¿Cómo detectar a los chicharros?

chicharros

Bajo la curiosa denominación de chicharros se esconden una serie de valores que cotizan en bolsa que mantiene unas características muy bien definidas. Se trata de compañías de pequeña capitalización que tiene muy poca liquidez y que son el objetivo de las operaciones de los inversores más especulativos de los mercados financieros. En donde destacan por el poco volumen de contratación que conllevan en todas las sesiones bursátiles. Hasta el punto de generar unas variaciones en la formación de sus precios muy elevadas. Por encima de las producidas en otros valores de la renta variable.

Si hay una característica que define con objetividad a los valores denominados como chicharros es su alta volatilidad. Llega a ser extrema con una diferencia muy pronunciada entre sus precios máximos y mínimos, que puede llegar a ser de más del 10 %. Por lo tanto, muy aptas para operaciones de intradia, es decir realizadas en una misma sesión bursátil para aprovechar estos movimientos tan violentos. En donde puede conseguirse unas plusvalías que difícilmente podrían conseguirse en los valores más estables de los mercados financieros.

La renta variable española está repleta de compañías de estas características. Tanto en lo que se refiere al mercado continuo nacional como incluso al Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Con representantes tan conocidos como Sniace, Ercros o Inmobiliaria Colonial, por citar tan solo unos ejemplos. Su bajo precios es otro de los elementos que define a los chicharos. Porque generalmente su valor está por debajo de la unidad de euro. No obstante, esto no quiere decir que sean acciones baratas. Sino todo lo contrario, en la mayoría de las ocasiones su valoración es más bien cara.

Chicharros: ¿cómo operar con ellos?

valores

En esta clase de valores tan especiales la mecánica de inversión es sustancialmente diferente con respeto a los valores considerados como más convencionales. Para empezar, están destinados para operaciones de inversión al muy corto plazo. No en vano, corres el riesgo de quedarte atrapado en sus posiciones. De las que luego es muy complicado salir de ellas. Por otra parte, requieren de movimientos muy rápidos para aprovechar la verticalidad de sus subidas, porque las bajadas también se desarrollan en el mismo sentido. Son compañías cotizadas que tan pronto pueden subir un 10 % en una sola sesión bursátil que dejarse similar porcentaje al día siguiente.

Los chicharros son valores, por otra parte, muy complicados para operar. Solamente si tienes cierta experiencia en las operaciones puedes estar dispuesto a rentabilizar los ahorros con algunas garantías de éxito. En cualquier caso, nunca debes dirigir las operaciones al medio y largo plazo. Por una razón fundamental y es que te puedes quedar enganchado en sus posiciones. Es decir, que marquen unos precios muy alejados de las órdenes de compra. Como consecuencia de esta actuación, no te quedará más remedio que realizar una pésima operación de venta o por el contrario esperar quizás excesivo tiempo hasta que pueda recuperar el precio en que abriste las posiciones en estos valores tan especiales.

Con problemas de financiación

Otra de las particularidades de estas empresas que están englobadas dentro de esta curiosa denominación es que suelen tener problemas en sus líneas de negocio. Esto en la práctica representa que suelen tener dificultades para su financiación. Generalmente con unos resultados empresariales no excesivamente boyantes y que por tanto no ofrecen garantías a los pequeños y medianos inversores. Otro de sus principales problemas se deriva del hecho de que sus líneas de negocio no son estables y tiene  excesivas dificultades para salir adelante. Incluso con el hecho de que son seguidas por otras empresas para alguna clase de operación mercantil entre las mismas. Se rigen bajo estos parámetros y esto hace que la indefinición en sus cotizaciones sea una de sus máximas constantes a través de su vida.

Por otra parte, no puede olvidarse que los chicharros son unos valores muy propensos a las operaciones especulativas de los pequeños y medianos inversores. Con un accionariado muy poco estable que les impide asentarse en una tendencia. Porque al fin y al cabo lo que cuenta es el precio que marcan en una sesión bursátil. No más lejos dentro de sus expectativas. Hasta el punto de que es mucho más complicado desarrollar una estrategia en la inversión. Porque si por algo se caracterizan estos valores es porque se mueven por impulsos, tal y como habrás podido comprobado durante los últimos años.

