La banca emite menos créditos a sus clientes

El margen de intereses crece un 2,7% pese al entorno de bajos tipos de interés en Europa. Este es el denominador común en las actuaciones de los bancos durante el primer tramo de este año. En donde también se pone de manifiesto que la concesión de créditos ha disminuido en este periodo por parte de las entidades financieras. Hasta el punto de decrecer su demanda en varios puntos porcentuales respecto al año anterior. En un entorno general en el que los tipos de interés han descendido como consecuencia del abaratamiento en el precio del dinero en la zona euro.

Por primera vez en la historia el tipo de interés en la zona euro está situado en el 0 %. Es decir, no tiene ningún valor y esto se refleja en los resultados empresariales de las entidades financieros que han menguado en sus márgenes de intermediación. Debido a que sus ganancias por este concepto se han resentido sensiblemente. Jugando en contra de su posicionamiento en los mercados de renta variable. Más allá de otra serie de consideraciones de carácter técnico y puede que también desde el punto de vista de sus fundamentales.

Mientras que por otra parte, las imposiciones bancarias a plazo fijo se han visto igualmente mermadas por su baja rentabilidad como consecuencia del abaratamiento en el precio del dinero. Según los últimos datos del Banco de España, un depósito medio a 12 meses en su plazo de permanencia tiene en estos momentos un tipo de interés del 0,13 % aproximadamente. Uno de los más bajos a través de los últimos años y que ha generado que buena parte de los pequeños y medianos inversores hayan optado por otros modelos en la inversión y el ahorro. Como por ejemplo, los fondos de inversión y en algún  que otro caso, la compra y venta de acciones en bolsa.

Bancos: depósitos con menos intereses

Una de las características de este producto financieros en los últimos años es su importante bajada en el interés que aplican los bancos. En donde es muy complicado rebasar el nivel del 0,60 % por depositar el dinero a través de este modelo bancario. Ello ha generado que se haya desviado el ahorro hacia otros modelos más rentables. Aunque conlleven más riesgos en las condiciones de contratación al no estar garantizada ningún retorno fijo todos los años. Dentro de un contexto general en el que prima los estímulos en la suscripción de esta clase de productos financieros, tanto de la renta fija como de la variable.

Mientras que por otra parte, también hay que incidir en que están emergiendo otros productos que son más estimulantes para resguardar los ahorros en un entorno ciertamente complicado para los mercados de renta variable. En donde  hay opciones en que se puede mejorar la rentabilidad, pero a costa de asumir más riesgos en la contratación de estos productos financieros. No en vano, ya hay pocos productos considerados seguros el 100 %, como era el caso de las imposiciones bancarias a plazo fijo. Y este hecho está incidiendo en los resultados empresariales de las entidades de crédito.

Los créditos más baratos que antes

Otro de los aspectos que está incidiendo en el posicionamiento de las entidades bancarias es el menor beneficio que están obteniendo por la concesión de sus créditos. En cualquiera de sus modalidades y formatos: al consumo, personales, hipotecarios o incluso a través de los emitidos a través de las tarjetas de crédito. Hasta el punto de que el precio de sus acciones se han visto afectadas por este escenario que presentan los bancos como consecuencia del abaratamiento en el precio del dinero. En donde el tipo de interés medio que vienen aplicando en estos momentos está situado en una horquilla que va del 6 % al 8 %. Varios puntos porcentuales más bajos que hace unos años, antes de empezar la crisis económica.

Mientras que por otra parte, también incide en que las comisiones y otros gastos en su gestión  o mantenimiento se hayan reducido sensiblemente frente a otros periodos más expansivos desde el punto de vista monetario. Al igual que se ha produce un notable repunte en su demanda, aunque en los últimos meses esta tendencia haya cambiado en los hábitos de los usuarios bancarios, tal y como se desprende de los últimos datos que ha proporcionado el sector bancario. En un entorno muy complicado que ofrece muchas dudas a las pequeños y medianos inversores que hayan tomado posiciones en algunos de los valores de este importante sector dentro de la renta variable nacional.

Contratación de otros productos

Otra de las consecuencias directas de este cambio en los hábitos de los clientes bancarios es el hecho de que los fondos de inversión hayan repuntado en los últimos meses. Porque en efecto, según la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) pone de manifiesto que en medio de la elevada incertidumbre que condicionó el comportamiento de los mercados, los Fondos de Inversión redujeron su patrimonio en mayo en 4.500 millones de euros (1,7 % menos que el mes anterior), situándose en 264.492 millones de euros, algo más de 6.977 millones de euros por encima del cierre de 2018 (2,7 % más que en diciembre pasado).

