¿Qué pasa si mi banco quiebra?

mi banco quiebra

La noticia sobre la detención del financiero Mario Conde, acusado de repatriar desde Suiza el dinero que sacó de Banesto, ha conmocionado a buena parte de la opinión pública española. Y como no podía ser de otra forma, les ha hecho retrotraerse a las malas prácticas del sistema bancario nacional, o más concretamente de sus directivos, que puede llevar a la quiebra del banco. Basta recordar lo que paso con Banco de Madrid, entidad filial de la Banca Privada de Andorra, que fue intervenida hace ahora un año por las autoridades bancarias, después de la denuncia del Tesoro de los Estados Unidos contra esta entidad por presuntamente haber blanqueado capitales procedentes del crimen organizado.

Y con mayores perspectivas en el tiempo, el caso Bankia, con las infinidad de problemas que tuvieron sus ahorradores y accionistas, antes de ser nacionalizada tras las graves incidencias de caja y financiación que tenía el grupo entonces presidido por Rodrigo Rato. Ante estos escenarios altamente alarmantes para algunos usuarios, y tras la detención de Mario Conde, es completamente normal que muchos de ellos se pregunten en estos momentos si están seguros sus ahorros en el banco. O lo que es peor, que les pasaría si su entidad financiera de toda la vida quebrase.

No es una alarma generalizada, ni mucho menos, pero si un deseo de los ahorradores españoles el de preservar su patrimonio, por poco que fuese, si mi banco quiebra. Y que puede afectar, tanto a su relaciones con los productos bancarios suscritos (depósitos a plazo, pagarés, deuda pública, etc.), como a las inversiones realizadas desde la entidad. Y que llegan al punto de implicar a los accionistas de grupos financieros que pudiesen pasar alguna vez por esta desagradable situación: la quiebra de la empresa. De todas formas, habrá que ir punto por punto para explicar todos los escenarios posibles en esta hipotética posibilidad.

Primer escenario: quiebra del banco

Siempre que se habla de la quiebra de una entidad bancaria se piensa en los miles y miles de pequeños ahorradores que tienen guardadas sus aportaciones monetarias en producto de gran difusión popular, como en este caso son los depósitos a plazo. Pues bien, ante una situación de quiebra del banco, los clientes que tengan suscritos estos modelos de ahorro tendrán garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito hasta un máximo de 100.000 euros por titular y cuenta.

No obstante, no los recuperarán inmediatamente, sino que estarán a expensas de las diligencias de la justicia, pero en todos los casos irán a parar a su cuenta corriente. Quienes hayan contratado las imposiciones bajo importes superiores a esta cantidad lo tendrán mucho más difícil, ya que bajo ninguna circunstancia podrían cobrarlo. Salvo que el banco quebrado pasase a una nueva entidad, y ésta asumiese los derechos de los clientes. Y que queda una tercera opción, que se liquide la entidad afectada, y en cuyo caso estarían en la peor de las situaciones, ya que estarían en la lista de espera después de proveedores, accionistas, e inversores en general.

De cualquier forma, hay una estrategia completamente legal y muy sencilla de aplicar que te permitirá que estas situaciones no lleguen a ocurrirte si dispones de más de 100.000 euros para guardarlos en los depósitos bancarios. Y se trataría de suscribir diferentes productos de estas características, hasta la cantidad garantizada por el fondo de depósitos. A ser posible en bancos diferentes, y con cuentas que no sean las mismas. Como consecuencia de esta efectiva actuación conseguirás proteger todos los ahorros ante la posible quiebra de una entidad financiera.

Otro caso bien diferente es el de los clientes que en vez de depósitos, han suscrito pagarés bancarios. Si bien son productos de similares características, en éstos últimos no están cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos, en ningún caso. Con que de producirse este no deseado escenario podrías perder todos los ahorros, sin posibilidad de recuperarlo. No en vano, y desde esta perspectiva, los pagarés son modelos de ahorro que conllevan mayor riesgo, y es conveniente que los sepas antes de firmar un contrato.

Además, la diferencia de rentabilidad entre ambos modelos de ahorro es prácticamente inexistente, ya que se mueven bajo los mismos márgenes comerciales impuestos por los bancos. Y que como consecuencia del abaratamiento en el precio del dinero por parte del banco emisor europeo están establecidos en una estrecha horquilla que va del 0,15% al 0,50% aproximadamente.

Segundo escenario: ¿qué pasa con los inversores?

Otro panorama bien diferente es el que afecta a los pequeños y medianos inversores, que han tomado posiciones en las acciones de un banco, que posteriormente ha cerrado su línea de negocio. Tanto en activos financieros en los propios mercados bursátiles, como a través de fondos de inversión. Pues bien, deberán permanecer tranquilo en esos delicados momentos, ya que no perderás tus inversiones. No en vano, la entidad es la gestora de tu patrimonio, no lo olvides. Y lo peor que puede sucederte es que tu cuenta de valores no la tengas operativa durante un cierto tiempo, entre 1 y 6 meses. De esta forma, no podrás realizar ninguna clase de operación.

