Aunque las OPV pueden afectar a empresas no cotizadas en los mercados de renta variable de lo que nos vamos a dedicar es de las que están integradas en la bolsa. Y que podrán ser objeto de tus operaciones en bolsa para rentabilizar los ahorros que desees invertir a partir de estos momentos. En este sentido, conviene que recuerdes que en las OPV el accionista mayoritario se desprende de una parte o de todo el paquete de acciones que tuviera, y las pone a disposición del pequeño y mediano inversor. Es entonces donde tú mismo ejerces un papel fundamental a analizar si te conviene o no suscribir estas operaciones tan especiales.
También es muy útil conocer que esta clase de oferta pública se ha de formalizar un folleto informativo en el que se describa la mencionada oferta. En el que se ponga de manifiesto todos los datos que deben ser consultados por los demandantes de estas operaciones en bolsa. Como por ejemplo, el número de acciones ofertadas, plazos, vencimiento de la operación, derechos a suscribir y cualquier otra información que sea de gran necesidad para los inversores. Solo de esta manera podrás comprobar si estás en condiciones de suscribir o no las ofertas públicas de venta que se vayan realizando en cada momento.
Índice
OPV: algo muy usual en bolsa
Desde este escenario general, en primer lugar debes plantearte como la es la emisión de cada una de las ofertas públicas de venta. Porque no todas son iguales, ni mucho menos, sino que se rigen bajo unas características sensiblemente diferentes unas de otras. Este es uno de los objetivos para en la OPV por las que te vas a decantar a partir de estos precisos momentos. Más allá de otras consideraciones técnicas y puede que hasta desde el punto de vista fundamental. En donde el rigor en tus decisiones deberá ser una de las claves más relevantes para que consigas el éxito en esta clase de operaciones en los mercados de renta variable.
La forma de suscribir una OPV
Será uno de los apartados más importantes para los pequeños y medianos inversores. Esto se debe a una razón de peso que reside en el hecho que puede producirse en algunas ocasiones que el número de solicitudes sobrepasen el total de valores ofertados. Pues bien, en estos escenarios de las ofertas públicas de venta, no habrá más remedio que realizar la distribución de las acciones entre las solicitudes que se hayan producido durante este proceso. Esto hace que tu demanda pueda no satisfacerse por las acciones que deseabas conseguir las acciones a través de la OPV en cuestión. Desde este punto de vista, puede ser la estrategia más perjudicial a tus intereses debido a que te deberás ser sometido a un prorrateo de las acciones para alcanzar esta operación.
Por otra parte, se encuentra otro escenario que es sensiblemente diferente, cuando menos en lo que se refiere a los objetivos que persigues en las ofertas públicas de venta. Porque en efecto, se trata fundamentalmente de que las solicitudes no alcancen el total de valores ofertados. Pues bien, en este escenario que puede que pasar con cierta frecuencia, sí que se cumplirá la demanda con respecto a las acciones que deseas adquirir a través de esta estrategia tan singular en los mercados de renta variable. Con la única variación de que el resto de las solicitudes irán al final a parar al asegurador financiero. De esta manera, no incidirá tanto en tus intereses personales como en los de la otra parte del proceso.
El valor de estas acciones
- Valor nominal: desde luego que es la más habitual de odas y es el resultante de dividir el capital social entre el número de acciones total. Casi todas las acciones en el mercado continuo nacional utilizan este punto de referencia para determinar su valor en los mercados financieros.
- Valor contable: se trata del sistema más ortodoxo para llegar a su valoración con mayor fiabilidad, aunque presente otros problemas que se tratarán en otros artículos. Porque en efecto, este valor lo puedes obtener de una operación tan sencilla como obtener la diferencia entre activo y pasivo, para a partir de este momento dividirlo por el número de acciones. Por otra parte, es un método más sencillo y que está al alcance de la comprensión de cualquier perfil de inversor.
- Valor de liquidación: esta valoración te será muy eficaz para ciertos productos financieros, como por ejemplo los fondos de inversión. En los momentos en que deseas deshacer las posiciones para gozar de liquidez en tu cuenta corriente. En estos casos más específico no te quedará más remedio que calcular los bienes materiales, en este caso el activo financieros representado por las acciones en bolsa, restados de las deudas que haya en ese momento. El resultado que salga de esta operación es nada más ni nada menos que el valor de la liquidación.
Valor en bolsa: más fiable
Por supuesto que el valor en bolsa es el más se tiene en cuenta en las ofertas públicas de venta, más comúnmente conocidas como OPV. Pues bien, dentro de este escenario, este precio en las acciones de los valores bursátiles se determina por fundamentalmente por los flujos de la oferta y demanda. Es decir, es el propio mercado financiero quien determina su precio real en cada momento. Tal y como se rigen todas las operaciones en los mercados de renta variable durante los últimos años.
Por otra parte, tampoco puedes olvidar en estos momentos del proceso que las operaciones de las ofertas públicas de venta no haya dudas para que la valoración se realice al alza por interés de los propios accionistas. Es decir, que coticen al alza, tal y como ha pasado en los últimos años con algunas de las OPV más relevantes. No en vano, cuando el valor cotizado sale a bolsa lo hace generalmente con resultados bajistas. Esto se debe a que se ajusta en exceso el precio de la compañía, algo que por otra parte suele beneficiar a los intereses de los pequeños y medianos inversores.
¿Las OPV deben suscribirse?
O por lo menos, recabar los servicios de su asesor bursátiles para que te diga lo que debes hacer en cada una de las ocasiones en que se produzca una operación de estas características tan especiales. Porque desde luego que no en todas las situaciones deberás dar la misma respuesta. Hasta el punto que algunas OPV serán muy interesantes de acudir a ellas, mientras en otras todo lo contrario, no deberás ejecutar la toma de posiciones bajo ningún aspecto.
Como habrás visto se trata de un tema muy complejo porque las ofertas públicas de venta desde luego que no son operaciones realmente homogéneas, ni mucho menos. Si no que por el contrario, dependen de muchas variables y algunas de ellas de diversa naturaleza, como has podido constatar en este artículo. En donde al final solo serás tú mismo quien deberá tomar la decisión.
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