El Eurogrupo trabaja en un paquete de medidas económicas para atajar la crisis del coronavirus que pasa por usar las líneas de crédito del Mecanismo Europeo de Estabalidad (MEDE) -el fondo de rescate-, movilizar hasta 200.000 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y activar un fondo de ayudas contra el paro. En concreto, se activaría una línea de crédito preventiva con condiciones reforzadas, un instrumento que ya existe pero nunca se ha utilizado, a la que podrían acceder todos los países que lo necesiten. Esta línea permitiría desembolsar financiación por hasta el 2 % del PIB del país que lo solicite, lo que supondría cerca de 25.000 millones en el caso de España.
En cualquiera de los casos, una de las medidas estrella que parece descartarse son los ya famosos coronabonos y de los que son firmemente partidario los países del sur de Europa, entre ellos España. Como solución al fuerte endeudamiento que está asumiendo la economía de nuestro país para combatir los efectos de este virus. Se trata de un instrumento financiero que permitiría reunir fondos en nombre de toda la eurozona con el fin de luchar contra el Covid-19. Pero varias naciones, entre las cuales se encuentra Alemania, se oponen a la propuesta, corriendo el riesgo de dar la impresión de una falta de solidaridad europea ante una crisis sin precedentes.
Por otra parte, desde el Eurogrupo se estudia también la propuesta del BEI para crear un fondo con 25.000 millones de euros en garantías aportadas por los Estados miembros, lo que permitiría movilizar 200.000 millones de euros en financiación para dar liquidez a las empresas europeas. En función de cuál sea la respuesta financiera los mercados de renta variable tomarán una u otra dirección que harán variar el dinero en las inversiones. Con lo que previsiblemente se eleve la volatilidad en estos días y hasta que se vea cuál va a ser la decisión que se vaya a tomar por parte de los organismos comunitarios.
Respuesta de la bolsa a las medidas
Ahora queda por comprobar cuál a ser la respuesta por parte de los mercados de renta variable en el viejo continente ante las decisiones que se tomen en Europa en estos próximos días. Porque puede darse la situación de que al final estas medidas puedan defraudar a los agentes bursátiles y la reacción sea una brusca caía en los índices bursátiles europeos, con el Ibex 35 a la cabeza. Este es un riesgo que están analizado los pequeños y medianos inversores en su posible vuelta a los mercados financieros. Porque no puede olvidarse que los mercados financieros siempre van por delante de las decisiones que se tomen por los diferentes organismos nacionales, internacionales y supranacionales.
Por tanto, la prudencia debe ser el denominador común en las actuaciones de los pequeños y medianos inversores en estos complicados días. Una vez que la pandemia se ha extendido a prácticamente todos los países del planeta, y muy en especial en los Estados Unidos. Hasta el punto de que puede ayudar a que la presión vendedora se imponga sobre la compradora, al menos en lo que se refiere al más corto plazo. A pesar de que se puedan producir rebotes muy puntuales, como el que hemos observados desde que se llegase a los mínimos en muchos años. Un nivel que habrá que comprobar en las próximas semanas si es el suelo o por el contrario la bolsa puede dirigirse a niveles más profundos en las caídas.
Posibilidad de una subida muy vertical
De todas formas, cabe todavía la posibilidad de que por parte de los organismos comunitarios se apruebe a última hora la implantación de los coronabonos. Y en cuyo caso, habría una respuesta muy positiva por parte de los mercados de renta variable. Sin descartarse que pudiese llegar a cotas mucho más elevadas de las que muestran en estos momentos. En concreto, como para que el índice selectico de la bolsa española pudiese tantear el nivel de los 8.000 puntos. Pero en cualquier caso, no hay ninguna clase de evidencia de que pueda cumplirse este escenario y por tanto los riesgos en las operaciones serían máximos. Con la posibilidad real de que pueda perderse mucho dinero en los movimientos de las nuevas operaciones en estos activos financieros.
