Renta fija y renta variable

Invertir correctamente nuestro dinero requiere el que tengamos presentes distintos conceptos que nos ayudarán a elegir las opciones correctas para invertir nuestro dinero. Dos de los conceptos que más frecuentemente nos encontraremos son los de Renta Fija y Renta Variable. Para comprenderlos correctamente necesitamos tener bien claro los siguientes conceptos:

¿Qué es rentabilidad Financiera?

Podemos definir Rentabilidad Financiera como la relación porcentual que existe entre los beneficios que obtenemos sobre una inversión de capital propio. El concepto es de suma importancia para socios y propietarios de una empresa ya que es la que indica cuánto dinero ganarán después de haber invertido.

En este caso el concepto se aplica a la renta fija y a la variable y se refiere a los beneficios (o renta) que generan ciertos activos financieros como acciones, bonos o letras. La diferencia entre ambas tiene que ver con el riesgo que corren los inversionistas al elegir cualquiera de las dos.

¿Qué significa invertir?

Invertir significa depositar nuestro dinero en diferentes instrumentos financieros para que estos generen rentabilidad financiera. Esto parte de la premisa de que un inversionista es aquella persona que decide depositar sus ahorros (o capital) en uno de los productos financieros disponibles en el mercado y que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Un ejemplo de esto son las acciones, que son un instrumento financiero debido a que para que las empresas funcionen necesitan de socios inversionistas que aporten el dinero que se necesita para arrancar o seguir funcionando. Entre más éxito tenga la empresa mayores serán las ganancias de los socios inversionistas y mayor será la rentabilidad.

¿Qué significa nivel de incertidumbre?

La incertidumbre es aquella que se presenta en una situación en la que no se conoce por completo la probabilidad de que exista cierto evento. En finanzas es un concepto muy utilizado ya que los inversionistas buscan tener todos los datos y procesos necesarios para reducir lo más posible el nivel de incertidumbre de sus instrumentos financieros.

¿Qué es el riesgo financiero?

El riesgo financiero se puede definir como la probabilidad de que ocurra un evento en el cual perdamos nuestra capital en mayor o menor medida. Abarca tanto el obtener resultados menores a los esperados, llegando incluso a perder por completo ese capital. Existen diferentes tipos de riesgo y todos ellos los debemos de tomar en cuenta antes de elegir dónde invertir:

  • Riesgo de mercado: es aquel que se asocia a las fluctuaciones de los mercados financieros.
  • Riesgo de crédito: Es la posibilidad de que una de las partes del contrato no asuma sus obligaciones.
  • Riesgo de liquidez: Es el que asume que puede ser que una de las partes del contrato no obtenga la liquidez necesaria para asumir sus obligaciones aunque disponga de los activos para hacerlo.
  • Riesgo operativo: Es el riesgo que se asume por la posibilidad de ocurrencia de pérdidas financieras originadas por fallas en los procesos, personas, sistemas o tecnología, así como otros imprevistos.

¿Cómo funciona la Renta Fija?

Para que exista una renta fija se deben de conocer de antemano los flujos de renta que generará una inversión. Para que esto sea posible deben de ser inversiones en las que se cuente con datos históricas o bien, medidas de predicción muy precisas. En este tipo de inversiones entran todos aquellos activos financieros y los títulos valores como las obligaciones, los pagarés, las letras y los bonos. También entran en esta categoría los bienes raíces en alquiler y los sistemas de ahorros como las cuentas de ahorro y los depósitos a plazo.

En el mercado financiero, antes de que se produzca la transacción de estos instrumentos financieros se necesita de una negociación previa para acordar las condiciones y características. Hay que tomar en cuenta que para adquirir un instrumento de renta fija debemos estar listos para invertir cantidades elevadas de dinero, ya que al ser el porcentaje de rendimiento muy pequeño, solo invirtiendo grandes cantidades de dinero veremos ganancias considerables en nuestros ahorros.

La desventaja de la renta fija es que la rentabilidad generada es mucho menor a la que ocurre con la renta variable, pero con la gran ventaja de que el riesgo que se corre de perder todo o parte del capital invertido es mucho menor. Es por esto que se dice que en la renta fija el nivel de incertidumbre es mínimo, ya que se conocen de manera previa el porcentaje esperado de rentabilidad y la fluctuación de esta es casi inexistente.

