Los bancos un sector a evitar en 2020

El segmento bancario es el sector por excelencia de la renta variable ya que su presencia acapara la atención de buena parte de los pequeños y medianos inversores. Con una gran actividad en el intercambio de títulos en todas las sesiones bursátiles y que determinan la evolución real del índice selectivo de la bolsa española. Con valores de la importancia de BBVA, Santander, Sabadell o Bankinter que se han depreciado enormemente en los últimos meses como consecuencia de la expansión del coronavirus. Aun así, no puede olvidarse que muchos de ellos están integrados como los blue chips de los mercados financieros y con un gran volumen de contratación. Al igual que se caracterizan por ser valores muy líquidos que permiten entrar y salir de sus posiciones con cierta facilidad.

El sector bancario también se caracteriza porque son empresas más agresivas por amplio margen. Los mercados esperan que los reguladores bajen lo que consideran un alto nivel de intervencionismo en el sector, una flexibilización en los diferentes ratios del balance. Siendo uno de los factores que han generado que su valores hayan perdido su valoración en los mercados de renta variable desde hace unos años. Mientras que desde que se expandiese el coronavirus por todo el mundo se ha dado un nuevo escenario en que los bancos, que ya han sacrificado, los dividendos de este año, quieren garantías ciertas de que los créditos, que concedan los cobrarán. Ante el riesgo de impagos que se ha credo en este nuevo contexto general.

Por otra parte, la cotización de los mismos se ha derrumbado hasta el punto de presentar unos precios muy poco imaginables hasta hace unos pocos meses. En donde algunos de ellos están por debajo de la unidad de euro y con pocas perspectivas de superar estos niveles en los precios. Con una reducción muy importante en los pequeños y medianos inversores que tengan tomada sus posiciones en los mercados de renta variable de nuestro país. Porque, además el sector se encuentra en una tendencia claramente bajista, y lo que es peor, a  todos los plazos: corto, medio y largo. A través de una corriente vendedora pocas veces vistas en las últimas sesiones en bolsa y que ha llevado a que no sean un objeto en las operaciones de los usuarios bursátiles.

Los bancos el peor sector en el Ibex 35

De cualquier forma, hay una cosa segura y es que el sector financiero es el peor en el año en los respecta al índice selectivo de la renta variable de España, el Ibex 35. Con descensos por encima del 35 % y en algunos de los casos incluso se han más dejado algo más del 50 %. Es decir, no ha sido un buen negocio para todos los pequeños y medianos inversores. En donde han perdido hasta el momento buena parte de los ahorros invertidos en estos grupos financieros. Por encima de otros sectores tan relevantes, como por ejemplo constructoras, eléctricas o nuevas tecnologías. Desde este escenario, no queda otra solución que esperar a ver cómo evolucionan estas empresas cotizadas para que puede que se puedan comprar con unos precios más ajustados y competitivos que hasta estos momentos.

Mientras que por otra parte, no puede olvidarse que estos valores bursátiles conllevan unos riesgos muy altos precisamente gracias a su enorme volatilidad y que está al frente de todos los sectores bursátiles. Con una gran diferencia entre sus precios máximos y mínimos y que en buena parte de los casos puede llevar a niveles en torno al 5 % y en algunos momentos con más intensidad. Se trata de una situación muy poco recomendada para los pequeños y medianos inversores con un perfil más defensivo o conservador que no puede permitir esta clase de fluctuaciones en los mercados de renta variable. Mientras que por el contrario, está mucho más indicado para los traders que pueden rentabilizar sus ahorros en muy corto espacio de tiempo. En lo que se trata de un cambio en los hábitos de los usuarios de esta clase de productos financieros.

Los valores cíclicos

Esta clase de compañías cotizadas son otra de las grandes perdedoras en este año ya que sus líneas de negocio se han desplomado con una gran intensidad. Con depreciaciones anuales en torno al 45 %, lo que es decir mucho para el primer semestre del año. Pero no podemos olvidar que esta clase de valores se caracterizan sobre todo porque se comportan mejor en los periodos de crecimiento y por debajo de los restantes en los periodos recesivos. Y por tanto está llevando a rajatabla esta regla que siempre se cumple en los mercados de renta variable. Y por tanto no quedará más remedio que evitarse sus posiciones en estos momentos. Debido a que podemos tener alguna que otra sorpresa negativa a partir de estos momentos.

Mientras que por otra parte, hay que incidir en que los valores de carácter cíclico suelen cotizar con mayor volatilidad que los restantes. No en vano, esta de otra de sus señales de identidad más acusadas y que tienes que analizar para conocer cuál puede ser la intensidad de sus caídas y optar por no entrar en sus posiciones en bolsa.  Desde este punto de vista no queda más remedio que abstenerse en la toma de decisiones, al menos en lo que se refiere al más corto plazo. En este sentido, hay que recordar que cuanto más fuerte es, más fuerte se vuelve la economía. Pero a medida que el sector se debilita, como lo demuestran los acontecimientos que condujeron a este momento la situación se puede volver muy complicada para los inversores.

