Si estamos metidos en el mundo de la finanzas y de la inversión en bolsa, o informándonos para entrar, lo más probable es que en algún momento hayamos visto o oído algo sobre los CFDs. ¿Pero qué son los CFDs en bolsa? ¿Qué hacen? ¿Para qué sirven? Si bien es cierto que se trata de unos instrumentos de inversión algo complejos, vamos a intentar aclarar el concepto en este artículo.
En el caso de que queráis saber más acerca de los CFDs, os recomiendo que sigáis leyendo. Explicaremos qué son, cuáles son sus características y las ventajas e inconvenientes que implica operar con ellos.
¿Qué es un CFD y para qué sirve?
Comenzaremos explicando qué son los CFDs en bolsa. Se trata de un instrumento de inversión derivado al contado. Por lo general, no suele tener vencimiento y permite operar sobre los movimientos que tienen los precios pero sin adquirir el activo subyacente.
Las siglas «CFD» significan «Contrato por Diferencias», «Contract For Differences» en inglés. ¿Esto qué significa? Pues bien, es un contrato existente entre dos partes. Ambas intercambian lo que sería la diferencia entre el precio de entrada y el precio de salida. Claro está, este número se multiplica por la cantidad de índices o de acciones que se habían acordado previamente. Así pues, las ganancias o las pérdidas están relacionadas con la diferencia entre el precio al que se compraron y al que se vendieron.
Hay que destacar que los CFDs son unos instrumentos sumamente complejos y el riesgo de perder dinero mediante ellos es muy elevado y rápido, debido al apalancamiento. Es decir: Podemos mantener una posición sobre un determinado activo sin llegar a desembolsar el coste total del mismo, si no sólo el margen requerido para la operación. Debido a esta característica, el instrumento en cuestión, en este caso los CFDs, tienen un riesgo muy elevado de que el inversor pueda llegar a perder su dinero de manera muy rápida.
Se calcula que entre el 74% y el 89% de los inversores minoristas que comercializan con contratos por diferencias pierden dinero. Por ello es de suma importancia que si nos planteamos operar con CFD, entendamos bien cómo funcionan y si nos podemos permitir asumir tanto riesgo a perder nuestro dinero.
Características
A continuación vamos a comentar las características de estos instrumentos para comprender mejor que son los CFDs en bolsa y cómo funcionan.
- Permiten obtener beneficios en mercados tanto bajistas como alcistas. También se pueden usar como cobertura a la hora de invertir en acciones.
- Son productos OTC (Over The Counter). Es decir, pertenecen el mercado no organizado o extrabursátil.
- Como bien indica su nombre, son contratos por diferencias.
- El precio de cada CFD está vinculado al subyacente del mismo. Este subyacente sí que cotiza en un mercado organizado. Además, conocemos el precio del subyacente en todo momento.
- Son productos con apalancamiento.
Ventajas e inconvenientes de los CFDs
Ahora que ya tenemos una idea de lo que son los CFDs en bolsa, podemos decir que son unos instrumentos que nos permiten ganar mucho dinero de forma rápida. Pero cuidado, porque al igual que nos pueden hacer ganar dinero rápidamente, también nos lo pueden hacer perder. Por ello, antes de empezar a operar con CFDs, debemos tener claro cuáles son las ventajas y las desventajas de los mismos. A continuación enlistaremos los pros y los contras.
Ventajas
Primero vamos a empezar por comentar las ventajas que los ofrecen los CFDs:
- La variedad de subyacentes (acciones, materias primas e índices) que ofrecen los CFDs es muy grande y se encuentra en mercados de todo el mundo.
- Ofrecen la posibilidad de abrir posiciones largas/alcistas y cortas/bajistas. Así podemos invertir tanto al alza como a la baja.
- Permiten el desarrollo de diversas estrategias: Cobertura de carteras, especulación e inversión.
- Realizan una réplica directa de la evolución de una acción, una materia prima o un índice.
- No tienen vencimiento. Tampoco hay que cambiar de contrato si queremos mantener las posiciones a largo plazo, excepto en los CFDs sobre divisas y sobre materias primas.
- Generalmente, los brokers mediante los cuales podemos operar con CFDs no piden un importe de apertura mínimo para poder empezar a operar, ni piden comisiones de mantenimiento de la cuenta.
- También suelen tener una cuenta de demostración gratuita, mediante la cual se pueden realizar operaciones sin utilizar dinero real, a modo de práctica y de familiarización.
Inconvenientes
Vamos a ver ahora las desventajas de los CFDs, pues es muy importante que las tengamos en cuenta:
- Son productos de comprensión difíciles. Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los CFDS no son adecuados para inversores minoristas, ya que tienen un nivel de riesgo y de complejidad muy elevado.
- Las operaciones con CFDs requieren una vigilancia y un seguimiento constante de la inversión realizada.
- El riesgo de perder dinero operando con CFDs es muy elevado.
- Las operaciones largas implican un coste de financiación para los CFDs. Este se corresponde con la parte de la inversión que no está cubierta con el margen de garantía que se ha aportado.
- Son productos «Over The Counter» (OTC). En otras palabras: No se negocian en mercados organizados o regulados. Son emitidos por un creador de mercado, que a su vez provee el precio.
- La liquidez no es siempre la misma en los CFDs. Por lo tanto, es posible que en algunos casos no exista ninguna contrapartida para la operación.
- Al comprar un CFD, no estamos comprando una acción. El CFD únicamente replica el precio de un activo. Así pues, no tenemos los mismos derechos que un accionista, como por ejemplo el de asistencia a Juntas y voto.
Con toda esta información acerca de qué son los CFDs en bolsa podemos hacernos una idea de lo que supone operar con ellos. Está claro que ofrecen ciertas ventajas, pero también hay que tener en cuenta los inconvenientes para no llevarnos ninguna sorpresa. Siempre podemos consultar el Documento de Datos Fundamentales para el inversor antes de realizar una operación sobre un producto. Así podremos conocer sus características y su nivel de riesgo de antemano.