Normalmente, la renta fija está sujeta a distintas condiciones de disponibilidad del dinero. Es por ello que cuando nos decidamos por invertir en este tipo de instrumentos financieros debemos estar consientes de que es una inversión a largo plazo. Esto es muy útil en sistemas de ahorro para el retiro o planes de pensiones.

¿Cómo funciona la Renta Variable?

Por su parte, la renta variable es aquella que se da en las inversiones en las que no se conoce de antemano los flujos de renta que generarán las operaciones. Estos pueden ser muy altos o muy bajos, o incluso negativos, ya que dependen de diversos factores tanto macroeconómicos como microeconómicos, tales como el desempeño de la empresa, el comportamiento del mercado o la evolución de la economía.

Algunos ejemplos de la renta variable son las acciones, los fondos de inversión y las obligaciones convertibles. Si bien es cierto que por lo general las inversiones de renta variable generan mayor rentabilidad, debemos tomar en cuenta que estas presentan un mayor riesgo. Las inversiones re renta variable son por lo general de corto y mediano plazo. Para operarlas se necesita tener una mentalidad estable para operar con cautela nuestro dinero.

La renta variable tiene un alto nivel de incertidumbre, ya que no se conocen los datos microeconómicos o macroeconómicos que puedan afectar el desarrollo de la empresa, y por ende, su éxito comercial y financiero. En cuanto a la hora de transferir este producto financiero, encontramos que minuto a minuto se venden muchísimas acciones cotizadas de renta variable en el mercado financiero. Otra característica es que en este tipo de inversiones podemos invertir cualquier cantidad de dinero, desde cantidades muy pequeñas hasta valores que sobrepasen los millones.

¿Cómo elegir el tipo de renta que más nos conviene?

Este un término llamado binomio Riesgo-Rentabilidad que cita que a mayor riesgo, mayor será la rentabilidad. A simple vista podríamos pensar que en este caso lo más lógico es que todas las personas inviertan en una renta variable con la cual obtendrán más rentabilidad. Sin embargo, el factor riesgo nos indica que son más altas las probabilidades de que el capital invertido se esfume por completo. Es por este motivo que muchas personas elijen una renta fija, en la que el riesgo es nulo o muy pequeño.

Otro factor que debemos de tomar en cuenta a la hora de elegir un instrumento financiero es la comodidad que cada uno de ellos nos presenta. Si lo mejor para nosotros es estar seguros de que vamos a disponer de un mayor capital una vez finalizado el periodo de inversión, lo mejor es elegir una renta fija que permite incrementar el dinero a través de la generación de intereses. En este sistema también nos podemos despreocupar del dinero invertido y dejarlo crecer por sí solo.

Sin embargo, aquellas personas que tienen un amplio conocimiento sobre el funcionamiento de los instrumentos de inversión, tienen la comodidad de poder adquirir grandes cantidades de dinero en poco tiempo siempre y cuando haya tenido éxito la operación en la que invirtieron. Estas personas no solo saben cómo elegir aquellas inversiones que más rentabilidad generarán, sino que también saben cómo reaccionar ante un momento de pérdida de capital para volver a ganarlo e incurrir en la menor cantidad de pérdida posible.

De esta manera podemos concluir que ambos tipos de inversiones tienen ventajas importantes en cuanto a rendimiento y liquidez. Lo más acertado es analizar la situación financiera en la que nos encontramos y decidir si lo que necesitamos es una inversión en la cual no tengamos prisa por recuperar nuestro dinero siempre y cuando tengamos la seguridad de que este ahí estará, o bien, si deseamos obtener altas cantidades de dinero en poco tiempo sabiendo que esto nos puede llevar a perder todo nuestro capital, por muy pequeño o grande que sea.

Lo más recomendable es invertir en instrumentos tanto de renta fija como de renta variable, investigando por completo todo el contexto antes de tomar una decisión. La mayoría de los inversionistas tienen instrumentos financieros de renta fija en los que invierten de manera formal y estable y de vez en cuando se arriesgan por uno de renta variable. El tener una cartera diversificada nos ayuda a que nuestro capital no dependa por completo de un solo instrumento financiero, siempre y cuando tengamos el conocimiento y la experiencia necesaria para arriesgarnos a invertir de manera inteligente en un instrumento de inversión de renta variable, estando consientes de que existe un riesgo que se debe asumir y tener un plan de acción en caso de la pérdida de capital.


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