Esperar al menos un tiempo

La mejor estrategia en la inversión que tienen en estos momentos los inversores no es otra que esperar, esperar y esperar. No tienen otra opción si en realidad desean proteger sus posiciones en esta clase de valores bursátiles. Porque cualquier desliz puede generarles que se puedan dejar muchos euros por el camino y por tanto deben actuar para afrontar esta situación tan compleja que se les está presentado en estos meses tan complejos para los mercados de renta variable y muy en especial para los valores del sector bancario. Además no hay excepciones de ninguna ya que el aspecto técnico es nefasto para todos ellos y por tanto no permite valores refugio dentro del mismo sector bursátil.

Por otro lado, también hay que valorar el hecho de que este segmento empresarial está aquejado de unas grandes debilidades. No son nuevas, si no que por el contrario las llevan arrastrando desde hace algunos años y este es uno de los motivos para que su valor en bolsa se haya desplomado en los dos últimos años. Es preferible esperar unos cuantos a empezar ya en la compra de las acciones con el objeto de evitar situaciones no deseadas para buena parte de los inversores. No en vano, en estos momentos la volatilidad se ha incrementado y puede provocar que los nervios afloren de una manera exponencial a las circunstancias por las que atravesamos en estos momentos de nuestras vidas. En donde debe prevalecer la precaución por encima de otra serie de consideraciones más técnicas.

¿Qué es la inversión de valor?

La inversión de valor es una estrategia utilizada por las personas que eligen acciones que parecen negociarse por menos de su valor intrínseco o contable. Los inversores de valor buscan acciones en las que el precio de mercado no refleja completamente los flujos de caja futuros de un negocio. Básicamente, estos inversores creen que las acciones que eligen están infravaloradas por el mercado. A menudo compran acciones de manera agresiva al mismo tiempo que otras las venden, durante los momentos de malas noticias, mal desempeño o condiciones económicas débiles. Pero cuando la mayoría de la gente persigue acciones que galopan más alto, los inversores de valor hacen lo contrario: Venden.

Los inversionistas de valor se enfocan en objetivos a largo plazo en vez de a corto plazo. La angustia en el mercado más amplio o en una base de acciones individuales es lo que crea oportunidades para que los inversores de valor compren con atractivos descuentos. El sector bancario es bastante sensible al ciclo económico, por lo que es susceptible a los extremos de precios y valoraciones que atraen a los inversores de valor.

El sector bancario

El sector bancario o financiero comprende las empresas que prestan servicios financieros a los consumidores. Esto incluye bancos minoristas, compañías de seguros y empresas de servicios de inversión. Este sector tiene un gran impacto en la economía. Cuanto más fuerte es, más fuerte se vuelve la economía. Pero a medida que el sector se debilita, como lo demuestran los acontecimientos que condujeron a la Gran Depresión, la economía comienza a seguir el rastro. Por lo tanto, una economía saludable y estable requiere un sector financiero y bancario fuerte.

Muchas de las acciones de este sector pagan dividendos, lo que muchos inversionistas de valor creen que es una buena señal de la calidad de una empresa. Cuanto más larga sea la historia de los dividendos, mejor para el inversor, ya que demuestra un buen historial de éxito. También demuestra que la empresa tiene un historial de proporcionar a los inversores una parte de los beneficios.

Inversión a corto plazo vs. largo plazo

La perspectiva de un inversor de valor puede entenderse mejor a través de la descripción que hacen buena parte de los inversores con más experiencia en el mercado de valores como una máquina de votar a corto plazo, pero una máquina de pesar a largo plazo. El significado de esta metáfora es que a corto plazo, los precios de las acciones están determinados por las emociones y opiniones de los participantes del mercado. Pero a largo plazo, el precio es impulsado por el rendimiento real de la empresa.

Graham es considerado el padre de la inversión de valor, enfatizando un enfoque en los fundamentos a largo plazo de una acción. Dado que las acciones bancarias son quizás las más susceptibles a estas fuerzas emocionales a corto plazo, dado el apalancamiento y la naturaleza del negocio, es natural que los inversores en valor se sientan atraídos por este sector.

Los inversores en valor buscan acciones con una baja relación precio-beneficio (P/E). A veces, si una empresa está realmente en dificultades, puede estar perdiendo dinero, por lo que esta medida es menos útil que las ventas o los márgenes brutos. Otra medida del valor es la relación precio-beneficio (P/B). El valor contable de la empresa refleja el valor contable de la empresa después de contabilizar todos los tipos de pasivos.

