Seguro que, cuando has comprado algo o has pedido un servicio, te han presentado una factura con IVA. Este es el IVA repercutido, y es algo que hay que pagar por hacer un servicio o comprar algo. Pero, ¿qué deberías saber sobre este? ¿Se aplicar a todo? ¿O solo a las empresas?
Si quieres saber más sobre este porcentaje y cuánto te pueden pagar, cómo hacerlo y dónde va ese dinero, presta atención a lo que vamos a comentarte. ¿Empezamos?
Qué es el IVA repercutido
El IVA repercutido se puede conceptualizar como aquel porcentaje de IVA que paga una persona cuando contrata un servicio o compra un producto. Este, salvo que se diga lo contrario, va aparte del precio que te den.
Por ejemplo, si vas a comprar en Amazon, todos los precios que te salen son ya con el IVA repercutido incluido. De hecho, puedes verlo si te vas a tus pedidos y, en los puntitos a la derecha, pides que se te descargue la factura. Ahí verás que, a la hora de presentarla, el precio base de lo que has comprado es menor y luego se le suma el IVA, en caso de que este tenga.
En los servicios, cuando pides algún servicio, lo normal es que el presupuesto que te den sea sin IVA, y te lo especifiquen para que sepas que, a la hora de pagar, tendrás que abonar por el servicio prestado más la cuantía del impuesto (que es el IVA).
Las empresas, los empresarios y los autónomos son las personas que están encargadas de recaudar este impuesto. Sin embargo, puedes estar seguro porque no se van a quedar con él. En realidad, ese IVA tienen que ingresarlo después en Hacienda; ellos solo cobran por el servicio prestado.
Para ello, tienen que hacer una declaración trimestral (aunque a veces es mensual) y lo que hacen es rellenar el modelo 303 o 390 para abonar todo el IVA que ellos han recibido de sus clientes y que no les corresponde (sino que es de Hacienda).
Ahora bien, debes saber también que las empresas y autónomos no llegan a ingresar todo el IVA que cobran. Esto es porque ellos también soportan IVA en sus gastos. Por eso, a la hora de hacer la contabilidad, el IVA a ingresar siempre es la diferencia que existe entre el IVA repercutido a los clientes y el IVA soportado en lo que ellos han tenido que comprar.
Por ejemplo, imagina que eres autónomo y has facturado un IVA repercutido de 1000 euros. También, en ese periodo, has tenido un gasto de IVA soportado de 500 euros.
A la hora de rellenar el impuesto (el modelo 303), Hacienda tiene dos apartados. En el primero se pondrá la base (lo que has cobrado) y el IVA repercutido que tú has cobrado para dárselo después a Hacienda. En el segundo apartado tienes la base de tus gastos y el IVA que te han cobrado a ti.
De esta forma, a la hora de pagar impuestos, tú tendrás que ingresar a Hacienda la diferencia entre lo que has recaudado para esta administración y lo que tú has pagado de IVA. Es decir, y con cifras del ejemplo, 500 euros.
Qué diferencia hay entre el IVA repercutido y el IVA soportado
Es posible que hayas visto en alguna ocasión estos dos conceptos, pero no te quede clara la diferencia. En realidad, es bastante fácil de entender.
El IVA repercutido es lo que el cliente paga a la empresa o autónomo por un servicio o un producto.
El IVA soportado es lo que la empresa o autónomo paga de servicios o productos que él mismo necesita y que adquiere. Por ejemplo, si necesita comprarse un ordenador, pagará por ese producto más el IVA que le ponga la empresa a quien se lo compre. Ese IVA es el soportado por la persona.
Pongamos otro ejemplo. Imagina que eres una persona que, además, eres autónoma. En tu casa se rompe un grifo, y vas a la tienda a comprar uno. Allí, el que te vende ese producto te da una factura con el precio del grifo más el IVA repercutido.
Ahora bien, ese mismo día, tú tienes que entregar una factura a un cliente por un servicio que le has hecho. En este caso, tu factura también tendrá la base (lo que cobras) y el IVA.
¿Qué diferencia? El IVA repercutido afectará a tu cliente. Pero, el IVA soportado (de la compra del grifo), ese lo pagas tú.
Para que te quede más claro: el IVA soportado está relacionado con la persona que va a pagar ese impuesto. Y el IVA repercutido está relacionad con la persona que cobra ese impuesto.
Cómo funciona el IVA repercutido
El IVA repercutido está relacionado con el producto o servicio que tú das. Y dependiendo de cuál sea la categoría, el IVA repercutido será del 4, 10 o 21 % en general (en realidad, hay más porcentajes, pero los más conocidos y utilizados son estos).
Piensa en un servicio, por ejemplo, uno de email marketing. Cobras 100 euros por ese servicio a los clientes, y te sale un cliente. Bien. A la hora de hacer la factura, sabes que vas a cobrarle 100 euros por el servicio. Pero, además, has de incluir el gravamen del 21 %, que sería el IVA repercutido. Es decir, 21 euros.
Por tanto, lo que tu cliente tiene que pagar es 121 euros. De esos 121, 21 euros no son tuyos, sino que son de Hacienda y, a priori, tendrás que ingresarlos trimestralmente (en abril, julio, octubre y enero respectivamente).
Sin embargo, en realidad, no ingresarías 21 euros. Es posible que, en tus gastos como profesional, quizá has tenido que comprar algo que tenga como IVA 11 euros. Pues bien, Hacienda entiende que, como tú también has soportado un IVA (porque te lo han repercutido a ti), la diferencia es lo que ingresarás a Hacienda.
Y la otra persona (quien te haya hecho la factura) será la que ingrese ese IVA que tú has pagado, deduciéndose el IVA de sus gastos).
¿Te queda claro ahora qué es y cómo funciona el IVA repercutido?