Qué es la economía doméstica

economía doméstica

Seguro que más de una vez has tenido que estirar tu sueldo para poder llegar a fin de mes con algo de comida en tu nevera. O que has tenido que decirles a tus amigos que estabas enfermo cuando en realidad es que no podías pagarte las entradas de ese concierto al que querían ir. Esto es una realidad en todas las personas y familias y tiene relación con la economía doméstica. Pero, ¿qué es en realidad?

Si no sabes qué es la economía doméstica, cuáles son sus características, qué engloba o cómo mejorarla, seguro que aquí encuentras toda la información que necesitas.

Qué es la economía doméstica

La economía doméstica, también llamada economía familiar, hace referencia a los gastos, ingresos, ahorros e inversiones que tienen lugar en un microentorno conocido, como son las familias (con uno o varios miembros).

Dicho de otra forma, podríamos decir que es la gestión económica del hogar y familia, de tal manera que con un presupuesto se hace frente a los distintos gastos, consumos, ahorros, inversiones y caprichos que puedan tenerse.

Un ejemplo de economía doméstica que todo el mundo entiende es, sin duda, la compra semanal. Se destina un presupuesto de los ingresos que se ganan para comprar los alimentos. De tal forma que si nos pasamos, hay que reducir gastos por otros lados para compensar.

El objetivo de la economía doméstica no es otro que lograr, en base a los ingresos que se tienen, cumplir con las necesidades de cada miembro en cuanto a alimentación, nutrición, ropa y calzado, salud, vivienda, etc.

Esto recae no solo sobre la persona que gana el dinero, sino también sobre quien lo administra (que puede ser la misma persona u otra). Para ello, tiene que utilizar herramientas y gestionarlo de tal forma que pueda satisfacer a todos y no salirse de ese «presupuesto», algo que, a veces, puede llegar a ser muy difícil.

Qué caracteriza la economía doméstica

Qué caracteriza la economía doméstica

Ahora que sabes qué es la economía doméstica, sacar cuáles son las características principales de esta no es complicado. En este caso hablamos de:

  • Está centrada solo en hogares y familias. Esto no quiere decir que si no hay una familia no funciona; en realidad, la economía doméstica también puede ser de una sola persona.
  • Se basa en gestionar un presupuesto para poder dividir los ingresos en los distintos gastos, ahorros e inversiones que se tienen.
  • Permite conocer qué gastos y deudas tiene una persona o familia y poner herramientas para intentar reducirlas para mejorar la economía.

Por qué es tan importante

La economía doméstica es importantísima, y de hecho es un conocimiento que se debería enseñar desde pequeños. Imagina que tienes un niño que siempre te pides cosas. Y tú se las compras porque quieres ser un buen padre o madre. El problema es que, conforme crece, va pidiendo cosas más caras, y cuando no puedes satisfacer ese “capricho”, los niños no entienden el motivo porque siempre les has dado lo que querían.

En cambio, si a ese niño le proporcionas una “paga” y le pides que, con ese dinero, se administre y pueda comprarse lo que quiera pero sin tener más dinero hasta la siguiente semana, estarás ayudándolo a que vea la importancia de gastar solo en lo necesario e imprescindible, no en caprichos, y lograrás una mejor gestión.

Esa es la importancia de la economía doméstica. Te permite aprender a gestionar los ingresos que tienes para cubrir los gastos y ahorrar. Y, si queda, poder darte algún que otro capricho o invertirlo en negocios. Pero si no se supiera cómo gestionarlo, nada más recibir el dinero acabarías gastándotelo y endeudándote hasta el punto de no poder hacer frente a tus gastos.

En qué áreas ‘opera’ la economía doméstica

En qué áreas ‘opera’ la economía doméstica

Dentro de la economía familiar, es muy importante tener en cuenta que no solo se encarga de los ingresos (el presupuesto que tiene) y los gastos, sino que se encarga de distintas partes o áreas, como son:

  • Gastos. Muy generales, ya que pueden venir desde la hipoteca o alquiler de la vivienda o cocheras, viajes, ropa, seguros, etc.
  • Consumo. Enfocado en aquellos gastos imprescindibles: luz, agua, comida…
  • Inversión. Aquella área que se centra en lo que la persona quiera invertir una parte de su dinero, por ejemplo en un fondo de pensiones.
  • Ahorro. Una parte de esos ingresos que se guarda por si surgieran imprevistos.

Cómo mejorar la economía doméstica

Cómo mejorar la economía doméstica

Imagina que tienes un sueldo de 1000 euros. Y que, cuando pones sobre la mesa los ingresos (esos 1000 euros) y los gastos, te encuentras con que, de estos últimos, tienes 1500 euros. Es decir, que gastas más de lo que ganas.

Si tienes ahorrado, en principio no pasa nada y puedes ponerle remedio. Pero, si no es así, y es lo normal, entras en números rojos y, de no frenar ese gasto excesivo, podrías acabar por perder tu casa, el coche o incluso que te denuncien por impago.

Por eso, saber cómo mejorar la economía doméstica pasa por una educación financiera que no nos dan y a la que te enfrentas, en ocasiones, por las malas.

¿Cómo evitarlo? Con estos consejos:

Haz siempre anotaciones

A primeros de mes tienes que hacer anotaciones para saber con qué ingresos cuentas y qué gastos tienes. Es verdad que algunos serán fijos y otros dependerá de cómo vaya el mes, pero por eso mismo tienes que saber lo que tienes para gastar y lo que gastas.

Así intentarás ceñirte a ese presupuesto que tienes. Nada más.

Ahorra cada mes

Aunque sea lo mínimo, pero es importante que guardes una parte de esos ingresos que tiene para cualquier cosa que pueda surgir (un accidente, una obra que haya que hacer, comprar un coche…).

Según la regla económica, deberías ahorrar siempre un 20% de tus ingresos, dejando que el 50 quede para los gastos fijos y el 30 para los que vayan surgiendo en el mes. Pero si no surge nada, ese dinero también debería destinarse al ahorro, si no todo, al menos gran parte de él.

Fíjate metas de ahorro

Como sabemos que es muy complicado ahorrar, más con los precios subiendo y siendo todo más caro sin que los ingresos suban apenas, fijarse metas pequeñas de ahorro ayuda a fomentar esa actividad.

Y es que cuando cumples con una meta, por ejemplo la de ahorrar 1000 euros, te anima a volver a tener otra meta más alta. Y cuando ves en tu cuenta un saldo positivo y que este va haciéndose más y más grande, lo que quieres es seguir aumentándolo.

No significa que debas ser un «agarrado» y no disfrutar de lo que has conseguido trabajando, pero sí tener ‘cabeza’ y mantener un ahorro adecuado a la familia que tienes. Por lo que pueda pasar.

La economía doméstica no es difícil, solo hay que llevarla a cabo de forma organizada y planificada para evitar problemas.


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