¿Qué escenarios plantea la deflación entre los consumidores?

¿En que consiste la deflación?

Casi siempre se habla de la inflación como un elemento de gran perversión en la economía, y hasta de impulsar las medidas monetarias para combatirla. Casi todo el mundo lo entiende, más o menos.  Pero es más raro que se hable del movimiento contrario, que no es otro que la deflación. Primeramente tendrás que saber en qué consiste y cómo puede afectarte en tu vida diaria, incluida la relación con el banco, o con los productos para la inversión. Pues tendrá muchos más efectos de los que piensas inicialmente, y hasta puede que algunos de ellos te sorprendan notablemente.

La deflación consiste en un descenso generalizado y prolongado, de al menos dos semestres, del nivel de precios de bienes y servicios y que suele desarrollarse ante una caída de la demanda. Y que propicia que buena parte de los principales economistas aludan a su mayor peligrosidad con respecto a la inflación. No en vano, conlleva unas tensiones en la economía que a la larga pueden ser más perjudiciales para todos, afectando al crecimiento económico, o hasta el mismo empleo, tal y como podrás comprobar en este artículo.

Es cierto que este escenario económico es más difícil que se presente que en los movimientos inflacionarios, pero sin posibilidad que no aparezca. Repercutiendo sensiblemente en la economía de los países que pasan por esta situación. Y hasta el punto, que habrá productos para la inversión más beneficiosos que otros, en donde generan un mayor rendimiento a los ahorros. Puede que hasta necesites cambiar tu estrategia de inversión con esta nueva situación económica. A partir de este escenario se podrá describir con mayor claridad cuál será el escenario real que te encontrarás con la aparición de la deflación.

Deflación en España

Una de las consecuencias que ha generado la actual política económica, y como tratamiento para combatir la gran crisis económica por la que ha atravesado España, ha sido el inesperado desarrollo de este estado económico. Y al que aluden diversos analistas como un problema añadido que tiene en estos momentos la economía española. Y que de mantenerse en los próximos meses, podría tener unas graves consecuencias sobre el aparato productivo de la economía de nuestro país. No en vano, se trata de una advertencia muy contundente que realizan los principales expertos económicos.

Desde este escenario no excesivamente alentador, hay que indicar que la tasa de variación anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) del pasado mes de febrero ha sido del –0,8%, cinco décimas por debajo de la registrada el mes anterior, tras los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y en el que se pone de manifiesto que la variación mensual del índice general ha decrecido en este período en un 0,4%. Como consecuencia de estas cifras puede constatarse que la deflación ha llegado a la economía nacional. Basta por ver durante cuánto tiempo más, o por si el contrario, se trata de un elemento pasajero.

Donde los grupos con mayor influencia en este descenso son: transporte, que disminuye su tasa casi tres puntos hasta el –4,7% debido, en su mayoría, a que este mes los precios de los carburantes y lubricantes han bajado mientras que en febrero de 2015 subieron. Alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación del 1,3%, ocho décimas menos que el mes anterior. Aunque también destaca la subida de los precios de las legumbres y hortalizas frescas, menor que la del año pasado. Es reseñable, por otra parte, la bajada de los precios del pescado fresco y las frutas frescas, mayores que las registradas en el anterior ejercicio..

Como consecuencia de estos datos oficiales, tendrás una primera repercusión cada vez que vayas al mercado, o al súper a realizar la cesta de la compra. No en vano, durante estos meses del inicio del nuevo año te costará menos dinero llenar el carro, en especial con algunos alimentos y productos. Seguramente ya lo hayas comprobado en algunas de tus visitas a estos centros comerciales. La factura no será tan exigente como en otras ocasiones, algunas de ellas no muy lejanas en el tiempo.

Afectando, incluso, a otros ámbitos en tus relaciones con el consumo. No solamente los alimentos, sino también electrodomésticos, aparatos digitales, y hasta servicios turísticos. En principio te podrás beneficiar de unos precios más competitivos que hasta hace unos pocos meses. Y que incidirá, con gran seguridad, en que el saldo de tu cuenta bancaria esté más saneado todos los meses. No de forma espectacular, pero si al menos para llegar a final de este período con menos problemas en tu economía doméstica.

Genera menor productividad

la deflación genera menor crecimiento en un país

Hasta aquí has visto los efectos más positivos de este estado de la economía de un país. Pero no serán bondades, ni mucho menos. Ya que, por el contrario, la deflación provoca situaciones no deseadas para ninguna de las partes. Al detectarse mejores precios en los servicios y producto, no es extraño que los propios usuarios paralicen su consumo, al pensar que estas tarifas puedan seguir cayendo en los próximos meses. Y hasta puedan comprarlos con importantes rebajas en sus precios, y por debajo de los actuales. Y de esta forma el flujo monetario caiga, afectando a todos los sectores productivos.

¿Y cómo podrá afectarte el retraimiento del flujo monetario? Pues muy sencillo, al trasladarse esta tendencia a las empresas, éstas muestran una caída en la actividad empresarial que se reflejaría en una mayor caída en el empleo, como consecuencia de las estrategias de las empresas para ajustas sus presupuestos el verse reducidos sus márgenes de producción. Y hasta pueda generarse, como efecto adicional, unos ciertos ajustes salariales. Y que propiciarán que tus ingresos puedan disminuir como consecuencia de los movimientos deflacionarios en la economía del país.