Valores calientes para afrontar la bolsa en el verano

Este va a ser sin lugar a dudas un verano atípico para los pequeños y medianos inversores por las actuales circunstancias que se han

Los bancos pueden parecer negocios bastante complicados, y en muchos sentidos lo son. Sin embargo, las ideas básicas detrás de la industria bancaria y cómo estos negocios hacen su dinero son fáciles de entender. Con eso en mente, aquí hay una visión general de los diferentes tipos de bancos, algunas métricas importantes que los inversionistas deben saber, y tres grandes acciones bancarias para principiantes para mantener en su radar.

Las 3 categorías de negocios bancarios

Bancos comerciales: Son bancos que prestan servicios a los consumidores y a las empresas, como cuentas corrientes y de ahorro, préstamos para automóviles, hipotecas, certificados de depósito y más. La principal forma en que un banco comercial gana su dinero es pidiendo prestado dinero a un tipo de interés relativamente bajo y prestándolo a los clientes a un tipo más alto. Si bien los bancos comerciales obtienen la mayor parte de su dinero de los ingresos por concepto de intereses, muchos también recaudan importantes ingresos por concepto de comisiones de apertura de préstamos, recargos de cajeros automáticos y comisiones de mantenimiento de cuentas.

Bancos de inversión: Estos bancos proveen servicios de inversión para clientes institucionales y personas de alto poder adquisitivo. Los bancos de inversión son las empresas que ayudan a otras empresas a cotizar en bolsa a través de ofertas públicas iniciales, emiten títulos de deuda y asesoran en fusiones y adquisiciones, y ganan comisiones por todas estas cosas. Los bancos de inversión también suelen ganar dinero con el comercio de acciones, valores de renta fija, divisas y productos básicos. También suelen tener negocios de administración de patrimonio y a menudo tienen carteras de inversión propias sustanciales.

Bancos universales: Un banco universal es aquel que tiene operaciones bancarias comerciales y de inversión. La mayoría de los grandes bancos estadounidenses son bancos universales. Mientras que los bancos comerciales obtienen la mayor parte de sus ganancias de los ingresos por intereses y los bancos de inversión dependen principalmente de los ingresos por comisiones, los bancos universales disfrutan de una buena combinación de ambos.

Obviamente estas son definiciones simplificadas. Los bancos tienen muchas otras formas de generar ingresos. Por ejemplo, muchos bancos ofrecen cajas de seguridad para arrendar a sus clientes, y algunos ganan dinero a través de asociaciones con terceras compañías. Sin embargo, en el fondo, estas son las principales formas en que los bancos ganan su dinero.

3 principales acciones bancarias para poner en su radar en 2020

Cientos de bancos comercian en las principales bolsas de los EE.UU., y vienen en varios tamaños, ubicaciones geográficas y focos. Mientras que hay algunas excelentes opciones en el universo invertible, aquí hay tres acciones bancarias para principiantes que podrían ofrecer excelentes retornos en los años venideros.

  • Bank of America (NYSE: BAC)
  • JPMorgan Chase (NYSE: JPM)
  • U.S. Bancorp (NYSE: USB)

Importantes métricas para los inversores de acciones bancarias

Si está buscando invertir en acciones bancarias individuales, aquí hay algunas métricas que podría querer añadir a su juego de herramientas:

Valor de precio a libro (P/B): Una excelente métrica de valoración para usar con las acciones de los bancos, la relación precio-valor contable, o P/B, muestra cuánto está negociando un banco en relación con el valor neto de sus activos. Puede utilizarse en combinación con las métricas de rentabilidad que se examinan a continuación para dar una idea general de lo baratas o caras que son las acciones de un banco.

Rendimiento de los fondos propios (ROE): La primera de las dos medidas de rentabilidad comunes utilizadas con las acciones de los bancos, el retorno sobre el capital es el beneficio de un banco expresado como porcentaje del capital de sus accionistas. Cuanto más alto es mejor; un 10% o más se considera generalmente suficiente.

Rendimiento sobre los activos (ROA): Es la ganancia de un banco como porcentaje de los activos de su balance. Por ejemplo, si un banco obtuviera una ganancia de 1.000 millones de dólares en 2020 y tuviera 100.000 millones de dólares en activos, su retorno sobre los activos sería del 1%. Los inversionistas generalmente quieren ver un ROA del 1% o más.

Ratio de eficiencia: El ratio de eficiencia de un banco es un porcentaje que indica a los inversores cuánto gastó el banco para generar sus ingresos. Por ejemplo, un coeficiente de eficiencia del 60% significa que un banco gastó 60 dólares por cada 100 dólares de ingresos que generó. Se obtiene el índice de eficiencia dividiendo los gastos sin interés (costos operativos) por el ingreso neto, y más bajo es mejor.


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