Una de las modalidades de financiación que, cada vez, se ha puesto más de moda en los últimos años es el crédito revolving. Se caracteriza sobre todo por la flexibilidad que ofrece a los usuarios, pero también hay que tener en cuenta los riesgos que conlleva este tipo de financiación.
¿Quieres saber qué es un crédito revolving, cómo funciona y qué ventajas y desventajas tiene? Entonces vamos a ello.
Qué es un crédito revolving
Un crédito revolving es una línea de crédito, o modalidad de financiación que se caracteriza porque el usuario puede disponer de una cantidad de dinero limitada. Pero, no tiene por qué coger toda, sino que puede disponer de ella libremente y después ir amortizando la deuda. Por ejemplo, imagina que pides un crédito revolving de mil euros.
Una vez amortizas esa cifra, el crédito vuelve a estar disponible para ti sin que tengas que iniciar otra vez los trámites para poder solicitar otro préstamo.
El crédito revolving está relacionado con las tarjetas revolving de crédito.
¿Y cómo funciona? Verás, tú tienes una cantidad limitada de dinero. La amortización de ese dinero se efectúa a través de cuotas mensuales en las que pagarías la cantidad que has usado del crédito más los intereses establecidos en el contrato que hayas firmado.
Para que te sea más fácil entenderlo. Imagina que te conceden un crédito revolving de 4.000 euros. Usas 1.000 euros. Eso quiere decir, que sigues teniendo disponible 3.000 euros. Ahora, pagas 100 euros de esos 1.000 que usaste. El crédito disponible ya no será de 3.000 euros, sino de 3.100 euros.
El usuario es quien puede elegir cuánto quiere pagar al mes, siempre desde unos límites que establece la entidad financiera que te da el crédito. De esta forma, conforme tú vas realizando los pagos, el crédito se va renovando. Esto te permite seguir usando esa fuente de financiación sin que tengas que pedir otro crédito o iniciar los trámites de nuevo.
Ahora bien, uno de los problemas es que, si eliges pagar cuotas bajas, entonces esa parte del pago está destinado a los intereses y la deuda se puede prolongar durante años si no tienes cuidado.
Qué ventajas ofrece el crédito revolving
En caso de que estés considerando pedir un crédito revolving seguro que tienes en mente todas las ventajas que te ofrece. El hecho de que puedas elegir la cantidad a pagar al mes, adaptándose a tu capacidad financiera, y siempre desde unos márgenes, te permite personalizar la forma de devolver el dinero sin agobios.
Además, cuentas con esa fuente de financiación renovada sin tener que iniciar trámites. Aun así, a la hora de solicitar un crédito revolving el proceso es bastante rápido y no necesita de trámites complejos.
Por último, si no gastas todo el dinero que tienes disponible, no tienes que pagar los intereses de todo, sino solo de la parte de dinero que utilices. Por ejemplo, si te conceden 3.000 euros y tú solo gastas 500, los intereses que tendrás que pagar no van a ser de 3.000 euros, sino de esos 500 que has gastado.
Desventajas y riesgos del crédito revolving
Visto lo anterior, dirías que un crédito revolving es algo positivo y una buena alternativa a préstamos y ayudas. Pero, no es así. En realidad, tiene algunas desventajas y riesgos a tener muy en cuenta antes de tomar la decisión final. Y es que hablamos de un crédito que suele tener unos tipos de interés mucho más elevados que un préstamo. Además, cuando las cuotas que eliges a pagar mes a mes son bajas, la deuda puede mantenerse en el tiempo casi de forma indefinida, y al final nunca acabarías de pagar. Eso implica que te arriesgas a un sobrendeudamiento, porque como dispones de crédito, haces uso de este y acumulas deudas que, al final van a ser más difíciles de saldar.
Comparativa del crédito revolving con otros tipos de créditos
A la hora de solicitar un crédito, el crédito revolving no es lo único que hay. También tienes créditos personales, tarjetas de crédito, microcréditos online o incluso líneas de crédito bancario.
Todos ellos disponen de unas características especiales. Por ejemplo, en el crédito revolving el TAE habitual ronda el 20-27 % y, aunque es indefinido, tienes unos intereses muy altos comparados con otros créditos. Uno de los que tiene un TAE más bajo es el crédito personal, con entre el 6 y el 12 %; o bien la línea de crédito bancaria, con un TAE del 5-10 %. En ambos casos, la duración es limitada, no indefinida, como el crédito revolving, pero evitas esos intereses altos. Si bien, debes tener cuidado con las penalizaciones por impago o las comisiones por disponibilidad del dinero, que pueden ser elevadas.
Por otro lado, un crédito revolving sí podría ser mejor opción que un microcrédito online, donde el TAE suele estar entre el 30 y el 100 % o más y el coste es desproporcionado, además de que puedes tener penalizaciones por impago.
Ahora que conoces mejor el crédito revolving, ¿te animarías a contar con esta modalidad de financiación?