Si has trabajado alguna vez en la restauración, ya sea como camarero o como dueño de un bar o un restaurante, es posible que algún cliente, debido al buen trato que le has dado, te deje propina. Pero, ¿te has planteado si se consideran las propinas dinero negro?
La respuesta rápida, fácil y directa es sí. Pero lo cierto es que hay mucho más detrás de este tema. Y es justo de lo que queremos hablarte a continuación. ¿Vamos a ello?
Qué son las propinas
Las propinas según la RAE (Real Academia Española) son:
«Agasajo que sobre el precio convenido y como muestra de satisfacción se da por algún servicio. Gratificación pequeña con que se recompensa un servicio eventual».
Dicho de otra forma, las propinas son un agradecimiento económico que algunas personas pueden tener con otras por el servicio prestado durante un tiempo.
Estas propinas son opcionales en España, si bien en otros países están reguladas y se establece un mínimo según el tipo de consumo o bien el establecimiento en el que se realizan los servicios.
En cuanto a la cantidad, puede ser desde unos céntimos a varios euros o más, dependerá de la persona que quiera gratificar al trabajador por su atención. El problema es que esa cantidad de dinero no se refleja en ningún sitio.
Pongamos un ejemplo. Imagina que eres camarero y has atendido en una boda a los comensales. Estos están muy contentos con tu atención y al final te recompensan con una propina de 50 euros. Sin embargo, en el tique de esa boda, no se refleja la propina, sino que ese dinero va aparte.
Cómo se consideran las propinas: dinero blanco o negro
Al principio, te hemos dicho que, si tuviéramos que decirte de forma directa y sin entrar en detalles, si las propinas son dinero negro o blanco, te diríamos negro. Pero hay que tener en cuenta otra cosa.
Y es que la persona que te da el dinero sí que lo ha regulado, porque puede ser de su sueldo, de un ayuda, de un préstamo… Dicho de otro modo: es dinero blanco, limpio.
Ahora bien, cuando esa persona da esa propina a otra, el dinero, al no tener un registro (el trabajador no te da un acuse de recibo, ni una factura… nada de eso) entonces, es como si se transformara en dinero negro. Porque al final este no se va a registrar ni tampoco tributará a Hacienda, lo que implica que no se van a aplicar impuestos ni el Estado puede entrar a exigir las propinas.
Entonces, ¿es dinero negro? Sí, pero proviene del dinero blanco.
Ahora bien, para muchos trabajadores, esas propinas son la diferencia entre no llegar a fin de mes a pesar de un sueldo, y hacerlo, aunque sea a duras penas. Hay que recordar que los salarios de camareros y otros trabajadores del sector servicio no son muy altos y las propinas suponen una ayuda. Es por eso que intentan ofrecer el mejor servicio posible para lograr una mayor cantidad de propinas.
Cada una de ellas es del trabajador que ha realizado el servicio, aunque en muchos casos todos los trabajadores juntas esas propinas y las dividen también con los cocineros y ayudantes ya que, sin ellos, el trabajo no saldría adelante. Forman, así, un grupo en el que poder repartir igualitariamente las propinas, siempre que todos trabajen igual, por supuesto.
¿Qué dice Hacienda sobre que las propinas son dinero negro?
Como habrás leído, para Hacienda las propinas deberían tributar. Son consideradas como rendimientos del trabajo y se basan en que es una deducción de la propia ley del IRPF y del reglamento. Es el empresario el que tendría que recopilar todas las propinas y retener el tanto por ciento de estas para tributar por ellas.
Ahora bien, la realidad es que esto no pasa. Y tampoco la Agencia Tributaria va a hacer una campaña para que los empresarios incluyan las propinas en el impuesto sobre la renta.
Hay que tener en cuenta que hablamos de una cantidad que suele ser pequeña y que es muy difícil de controlar, tanto por el empresario como por Hacienda, porque estas no dejan rastro, salvo que sean pagadas a través de tarjeta de crédito o débito (en cuyo caso sí se les puede seguir hasta la persona que lo hizo).
¿Realmente las propinas son pocas cantidades?
No tenemos datos exactos, pero según varios periódicos, en España se estima que hay unos cinco mil millones en propinas que no se están controlando. Y es que muchas veces pensamos que esas propinas son las que les dejamos a los camareros, a masajistas o a aquellas personas que dan servicios. Pero, en realidad, hay mucho más.
Vamos a poner un ejemplo claro. ¿Alguna vez has ido a un médico privado? Hablamos sin seguro, de los que tienes que pagar por esa consulta. Si lo has hecho en metálico y el médico o enfermera no te ha dado una factura, ¿cómo sabes tú que ese dinero lo va a facturar a Hacienda? Otra cosa sería si le pagaras por tarjeta, donde entonces ya sí puede tener más problema. Pero, ¿entiendes que también eso puede ser una “propina” por ese servicio que realmente hace que tu dinero blanco o limpio se convierta en dinero negro?
Es cierto que en muchos sectores las propinas solo de unos céntimos que, acumulados por el número de clientes y de días al mes hacen que sea una cantidad mayor (pero casi nunca igual o superior a un salario), pero hay otros casos en los que esas “propinas” pueden ser bastante elevadas (por ejemplo los 150 euros de una consulta).
¿Qué pasará entonces con las propinas?
Teniendo en cuenta que las propinas también evolucionan (hace unos años llegaron las propinas “obligatorias” a la americana) puede darse el caso de que, en algún momento, sean los propios empresarios los que decidan ocuparse de las propinas y luego las repartan con los empleados, de tal forma para que ellos son deducibles como gastos pero, al mismo tiempo, se regularizarían a través de Hacienda.
Sin embargo, habría que saber si realmente merece la pena el esfuerzo para conseguir que esto vea la luz.
Ahora te toca a ti. ¿Qué opinas tú, se consideran las propinas dinero negro? Y en ese caso, ¿crees que deberían regularse de alguna forma? Te leemos en comentarios.