Líneas de descuento

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Una línea de descuentos es un producto financiero que está destinado especialmente a la financiación, tanto de pequeñas y medianas empresas como de los trabajadores por cuenta propia y que se caracteriza sobre todo por la alta liquidez que aporta a sus cuentas de ahorro. No en vano, es un dinero que está a su disposición en los bancos durante un espacio de tiempo limitado en cuanto a sus plazos. Este periodo queda establecido y fijado en cada operación y es lo que determina su diferencia frente a otros modelos de similares características.

Para analizar la línea de descuento es necesario tener en cuenta que sus pagos se realizan después de la fecha de vencimiento. Su objetivo más relevantes consiste en que las empresas puedan financiarse a corto plazo ante los problemas que puedan desarrollar en sus cuentas empresariales. Dentro de este contexto general, no cabe duda de que puede entenderse que la línea de descuento es uno de los productos más eficaces que proceden del sistema bancario. Entre otras razones de especial relevancia porque el riesgo en la operación está mucho más controlado en otros formatos de pago.

Por otra parte, y desde el punto de vista práctico hay muchos aspectos por lo que salen beneficiados los usuarios con su utilización. En primer lugar, no tendrán que esperar 6 o 10 meses como son los vencimientos que tienen los pagarés para cobrar un dinero adeudado por parte de los acreedores, clientes u otras personas. Sencillamente porque al fin y al cabo no pueden pasar tanto tiempo sin cobrar el importe adeudado. Pues bien, con la línea de descuento sí que están en perfectas condiciones de adelantar estos cobros. Para que de esta manera, puedan disponerlo inmediatamente en su cuenta de empresa o corriente.

Otro de los aspectos que deben valorarse es el que tiene que ver con los gastos que hay hacer frente a su emisión. Porque es cierto, no es un producto gratuito, si no que por el contrario conlleva una serie de comisiones y gastos en su gestión. Hasta el punto de que el desembolso puede ser cercano al 0,85 % sobre el importe de la operación. En este sentido, no quedará más remedio que hacer cálculos para constatar si meceré o no la pena formalizar una línea de descuento. En la mayoría de las ocasiones en función de las cuentas que presenten las pequeñas y medianas empresas o trabajadores por cuenta propia.

No menos importante es conocer el tipo de interés que se aplican en estas operaciones. En donde se calcula sobre teniendo en cuenta la diferencia de días que existen entre la fecha de vencimiento de la factura y la de la propia línea de descuento. Con un sistema implantado que se rige porque a medida que los plazos son más longevos habrá que abonar más dinero por el adelanto de estos cobros. A nivel orientativo, las comisiones se mueven en una horquilla que va del 0,50 % al 2 %, en función de la entidad financiera con la que se opere en la contratación de este producto financiero. En cualquier caso, deberás saber que no implica un desembolso fijo, sino que por el contrario es variable.

¿Qué es una línea de descuento?

De todas formas, otro de los puntos en donde hay que incidir es que uno de los motivos para decantarse por la línea de descuento se basa en que permite que sus titulares no se resientan económicamente. Es decir, para pagar a los trabajadores, cumplir con las obligaciones fiscales o sencillamente afrontar un gasto no previsto. Porque la línea de descuento se caracteriza sobre todo porque tiene la finalidad de cubrir con plenas garantías demandas de descuento comercial.

Esta vía de financiación se más sencilla de formalizar respecto a otros productos de similares características y con la ventaja adicional de que se aplica desde un solo movimiento contable. Mientras por otra parte, aplica un tipo de interés que puede presentarse bajo una doble modalidad. Por un lado, con interés fijo para que sus demandantes puedan planificar mejor los gastos. Y por otra parte, variable y que irá en función del tiempo que falte para llegue su fecha de vencimiento.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta para su formalización que el importe de este producto no tiene valor contable. Si no que por el contrario, las fuentes que son receptivas a esta movimiento monetario son los títulos que se anticipan y los gastos generados desde la propia operación. Además, no puedes olvidar que este es un producto muy habitual que está dirigido a empresas que tienen efectos comerciales. Como por ejemplo, los vinculados a su actividad comercial y en cierta forma a los derechos de cobro.