Es decir, los niveles de protección que tienen en estos momentos los pequeños y medianos inversores están muy limitados. Y no queda más remedio que arriesgar si se desea rentabilizar el capital disponible para la inversión de los particulares. En donde siempre tienen las de perder ya que puede pasar cualquier cosa con respecto a la medidas que se vayan a adoptar en los próximos días. En este sentido, no puede olvidarse que los mercados al estar pendientes de las nuevas medidas económicas en la UE estarán más condicionados que nunca para que puedan tomar una dirección u otra a partir de este preciso instante. Aunque lo más normal que ocurra es que al final los tan deseados coronabonos no sean más que una ilusión para los países del sur de Europa.
Niveles a vigilar
Por lo que respecta al Ibex 35 el nivel más importante a vigilar en los próximos días es el de los 6.000 puntos ya que su vulneración representaría una nueva señal de debilidad. A parte de no constituirse como ese suelo con el que soñaban buena parte de los agentes e intermediarios en los mercados de renta variable. No en vano, la próxima parada podría estar situada ya en los 5.000 puntos y desde donde se conseguiría unos precios muy competitivos en la valoración en las acciones de las cotizadas. Desde donde se podrían realizar compras desde una estrategia en la inversión muy agresiva y adecuada a todos los perfiles que presentan los pequeños y medianos inversores.
Mientras que por otra parte, si se logra respetar los niveles de mediados del pasado mes de marzo, en los 6.100 o 6.000 puntos, sería la señal definitiva de que lo peor ya lo hemos pasado. Y por tanto, sería mucho más factible una vuelta ordenada a los mercados de renta variable. En donde en estos momentos hay una serie de valores bursátiles que se constituyen en auténticas oportunidades de negocio. Como pocas veces ha pasado a través de la historia de estos activos financieros. Como por ejemplo una acción del Banco Santander por debajo de los dos euros, al igual que buena parte de los integrantes en el Ibex 35. Aunque en muchos de los casos se hayan reducido o suspendidos los dividendos que repartían entre sus accionistas.
Estímulos fiscales para la pandemia
Esta sería la noticia mejor recibida por parte de los mercados financieros para iniciar la senda alcista a partir de estos momentos. Tal y como ha mantenido el Banco Central Europeo (BCE) al poner de manifiesto que sería la mejor de las medidas para para combatir los efectos económicos generados por la irrupción de la actual pandemia. No puede olvidarse que esta excepcional medida se constituye en una de las esperanzas para que las bolsas de todo el mundo puedan revalorizarse con mayor rapidez a partir de estos momentos. Hasta el punto de que puedan recuperarse en niveles entre el 20 % y 30 % sobre las posiciones actuales. Debido a que es una de las condiciones más notables que demandan los mercados financieros desde el inicio de esta crisis.
Por otra parte, no hay que olvidar que, tanto desde el FMI como desde el BCE se ha venido insistiendo en estos días que la resolución a esta crisis económica tiene que venir desde su tratamiento fiscal y no a través de políticas monetarias más convencionales que ahora no tienen ningún efecto redentor en los efectos de esta nueva y grave situación económica en la que estamos inmersos como consecuencia de la expansión de este virus tan letal. En donde hay que acudir a soluciones más imaginativas e innovadoras que puedan minimizar o paliar los problemas sobre buena parte de la población en este planeta.
Descenso en el nivel de consumo
Otro de los aspectos que hay que mencionar es el que tiene que ver con el consumo, y en concreto con una bajada muy potente sobre el mismo. Y que tarde o temprano terminará por afectar a un buen número de los valores que cotizan en los mercados de renta variable en el mundo. Con lo que supone en la práctica, y es que pueden verse reducir buena parte de sus beneficios empresariales. Y por tanto, mostrar una valoración en sus cotizaciones mucho más modestas que antes del mes de marzo, aunque se supone que por encima de las actuales. Es decir, que desde este punto de vista habría un potencial de revalorización en los valores que integran el mercado continuo de nuestro país. Aunque no sean bajo los márgenes deseados por buena parte de los pequeños y medianos inversores.
Todo ello, en un contexto de elevada incertidumbre, y con extrema volatilidad en los mercados financieros que serán más que nunca muy sensibles a las medidas que puedan tomar las autoridades económicas en la zona euro. Tal y como va a suceder en estos días tan cercanos.