Otro aspecto que podrá vincularte con esta situación se deriva de tus mayores problemas para financiarte (créditos personales, para el consumo, hipotecas, etc.). Siendo la morosidad de los clientes bancarios otros de los efectos colaterales de la implantación de la deflación en la economía nacional. Y que incluso podrían ser perjudicados al subirse los intereses de sus líneas de crédito, teniendo que realizar un mayor esfuerzo económico para amortizar la operación.

Problemas para una solución ordenada

El gran inconveniente de los procesos deflacionarios proviene es que exigen para su resolución de medidas monetarias que no pueden ser tomadas por el banco emisor español, y que provienen del Banco Central Europeo (BCE). Pero claro está, que su misión no es salvar la economía española, sino velar por los intereses de todos los socios comunitarios. Y actualmente muy pocos países se encuentran en esta situación de estancamiento monetario. Con lo que finalmente su resolución será mucho más complicada, o al menos se retrasaría en sus plazos notablemente.

Hasta el punto que la economía nacional puede verse inmersa en un escenario de deflación, que esté potenciado con un menor crecimiento económico, si se confirman las señales de un parón en el crecimiento a escala global, tal y como advierten algunos analistas financieros de gran prestigio. Conformando, por otra parte, el peor de los escenarios posibles, y que en este caso, sí que representaría un verdadero peligro para todos, empresarios y trabajadores, y sin casi excepciones.

Repercusiones sobre la inversión

la deflación implica movimientos bajistas en la bolsa

Desde luego que tampoco es una buena situación para los pequeños y medianos inversores, como probablemente sea tu caso, ya que sería más difícil retomar la tendencia alcista en los mercados bursátiles, y financieros en general. Como consecuencia de ello, tendrías menos oportunidades para rentabilizar tus ahorros, y con una menor representación de alternativas para lograr los objetivos.

Con respecto a los principales productos para el ahorro (pagarés bancarios, depósitos o bonos, entre otros) la incidencia sería menor. Sin que prácticamente lo notases en cuando al rendimiento que generarás todos los años al formalizar estos productos bancarios. Con tipos de interés que seguirían manteniéndose por debajo del 1%, y en cualquier caso insatisfactorio para tus pretensiones como ahorrador.

Por lo que respecta a los fondos de inversión, y a diferencia de otras tendencias económicas, no hay confeccionados modelos que contemplen la deflación. Y solamente su influencia en algunas divisas podrán mejorarte la gestión del patrimonio. Desde este punto de vista, la caída generalizada de los precios no es buena noticia para tomar posiciones en los mercados de renta variable. Ni en hasta en otros alternativos, con lo que tus opciones se reducirían sensiblemente.

Pocas son las estrategias que puedes utilizar ante la aparición de los procesos deflacionarios, y en donde lo que mejor puedes hacer es proteger de especial manera tus ahorros. Por encima del rendimiento que puedas obtener en este nuevo escenario económico. Y en donde una elección de valores con alto rendimientos a través de sus dividendos puede ser la decisión más acertada que puedes tomar, por encima de otras más agresivas.

No en vano, y como estrategia muy puntual, siempre que quedará el recurso de desviar tus ahorros hacia los mercados financieros de renta variable procedentes de naciones ajenas a los movimientos deflacionarios. Aunque para formalizar estas operaciones te supondrá un mayor esfuerzo monetario, como consecuencia de las tarifas más expansivas que tienen las comisiones que aplican estas plazas bursátiles, casi el doble que en las operaciones nacionales.

A pesar de todo, no lo tendrás todo perdido, ni mucho menos, ya que siempre tendrás el recurso de utilizar algunos productos más sofisticados para la inversión (fondos cotizados, ventas a crédito, warrants, etc.), que pueden rentabilizar las operaciones en todos los escenarios posibles, incluyendo por supuesto los más desfavorables. Y entre ellos, como no podía ser menos, en los que esté presente la deflación.


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.

  1.   Daniel dijo

    Tengo una duda. Es muy basica, pues no soy economista.

    Siempre se comenta que un cierto grado de inflacion es positivo, el famoso objetivo del 2%. Entiendo que hay sesudas investigaciones al respecto, ok, pero no terminan de convencerme. Y es que para un consumidor no hay nada mejor que el que los precios bajen. Un suenyo hecho realidad, que la capacidad de compra mejore sin hacer nada.

    Para los ahorradores tambien es ventajoso. En vez de castigar al ahorrador con inflacion que hace que su capacidad de compra disminuya con el tiempo, ahora es razonable guardar para el futuro. Que mas se puede pedir?

    Se dice que con deflacion se frena el consumo, «para que consumir hoy si manyana puedo consumir mas con el mismo dinero?». Pero me resulta un argumento teorico que no se aplica en la realidad. No conozco a nadie, ni ninguna empresa, que haya retrasado una compra por la deflacion. Especialmente la tecnologia (coches, ordenadores, telefonos moviles, etc.), pues es cada vez mas barata, y no he oido nunca que una persona deje de hacer una compra.

    Y similarmente podria argumentar acerca de las empresas.

    En resumen, yo solo le veo ventajas a la deflacion.

    Y muy interesante este post y la web en general, gracias!