Reinvertir los dividendos

Los planes de reinversión de dividendos permiten al inversor la compra automática de nuevas acciones, incrementando con ello el saldo de acciones que se tenga en la entidad financiera, además de ofrecer la posibilidad de obtener una alta remuneración de los dividendos hasta su reinversión a través de las cuentas creadas para este fin. En donde las cuentas para accionistas proporcionan una alta remuneración, por encima de otro tipo de cuentas, entre el 5 % y 7 % de interés nominal anual y suelen estar exentas de comisiones por administración y mantenimiento.

Su principal inconveniente es que para acceder a estos productos es necesario que las acciones estén depositadas en el banco que emite los títulos, lo que implica que haya que cambiar de entidad financiera. Pero en cualquier caso, otra de las opciones que tienen los inversores es la de reinvertir sus dividendos para que de esta forma puedan impulsar su peso en los valores elegidos. Es decir, cada vez tendrán un mayor capital en las acciones compras a una de las compañías que presentan esta característica tan especial.

Se trata de una estrategia que es utilizada con cierta frecuencia por parte de los pequeños y medianos inversores con un perfil más defensivo o conservador. Creando una bolsa de ahorro estable de cara al medio y sobre todo largo plazo. Al tener por tanto un mayor número de acciones sus posibilidades para rentabilizar el capital aumentan progresivamente. Aunque por la misma razón si estas se deprecian las pérdidas serán más abultadas que antes. Todo ello como consecuencia de elevar su presencia en una empresa cotizada a través de esta estrategia en la inversión que cada vez es más frecuentada por parte de los usuarios bursátiles.

Clases de dividendos

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que hay muchas clases en el reparto de dividendos. El escenario ya no es como antes en donde solo quedaba la opción de que esta remuneración  fuese directamente a la cuenta de ahorro de los accionistas. Desde luego que la oferta se ha diversificado y hay por tanto otras formas para cobrar el dividendo que irán en función del perfil que presente el pequeño y mediano inversor. Es decir, si necesita liquidez o por el contrario prefiere incrementar su peso en la empresa cotizada. En cierta medida es un tratamiento personalizado el que ofrece esta clase de remuneración en los mercados de renta variable.

Desde este planteamiento general tan especial es el momento de descubrir las clases de dividendos que se pueden encontrar los pequeños y medianos inversores a partir de estos momentos. Son varios y de diversa naturaleza tal y como vas a poder comprobar en esta información. Algunas de ellas realmente innovadoras en relación con su mecánica en el reparto de los beneficios de las empresas. Y que pueden venirte mejor que las restantes en algún momento de tu vida. Aunque solo son algunas las empresas las que han optado por estas estrategias en la inversión.

Dividendos en efectivo

En el formato de dividendo tradicional, las empresas reparten una parte de sus beneficios, dinero efectivo de su caja, que reciben los accionistas y al que se aplica una retención en el pago (el 19 % en la actualidad). En este caso en particular, el número de acciones de la compañía permanece invariable, por lo que el accionista recibe un dinero y su participación en la empresa sigue siendo la misma. Es una forma de recuperar la rentabilidad en la inversión y sobre todo si el plazo de permanencia no va ser muy amplio. Es decir, prefieres recibir este dinero antes que incrementar tus posiciones en el valor en cuestión. Sigue siendo la forma más habitual para cobrar el dividendo y por la que optan la mayoría de las empresas que cotizan en el índice selectivo de la renta variable en España, el Ibex 35.

Su principal ventaja reside en el hecho de que este reparto por dividendo no dependerá de lo que pase en los mercados de renta variable. Si no que por el contrario, es un dinero que ya estará en tu cuenta de ahorro a partir de la fecha en donde se formalice este pago al accionista. Al igual que por su efecto sobre los inversores al tener un dinero fijo y garantizado todos los años y pase lo que pase en los mercados de renta variable. Hasta el punto de que puede ser un dinero con el que no contabas y te puede llevar a que te puedas dar un capricho en cualquier momento.

