Operar en futuros de acciones

Los futuros en los mercados financieros se constituyen en un acuerdo que obliga a las partes contratantes a comprar o vender un número determinado de bienes o valores (lo que se denomina en términos bursátiles como  activo subyacente) en una fecha futura y determinada. Pero también con un precio establecido de antemano que es lo que determina su valor en los mercados de renta variable. Se trata de una alternativa a la ya tradicional compra y venta de acciones en bolsa. Y puede suponer una buena respuesta a la demanda y necesidades de los pequeños y medianos inversores.

Por otra parte, hay que incidirá a partir de estos momento que los futuros de acciones cotizan en los horarios en que las bolsas están cerradas. Permitiendo que no haya descansos para que los inversores puedan rentabilizar sus ahorros en cualquier momento. Más allá de una serie de consideraciones de carácter técnico y puede que también desde el punto de vista de sus fundamentales. Porque en efecto, los futuros de acciones pueden suponer operaciones con más riesgo que las tradicionales. En donde se puede ganar mucho dinero, pero también dejarse muchos euros por el camino.

Mientras que por otra parte, este producto financiero se caracteriza sobre todo por su mayor volatilidad. En el sentido de que aportan las carencias que puedan desarrollar en las operaciones más convencionales o tradicionales. Con una mayor diferencia entre sus precios máximos y mínimos y que permiten mejor los movimientos de trading al igual que ocurre con el mercados de las divisas. No en vano, operar con futuros en bolsa no exige grandes periodos de permanencia. Si no que por el contrario se pueden liquidar en un muy pocas horas y dentro de la misma sesión bursátil.

Sin cobro de dividendos

Otra de las grandes características de este producto financiero es que su aplicación sobre los activos financieros  es que no pagan dividendos y por tanto no se tienen en cuenta a la hora de calcular el precio de sus futuros. A diferencia de la compra y venta de acciones en bolsa y que por tanto no puedes mirar a esta remuneración al accionista al formalizar estos modelos destinados a la inversión. De esta forma, queda anulado uno de los mayores atractivos para tomar posiciones en los mercados de renta variable. No lo olvides a partir de estos momentos si no deseas llevarte alguna que otra sorpresa que no sea del agrado de tus intereses personales.

Los futuros sobre acciones también es una forma de invertir de forma independiente debido a que en cierta forma cotizan a su aire. Hasta el punto de que en muchas ocasiones se generan importantes divergencias respecto a los índices bursátiles a lo que replica. En este sentido, los futuros son muy producto a los productos denominados como indexados, pero sin mantener siempre la misma tendencia. Aunque generalmente suele ser bastante aproximada, pero no la misma en toda su intensidad. Con pequeñas diferencias que pueden ser muy interesantes para algunos de los perfiles de los pequeños y medianos inversores.

Costes de las operaciones

Otro de los aspectos en que hay que fijarse en los futuros de las acciones es el coste total de sus movimientos. Es cierto que no hay grandes diferencias respecto a la tradicional compra y venta de acciones en bolsa. Con unas comisiones que están en la misma línea y que no son muy expansivas si al fin y al cabo invertimos la misma cuantía en las operaciones. De todas formas, algunas entidades y plataformas han diseñado una serie de ofertas y promociones que nos pueden hacer ahorrar dinero todos los años. Con tarifas más ajustadas y en especial cuando se elevan el número de operaciones que se realizan todos los meses.

En cualquier caso, lo que no existe es la tarifa plana para operar en la compra y venta de acciones en bolsa. Desde este punto de vista, las oportunidades para abaratar el producto son sensiblemente menores y te tienes que limitar a los precios que marcan los operadores financieros. Solo a través de ciertas plataformas online se puede conseguir tarifas mucho más competitivas en las que te puedes ahorrar casi el 50 % sobre las tasas iniciales. Con el acceso a toda clase de futuros en acciones, tanto en los mercados nacionales como de fuera de nuestras fronteras.

