activos incorporar a sus carteras y luego dedican muy poco tiempo a pensar en cuánto capital deben asignar a cada posición. Es un gran error, y puede conducirnos a confeccionar carteras desequilibradas e innecesariamente arriesgadas. Pero siguiendo estos dos sencillos pasos, podemos evitar ese error y construir una cartera más sólida y segura…
¿Cuáles son los dos pasos?👞
1. Distribuir nuestros activos en función de su nivel de volatilidad.💥
Vamos a suponer que tenemos más predilección por dos tipos de inversiones. Por una parte tenemos una inversión en criptomonedas como el bitcoin (BTC) y por otra una inversión en acciones como Coca-Cola (NYSE:KO). Buscamos que nuestra cartera tenga un equilibrio total. La opción más sencilla sería dividir la cartera al 50%.El problema es que son dos clases de activos muy diferentes, y eso no nos dará la combinación que buscamos.
Por una parte, el precio del bitcoin tiene más volatilidad que el de las acciones de Coca-Cola, que tienen menor volatilidad. La volatilidad anualizada del Bitcoin es del 61%, unas cuatro veces más que el 16% de las acciones de Coca-Cola. Entonces, si hacemos una inversión en acciones de Coca Cola y una inversión en bitcoin y le asignamos 100 dólares a cada una de ellas, podemos esperar que nuestra inversión en bitcoin se mueva (al alza o a la baja) en 61 dólares este año, y la inversión en acciones de Coca-Cola sólo en 16 dólares.
Tener una asignación del 50/50 significa que tenemos más convicción sobre el bitcoin, porque los beneficios que nos puede generar son mayores en comparación con los que nos puede generar la inversión en acciones de Coca Cola. En otras palabras, nuestra cartera estará dominada por el bitcoin, a pesar de haber sido asignada inicialmente con la misma proporción en ambos activos. Para eliminar este sesgo, y hacer que la contribución de cada una de tus inversiones esté más alineada, tienes que asignar menos a esos activos de «alto octanaje» y más a los de «bajo octanaje». En nuestro ejemplo, significa invertir unas cuatro veces más dinero en Coca-Cola que en bitcoin. Es decir, un 17% en bitcoin y un 83% en Coca-Cola.
2. Distribuir nuestros activos en función de sus ventajas de diversificación.🧺
Supongamos que tenemos una inversión en acciones, en concreto de 9 acciones. También estamos pensando en añadir oro a la combinación. Suponiendo que sus volatilidades son similares, podría ser tentador ponderar la cartera en partes iguales, asignando un 10% de la cartera a cada una. Pero esto no sería lo más óptimo, dado que el oro aportará muchas más ventajas de diversificación a nuestra cartera actual que otra acción. Al fin y al cabo, nuestra cartera ya está compuesta en su totalidad por una inversión en acciones, y éstas suelen moverse de manera similar.
El oro, en cambio, se mueve por factores diferentes. Se beneficia cuando el crecimiento económico es débil y la inflación es alta, mientras que la inversión en acciones se beneficia cuando esas condiciones se invierten. Por tanto, dedicaremos más parte de nuestra cartera al oro y menos a la inversión en acciones. De esta manera, agregamos beneficios de diversificación a esta combinación, y probablemente tendrá una buena rentabilidad cuando nuestra inversión en acciones tengan problemas.
Una forma útil de medir las ventajas de diversificación de un activo es observar su correlación con otros activos. Los activos que se mueven perfectamente en tándem tienen una correlación de 1, mientras que los activos que se diversifican perfectamente entre sí tienen una correlación de -1. Cuanto menor sea la correlación de un activo con el resto de la cartera, más útil es como herramienta de diversificación y más peso debería darle.
Entonces, ¿cómo ponemos esto en práctica en nuestras carteras?🧐
Para empezar, vamos a suponer que sabemos que queremos tener en nuestra cartera una inversión en acciones, algo de oro y algo de bitcoin. Podemos determinar las asignaciones de nuestra cartera en función de las ventajas sobre la volatilidad y diversificación de cada clase de activo, utilizando un método llamado «paridad de riesgo«. De esta manera usamos el ratio riesgo-beneficio que cada activo puede aportar a nuestra cartera. Como os hemos enseñado en otras ocasiones, la página Portfolio Visualizer tiene muchas herramientas útiles como ésta. Todo lo que tenéis que hacer es seleccionar los activos que queréis añadir a vuestra cartera, seleccionar “paridad de riesgo» como objetivo de optimización y después comparamos “la asignación con la volatilidad inversa ponderada”. Finalmente pulsamos el botón de optimización y … ¡Ya tenemos la asignación basada en los dos pasos que acabamos de explicar.
Como podéis ver, el oro ha recibido un peso mucho mayor que los demás activos. Esto no sólo se debe a que es el activo con menor volatilidad (un 14%), sino también a que es el más indicado para diversificar, con una correlación de cero con los demás activos. Al tener un mayor peso en él, nuestra cartera es más fuerte. Esa es también la razón por la que la inversión en acciones de sectores defensivos como Walmart y Colgate-Palmolive han recibido una mayor ponderación que los de alta volatilidad como Tesla o la inversión en acciones cíclicas como General Motors. En cuanto al Bitcoin, la principal razón por la que hay que asignarle sólo un 3% es porque tiene una volatilidad cuatro veces superior a la media de la inversión en acciones. Por lo tanto, no es necesario tener tanto para tener un impacto considerable en nuestra cartera.
¿Tiene algún riesgo aplicar estos pasos?😮
Estas ponderaciones nos ofrecen una recomendación, como una sugerencia de cuánto asignar a cada una de nuestras posiciones, suponiendo que no tenemos fuerte convicción en un activo sobre los demás. Si fuera el caso, lo mejor sería asignarle un poco más, pero sin desviarnos demasiado de la asignación original, ya que esto puede desequilibrar nuestra cartera. Así que, si confiáis en el bitcoin, por ejemplo, mejor no dedicarle más de un 6%, o el doble de la asignación sugerida. La convicción es importante pero es más útil para determinar qué agregamos a nuestra cartera que para determinar las cantidades de asignación.