Scrip Dividend

Esta forma de reparto de dividendos se ha popularizado en los últimos años debido a los problemas de muchas empresas para poder seguir pagando un dividendo tradicional, ya que sus beneficios habían caído significativamente y no había dinero en caja para mantenerlo. Por este motivo, se han decidido por una forma más compleja de scrip dividend que apenas presenta ventajas para el accionista y casi todas para la empresa. Es cierto que es un sistema que se va imponiendo en algunas empresas que integran el Ibex 35, pero que no ha tenido buena acogida por un perfil muy concreto entre los inversores minoristas.

Mientras que por otra parte, hay que incidir en que este reparto en los dividendos está diseñado para tener un mayor peso en la empresa que reparte los beneficios entre sus accionistas. Es un sistema que empezó con mucha fuerza, pero que con el paso del tiempo ha perdido fuerza ante el riesgo de que el precio de las acciones se pueda depreciar a partir de ese momento. En unos momentos en que la inestabilidad en los mercados de renta variable es uno de sus principales denominadores comunes. De todas formas, está presente en la actual oferta de las empresas que cotizan en bolsa en estos momentos.

Con cargo a la prima de emisión

Se trata de una variante muy especial en la modalidad de dividendo tradicional, en la que la distribución de dividendo a los accionistas no se realiza con cargo a beneficios, sino con cargo a la prima de emisión de las acciones o de reservas no distribuidas. Esto en la práctica quiere decir que los beneficios no distribuidos un año como dividendos, pasan a ser reservas en el balance. Otra de las opciones que están disponibles en estos momentos es la que tiene que ver con los derechos de las acciones. En donde, si es tu deseo, puedes venderlos a precio de mercado. Pero renunciado al cobro de los dividendos. En este sentido, para que la operación sea realmente rentable no tendrás otra solución que ajustar muy bien el precio para deshacerte de los derechos de las acciones.

Por otra parte, hay que indicar que en este sistema tienes un plazo para ejecutar esta acción en los mercados de renta variable. Por este motivo es necesario que sigas el precio de las cotizaciones para constatar si puedes conseguir un dinero extra al que te produciría el reparto de los dividendos a través del sistema clásico de este reparto en los dividendos. También está presente el denominado dividendo  con cargo a reservas. En donde esta distribución de dividendos deberá de cumplir con los mismos requisitos que el reparto de dividendos con cargo al resultado del ejercicio. Sin embargo, los dividendos se repartirán, tal y como dice su nombre, con cargo a las reservas disponibles de la compañía.

¿Por qué modelo decantarse?

Independientemente de la modalidad de reparto de dividendos elegida, debemos tener en cuenta a la hora de acordar el reparto lo siguiente. Por una parte, si existe un dividendo preferente a favor de ciertas participaciones/acciones dentro de la compañía, previamente al reparto deberá de cubrirse este dividendo prioritario. Mientras que por otra parte, se deberá de establecer el momento y forma de pago de los dividendos acordados. El plazo máximo para el abono completo de los dividendos será de doce meses a partir de la fecha del acuerdo de la junta general donde se haya acordado su distribución.

De todas formas, lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de proceder a hacer un reparto de dividendos es que dicho reparto se tiene que hacer a favor de los socios en función de su porcentaje dentro del capital social. De cualquier forma, al final la decisión deberás tomarla tú mismo y en función de los intereses personales y que pueden ser diferentes en los diversos momentos de tu vida.

Índice de los valores con dividendos

El Ibex Top Dividendo es un índice de la bolsa española que recoge a las 25 compañías con mayor rentabilidad por dividendo del mercado español y cuyo objetivo es recoger el comportamiento de las empresas que ofrecen este tipo de retribución. Los valores ponderan en este índice en función de su rentabilidad por dividendo ajustado por el capital flotante de la compañía y con un coeficiente de liquidez en función de su pertenencia al Ibex 35, Ibex Medium Cap o Ibex Small Cap. En otro orden de cosas, los accionistas que están interesados en la retribución que le proporcionarán estas empresas deben de saber que durante los próximos meses algunas de ellas proporcionarán a sus accionistas este pago.


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