Cotizan en mercados regulados

Otro de los aspectos más interesantes es el que tiene que ver con los mercados financieros en donde cotizan sus acciones. En este sentido, no hay lugar para dudas ya que los futuros se negocian en mercados oficiales y organizados, muy similares a los mercados de acciones. Desde este punto de vista no habrá ninguna clase de problemas o incidencias para los pequeños y medianos inversores. Son mercados regulados en lo que no habrá que temer ningún efecto negativo en cada una de las operaciones.

No obstante, en el preciso momento de comprar o vender un contrato de futuros hay que depositar unas garantías para evitar perjuicios a la otra parte. Es decir, al comprador o vendedor ya que es uno de los denominadores comunes que tienen esta clase de operaciones en los mercados de renta variable tan especiales. Por este motivo, es preferible aportar un cierto aprendizaje antes de tomar posiciones en los activos financieros que aporten esta característica. No en vano, son los pequeños y medianos inversores con mayor experiencia los que se decantan por la contratación de estos productos para operar en bolsa.

Operaciones a corto plazo

Mientras que por otra parte, no te puedes olvidar en estos momentos de una cosa muy relevante. No es otra que lo más habitual es utilizar los futuros para hacer trading a corto plazo, pero no es la única opción como hemos comprobado con anterioridad. Si deseas hacer operaciones de trading a partir de estos momentos no cabe duda de que los mercados de futuros es una buena elección para rentabilizar los ahorros. Debido a que tienes más márgenes para mejorar la rentabilidad de las operaciones. Como consecuencia de las mayores diferencias que pueden existir entre sus precios máximos y mínimos. Con lo que tienes una mayor nivel para realizar las operaciones y rentabilizarlas a partir de estos momentos.

Otro factor muy importante en el mercado de futuros es que la fecha de vencimiento el contrato de futuro expira y deja de existir. Es uno de los motivos principales por lo que las operaciones en estos activos financieros suelen ser más peligrosos. Es decir, el riesgo es más elevado que en la compra y venta de acciones en los mercados de renta variable. Hasta el punto de que puedes generar unas minusvalías más altas que en los formatos tradicionales. Por no eso, los futuros no es un producto financiero destinado a todos los perfiles de pequeños y medianos inversores. Si no que por el contrario, va dirigido a los más agresivos y en cierta forma que buscan la especulación en esta clase de movimientos.

Otras características de este producto

Hay otras notas relevantes para explicar este modelo en la inversión tan  especial para buena parte de los pequeños y medianos inversores. Es en lo referente a que la cotización de los futuros evoluciona de forma paralela a la de la cotización del activo subyacente. Esta es una pequeña diferencia que lo diferencia de la compra y venta de acciones en bolsa. Hasta el punto de definir en toda su intensidad su modelo de inversión y que puede hacerlo muy rentable en algunas de las ocasiones. Aunque también es cierto que los riesgos pueden estar perfectamente controlados.

Además, tienes muchos horarios para decantarte por esta clase de inversión en los mercados de renta variable. En especial, en los horarios nocturnos que es cuando más se desarrollan estas cotizaciones de los futuros. Tanto en lo que se refiere a las plazas del viejo continente como en otros destinos geográficos. Es decir, tienes muchas opciones en donde elegir si al final optas por este producto financiero. En donde, la última palabra la tendrás tú mismo.

Contratación de acciones

El MEFF tiene intención de introducir contratos sobre la mayoría de valores que cotizan en el Mercado Continuo nacional. Por lo pronto están integrados la práctica totalidad de los integrados en el índice selectivo de la renta española, el Ibex 35. Pero lo realmente interesante de esta propuesta en la inversión es que se pueden contratar futuros y opciones sobre de una amplia representación de empresas que cotizan en los principales índices bursátiles europeos. Como por ejemplo, en la mayoría de los valores de alta capitalización en la renta variable europea.

Como consecuencia de esta peculiar estrategia en la inversión, el usuario tiene la ventaja de que puede apostar por una larga lista de valores que se han ido añadiendo a través de los últimos años. Se tratan de empresas sólidas, con un fuerte peso específico en sus respectivos índices y que tienen un alto volumen de contratación. Por el contrario, las empresas de pequeña capitalización no están en esta lista al no reunir los requisitos necesarios para cotizaren este mercado financiero. Si no que por el contrario no habrá otro remedio que realizar las operaciones en los corros bursátiles nacionales.


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