Este descenso patrimonial se debió en su totalidad al mal comportamiento de los mercados, puesto que se registraron suscripciones netas por valor de 414 millones de euros en el periodo. Afectado, tanto a los fondos de inversión de renta variable como a los procedentes de la renta fija. Al igual que desde los formatos alternativos, como por ejemplo monetarios, inmobiliarios o incluso basados en materias primas. Aunque el balance de este año sea claramente positivo para los partícipes de este producto financiero.

Comprar acciones en bolsa

Los pequeños y medianos inversores más agresivos siempre tienen el recurso de decantarse por la compra y venta de acciones en los mercados financieros de renta variable. En un año muy complicado pero que de momento se está saldando del lado positivo. Es un riesgo que debe asumirse para mejorar la rentabilidad de sus ahorros ante los débiles retornos en los productos de renta fija y bancario (imposiciones, pagarés o bonos). Siendo otra de las fuentes de beneficio por parte de las entidades de crédito por las comisiones y gastos que conlleva su contratación.

Aunque cada vez sea más complejo rentabilizar las operaciones al más corto plazo debido a la volatilidad que emergen en los mercados de renta variable. En donde es muy difícil mantener varios días seguidos de subidas pronunciadas. Aunque reparten dividendos entre sus accionistas con una rentabilidad media que se aproxima al 5 %. En cualquier caso, superior a la que ofrecen los productos destinados al ahorro que apenas rebasan niveles del 1 %. En un contexto general en el que cada vez es más complicado asegurarse una mínima rentabilidad al dinero invertido. Y que está llevando a los usuarios a bancarios a solicitar modelos de inversión que son de nueva creación.

Concesión de los créditos

El balance consolidado de los grupos bancarios españoles superó a 31 de marzo de 2019 los 2,6 billones de euros, con un crecimiento del 3,2 % interanual soportado de manera significativa por el incremento de los epígrafes representativos de la actividad típica de la banca comercial minorista. Tanto el crédito como los depósitos de la clientela crecieron por encima del 5 %, mientras que el saldo de los valores representativos de deuda emitidos aumentó en un 9 % interanual.

El crédito a la clientela, por otra parte, alcanzó 1,6 billones de euros hasta marzo, lo que supone un 5,2% más en tasa interanual y representa casi el 60 % del total de los activos del balance. La ratio de morosidad se situó ligeramente por debajo del 4 % tras una reducción de más de medio punto porcentual respecto a la tasa de un año antes, con un nivel de cobertura equivalente al 67,4 % de los activos dudosos, frente al 68,7 % del año anterior.

Los depósitos crecen más del 5 %

Los depósitos de la clientela se situaron por encima de 1,4 billones de euros, un 5,5 % más que en marzo de 2018, con lo que ya representan más del 55 % del total del balance y permiten mantener la ratio de créditos sobre depósitos en el 108 %. Por otra parte, el saldo de los valores distintos de acciones emitidos se ha incrementado en 30.000 millones de euros, un 9,3 % durante los últimos doce meses, hasta un volumen de más de 350.000 millones de euros.

En sentido contrario, la financiación neta captada de bancos centrales y entidades de crédito se ha reducido hasta un saldo neto de 13.000 millones de euros, apenas un 0,5 % del total balance, con una disminución anual de 35.000 millones de euros. A 31 de marzo de 2019, el patrimonio neto se elevó a 192.000 millones de euros, con un incremento anual del 1,7 %. Expresado en términos de coeficiente de solvencia, la ratio de capital de máxima calidad CET1 fully loaded se situó en el 11,3 %, lo que significa 20 puntos básicos más que un año antes.

El crédito a la clientela, por otra parte, alcanzó 1,6 billones de euros hasta marzo, lo que supone un 5,2% más en tasa interanual y representa casi el 60 % del total de los activos del balance. La ratio de morosidad se situó ligeramente por debajo del 4 % tras una reducción de más de medio punto porcentual respecto a la tasa de un año antes, con un nivel de cobertura equivalente al 67,4 % de los activos dudosos, frente al 68,7 % del año anterior.


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