Su sentido de ser se basa en que la su contabilidad no se resienta por el retardo en los cobros. Se trata de una operación que es muy habitual en empresas que se dedican a las ventas de toda clase de productos, servicios o artículos. En donde son puntuales las necesidades para pagar dinero a proveedores, trabajadores y otros agentes que forman parte de este proceso comercial. Hasta el punto de que en muchos casos la línea de descuento puede constituirse al fin y al cabo en el último recurso al que se pueden dirigir los pequeños y medianos empresarios.

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¿Cómo funciona una línea de descuento?

Fundamentalmente para que la contabilidad de las empresas no se resienta por el retardo en los cobros y que puede llegar a afectar a que tenga ciertos problemas para pagar las nóminas a sus trabajadores, abonar los impuestos o incluso acometer una estrategia empresarial más expansiva. Como por ejemplo, en la expansión del negocio o en acometer una ampliación del mismo. Es un producto que funciona de una manera muy particular será al fin y al cabo el propio banco quien lo acepte debido a que será el encargado de anticipar el importe de la operación. En donde los plazos de pago es uno de los elementos más reseñables para su ejecución.

Mientras que por otra parte, tampoco podemos olvidar que la línea de descuento es un producto que se basa en una operación a crédito por el que un banco o entidad financiera anticipa un importe de un crédito no vencido que tiene una empresa con una tercera. Esta puede ser normalmente un cliente, suministrador o incluso otra empresa. ¿Pero que se consigue con la línea de descuento que no tengan otros productos financieros? Pues las siguientes aportaciones que te exponemos a continuación:

  • Ahorras más tiempo debido a que se autoriza un préstamo máximo que se anticipará a otras personas o empresas. Es decir, ganas días en la operación que te ayuda a otros movimientos contables dentro de la empresa.
  • Son modelos más flexibles ya que no tienen un plazo máximo ni mínimo. Si no que por el contrario, puede adaptarse a tus necesidades. Aunque se mueven en unos márgenes que están entre los 16 y 24 meses aproximadamente.
  • Son en cierta forma más fáciles de gestionar ya que será la propia entidad de crédito la que se encargue de anticipar el importe del préstamo en función de su fecha de vencimiento.
  • Se trata de un recurso financiero relativamente asequible para los clientes debido a que los tipos de interés son más bajos que en otras formas de financiación. Además, siempre te beneficiará el hecho de que el precio del dinero en la zona euro está en el 0 %.
  • Se constituye en una clara alternativa al pago a terceros que se caracteriza por ser una financiación rápida, aunque puede que más compleja que en otros modelos del sistema financiero.

Diferencia entre póliza de crédito y línea de descuento

Es cierto que hay muchas similitudes entre ambos productos financieros, pero estableciendo unas características propias en cada uno de ellos. Por este motivo no es extraño que los puedas confundir en algún momento de tu vida profesional. Para que este escenario no ocurra, hay que indicar que la principal diferencia radica en el hecho de que el primero de ellos te posibilita disponer del dinero de una forma inmediata, sin ningún tipo de vencimientos.

Mientras que por el contrario, la línea de descuento es un producto financiero que es utilizado por algunas empresas o autónomos para anticiparse a otros documentos. Como por ejemplo, pagarés bancarios o letras de cambio, entre algunos de los más relevantes. Con el objetivo de que lleguen al emisor antes de la fecha de su vencimiento. Otra sustancial diferencia es que este último se formaliza para conseguir una financiación dirigida al corto plazo. Por una razón muy sencilla de explicar y entender: es la propia entidad bancaria la encargada de anticipar el dinero que nos debe una empresa.

Mientras que por otra parte, hay un aspecto muy relevante para considerar y es que las pólizas de crédito se asemejan más a un préstamo en el sentido tradicional de la palabra. Por el contrario, la línea de descuento no está solo limitadas a la financiación. Si no que por el contrario, es un modelo que contempla otros procedimientos más complejos en su concesión y formalización.