Son objeto de constantes rumores

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Otro factor con el que debes contar si vas a operar con los chicharro es que es muy frecuente los rumores sobre su situación financiero. No en vano, en buena parte de los chicharros los precios se conforman en función de estos comentarios. En donde en la mayoría de las ocasiones son infundados o al menos con poca consistencia. Esto hace que al igual que sus acciones suben con mucha rapidez, en el momento en que no se confirman estos rumores, sus precios caen realmente con estrépito. Hasta el punto que puedes dejarte muchos euros por el camino. Son valores muy peligrosos para operar, en especial si no tienes experiencia en esta clase de operaciones tan particulares.

Los precios de sus acciones se mueven por esta clase de comentarios en los mercados financieros. Algo que no sucede, por ejemplo, con los blue chips del índice selectivo de la renta variable española, el Ibex 35. En este sentido, son valores que más que por sus resultados, cotizan por las expectativas que crean entre los inversores. Este es uno de los principales motivos por lo que sus reacciones no son para nada lógicas. En donde un rumor es más importante que las cuentas empresariales que presentan todos los trimestres del año.

Son valores muy estrechos

Otro elemento de análisis para definir a los valores conocidos popularmente como chicharros es que son muy poco líquidos. ¿Esto qué quiere decir realmente? Pues que tienes ciertos problemas para entrar y salir de sus posiciones. En el sentido de que no se ajustaran a tus deseos en la mayoría de los casos. Entre otras razones porque se negocian muy pocos títulos en el mercado. Este efecto puede producir que no puedas vender tus acciones al precio que deseas y como consecuencia de esta característica puedas realizar una mala operación en los mercados de renta variable.

También es más complicado que te admitan una inversión de elevada cuantía monetaria. Si no que por el contrario, deberás realizar muchas operaciones de poco montante económico para que se puedan ajustar a los precios que tu deseas compras sus acciones. Es un inconveniente que tú no tienes en los restantes valores ya que puedes entrar y salir en el momento en que desees. Tal y como puedes realizar en valores como Banco Santander, BBVA, Iberdrola o Gas Natural. No en vano, el número de compradores y vendedores es mucho menor en los chicharros.

No son objeto de análisis

analisis

Por otra parte, esta clase de valores de los que estamos hablando no son seguidos por parte de los brokers o intermediarios financieros. Por lo tanto, tendrás menos información técnica sobre ellos al no contar con un seguimiento a su evolución en los mercados de renta variable. Tampoco suelen integrar las carteras de inversión por parte de los fondos y que propicia que solo los minoristas se fijen en sus posiciones. Desde este escenario, son cotizadas que son más manipulables para la formación de sus precios. Con unos pocos títulos puedes manipular su valoración, con oscilaciones que pueden llegar al 10 % en muy pocos minutos.

Si ves su evolución en bolsa comprobarás que su volumen de contratación es realmente mínimo, en algunos casos claramente insignificantes. Este es uno de los motivos para también en determinados momentos sus precios se muestren inalterables durante muchas horas o incluso sesiones bursátiles. Hasta el punto de que puedas desesperarte por el poco movimiento en sus posiciones. Apenas hay interés por parte de los pequeños y medianos inversores. Tan solo la especulación hace que puedan moverse en uno u otro sentido.

Si tu intención es invertir en estos valores tan especiales a partir de estos momentos deberás conocer que es un grupo muy particular. En dónde es cierto que puedes ganar mucho dinero en sus operaciones, pero también dejarte una parte muy importante de la inversión. Más allá de la estrategia que vayas a plantear en la inversión. Será una razón muy convincente para que no destines un importe muy exigente de tu patrimonio personal. No en vano, los riesgos son sensiblemente mayores a los de otros valores del mercado de valores de España. Aunque son muy populares entre los inversores por las aportaciones que te hemos explicado anteriormente.

Solamente tú mismo podrás tomar la decisión de si realmente te conviene optar por los chicharros como fórmula de inversión. Analizando todos los riesgos que correrás si al final te decantas por estos representantes de la renta variable española. Porque si no eres un inversor de perfil especulativo será mejor que desistas del intento y dirijas tus operaciones a valores más estables de la bolsa. Al menos estarás más tranquilo y podrás rentabilizar los ahorros de una manera satisfactoria para defender tus intereses personales. Que es al fin y al cabo de lo que se trata.


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