Una vez levantada la suspensión, estarás en condiciones de vender tus acciones en los mercados de renta variable, o sencillamente deshacer tus posiciones en los fondos de inversiones. El principal problema que puedes encontrarte es que los activos financieros que tengas en tu cartera de inversión estén infravalorados en sus precios con respecto a tus operaciones de compra. Y como consecuencia de esta operación, puedas dejarte muchos euros por el camino. También puedes esperar a que en los próximos meses, o incluso años, puedan recuperar si nivel de cotización en los mercados de renta variable.

Tercer escenario: ¿cómo quedan los clientes?

quiebra del banco: como afecta a las operaciones

Hay otra disyuntiva, que no afecta tanto a inversores o depositantes, sino a los usuarios bancarios que solamente tienen suscritos con la entidad los productos básicos (cuentas, libretas, planes de ahorro, etc.). Su situación, salvo raras excepciones, será completamente igual que en el caso de los clientes que hayan suscrito alguna imposición a plazo. Y por la misma razón que en este caso, es más que aconsejable que para cantidades superiores a 100.000 euros, se decanten por abrir otra cuenta diferente, o al menos que esté a nombre de otros destinatarios. Pueden ser tus padres, hermanos u otros familiares.

De ahí la importancia que cobra situar el dinero en una entidad financiera segura y estable, y que no incumpla ninguna normativa sobre la regulación del sistema bancario español. No obstante, en estos momentos puedes estar seguro sobre este escenario, ya que la totalidad de los bancos nacionales han pasado con buena nota los test de solvencia sobre su sistema financiero, que han sido confeccionados recientemente desde las altas instancias reguladoras de la Unión Monetaria.

Cuarto escenario: ¿y mis créditos?

quiebra banco: créditos

Queda otra posibilidad que puede ocurrirte, y que tiene que ver con las situaciones en donde tienes concedida una línea de crédito (personal, consumo, hipoteca, etc.) con un banco que puede llegar a quebrar, y sea rescatado con dinero público. En un principio, no perderías tu fuente de financiación ya que pasaría directamente a otra entidad, o directamente te encargarías de pagarla al propio estado.

Otro caso bien diferente es cuando la quiebra es técnica, y no hay ninguna posibilidad de rescatarlo. Entonces, la deuda contraída a través de tu préstamo se distribuiría entre los acreedores de la entidad.

Recomendaciones desde las organizaciones de consumidores

consejos para evitar estas situaciones

Desde diferentes asociaciones en defensa de los consumidores se han realizado una serie de consejos para tratar de impedir que estos casos puedan suceder en el sistema bancario español. Y en concreto, desde la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España (ADICAE) Española exigen a la administración nacional la puesta en marcha de una amplia batería de medidas que tengan como finalidad prevenir estas situaciones tan perjudiciales para los intereses de los clientes. Y entre las que destacan las siguientes:

  1. Vigilancia, control y denuncia del aumento de las comisiones y gastos que las entidades de crédito apliquen en sus productos y servicios financieros.
  2. Revisión de la evolución de los tipos de interés en los créditos, préstamos y demás intereses remuneratorios o de demora para evitar que se incrementen con diferenciales más elevados. Asimismo se prestará especial atención a las condiciones de contrato en préstamos hipotecarios, en concreto en relación a la exigencia de vinculaciones tales como contratación de seguros, de planes de pensiones, de uso y disposición de tarjetas, etc.
  3. Depuración de responsabilidades de los directivos de entidades financieras que opten o hayan optado al rescate.
  4. Vigilar especialmente, y denunciar en su caso, los tipos de productos de ahorro-inversión y sus condiciones financieras y contractuales que se coloquen a los consumidores por todas aquellas entidades de crédito que soliciten ayudas al FROB, así como las formas de comercialización y venta.
  5. Defensa de los derechos de los pequeños accionistas de aquellas cajas de ahorros convertidas en bancos que emitieron acciones para recapitalizarse y que deban acudir al FROB para sanear sus cuentas.

Autodefensa de los usuarios bancarios

De todas formas, los clientes disponen de algunos resquicios para prevenir las situaciones extremas en los bancos, y que partirán de la importación de algunas líneas de actuación ciertamente útiles para proteger, tanto sus inversiones, como sus ahorros.

  • No suscribas productos de ahorro por importes superiores a 100.000 euros.
  • Aléjate de los modelos que no están garantizados con el Fondo de Garantías de Depósitos.
  • Opta por las entidades financieras más solventes y que cumplan con las normativas de solvencia del sistema bancario.
  • Crea diferentes cuentas corrientes cuando la bolsa de ahorro que tengas sea muy expansiva.
  • La mejor forma de prevenir tus perjuicios será informándote sobre ellos.

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