¿Qué pasa si me sale a pagar pero no estoy obligado a presentar la declaración?

¿Qué pasa si me sale a pagar pero no estoy obligado a presentar la declaración?

La declaración de la renta es un documento que hay que presentar anualmente. Sin embargo, no todos están obligados a hacerlo. Los que no llegan a un límite no tienen por qué. Pero, ¿qué pasa si me sale a pagar pero no estoy obligado a presentar la declaración?

¿Tendría que presentarla para pagar los impuestos que me corresponden? ¿Hacienda guarda esa cantidad para cuando tengamos que presentarla? Te lo contamos todo a continuación.

Qué es la declaración de Hacienda

Qué es la declaración de Hacienda

La declaración de la renta, también conocida como IRPF, que sería el Impuesto sobre la renta de las personas físicas, es en realidad un tributo al que un colectivo está obligado a presentar a la Agencia Tributaria. En él se deben reflejar los ingresos que se han obtenido durante un año, así como los gastos, y de esta manera se determina si se debe pagar o bien recibir dinero de Hacienda.

Dependiendo de las rentas que se hayan obtenido en el año, hay personas que no están obligadas a presentarlo mientras que otros sí tienen esa obligación, y de ellos hay quienes tienen que pagar y quienes reciben dinero.

Quiénes están obligados a presentar la declaración de Hacienda

Quiénes están obligados a presentar la declaración de Hacienda

En general, están obligados a presentarla cualquier personas física, española o no, que haya vivido en España al menos 183 días. También los que tienen como sede principal de sus actividades económicas.

Hay algunas excepciones, por supuesto, pero en general cualquier persona que reciba ingresos está obligada a presentarla ya que, de lo contrario, estaría incurriendo en una sanción que puede ser leve o grave (y suponer pagar una suma de dinero elevada).

Quiénes no están obligados

Visto lo anterior, está claro que hay personas que no entrarían dentro de ese grupo. En general, los que no están obligados son:

  • Aquellos que no llegan a los 22.000 euros anuales. Es decir, que a lo largo de un año natural (de enero a diciembre) no has ganado 22.000 euros. Esto es relativo, porque debe ser con un único pagador; si existen varios (por ejemplo, que hayas tenido diferentes contratos), entonces siempre que la suma del segundo y los que vengan después no superen los 1500 euros en conjunto.
  • Que ganes menos de 14.000 euros anuales. Esto se produce cuando tienes varios pagadores y el conjunto del segundo y siguientes sea superior a esos 1500 euros de los que te hablábamos antes.
  • Tengas prestaciones pasivas. Como puede ser una pensión de la Seguridad Social, planes de pensiones, seguros colectivos, seguros de dependencia…

Qué pasa si no estoy obligado

Si estás dentro de los grupos que te hemos comentado antes, lo más seguro es que te hayas alegrado porque no tienes que presentar la declaración de Hacienda pero, ¿realmente es así?

En realidad, hay dos supuestos en los que puedes estar:

  • Que no estés obligado y aún así hagas un borrador de la declaración de la renta para ver si te sale a devolver o a pagar.
  • Que no estés obligado y no te informes si es así.

Y es que, en temas de Hacienda, muchos cometen el error de pensar que no tienen que presentarla cuando en realidad sí han de hacerlo. Normalmente, las dudas se crean cuando se cobra una prestación (desempleo, incapacidad temporal…).

Por eso, a pesar de que consideres que no estás obligado, deberías consultarlo para ver si es así, ya que en caso de que estuvieras obligado y no la presentaras puede supone tener que pagar una multa.

Si la declaración me sale a devolver

Dentro del borrador de las personas no obligadas, te puedes encontrar con el supuesto de que te salga a devolver. Es decir, que Hacienda te deba pagar una cantidad de dinero porque has pagado de más a lo largo del año.

Esto es una situación habitual y muchos expertos consideran que sería bueno, aun cuando no se esté obligado, presentarla para poder así recuperar ese dinero. De lo contrario, el dinero se lo quedaría Hacienda.

Ahora bien, puede pasar que la cantidad a devolver sea mínima, ante lo cual la persona puede decidir presentarla o no.

Otras situaciones en las que te puedes encontrar es que necesites acreditar una inexistencia de renta. Por ejemplo, de cara al subsidio de desempleo, a un programa de activación para el empleo o para solicitar la renta activa de inserción.

La prueba que te van a pedir va a ser la declaración de IRPF con lo que, aunque no estés obligado, sería bueno presentarla.

Por último, también te servirá para aplicar deducciones. Hablamos, por ejemplo, de maternidad o paternidad, de familia numerosa o del cheque de guardería. Estos son impuestos negativos, donde vas a recibir dinero sí o sí, independiente de que tengas que pagar impuestos (o te salga a devolver). Eso sí, debes cumplir los requisitos.

Qué pasa si me sale a pagar pero no estoy obligado a presentar la declaración

Qué pasa si me sale a pagar pero no estoy obligado a presentar la declaración

En el otro extremo estaría la situación de que la declaración saliera a pagar; en otras palabras, que tuvieras que pagar a Hacienda porque no has cumplido con los impuestos a la totalidad. ¿Te pueden obligar a presentarla en esos casos?

Lo cierto es que no. Si te sale a pagar pero no estás obligado a presentar la declaración no tienes por qué presentarla. Dicho de otro modo, mientras no llegues al mínimo no tendrías que hacer la declaración aun cuando el resultado que te salga sea a pagar a Hacienda.

No es una situación tan rara, puede ocurrir, pero al no cumplir con los requisitos que se piden para obligarte a hacer la declaración, aunque signifique recaudar un dinero que le corresponde a Hacienda, no te pueden obligar. Otra cosa es que tú, de manera voluntaria, quieras cumplir con esa obligación de pagar tus impuestos íntegramente.

Así que, si te sale a pagar pero no estás obligado, no tienes que preocuparte. Solo cerciórate de que has tenido en cuenta todos los ingresos, gastos y demás aspectos a reflejarse en la declaración para saber realmente si estás exento. Para ello, nada mejor que contar con el borrador, aunque también te recomendamos hacer una tú teniendo en cuenta todos los datos que debas incluir de cara a ese año anterior.


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