Invertir en bolsa a través de las imposiciones a plazo

Depósitos y productos referenciados a la renta variable son algunas de las fórmulas por las que se han decantado mayoritariamente las aseguradoras y entidades de crédito para captar los ahorros de sus clientes. Ofreciéndoles una rentabilidad entre el 2 % y 5 % de media, para cantidades mínimas a partir de 5.000 euros. Aunque siempre se pueden encontrar en este sector algún producto de estas características con aportaciones menos exigentes, en torno a los 1.000 euros. En cualquiera de los casos, es una alternativa que tienes en estos momentos ante la debilidad de los productos destinados al ahorro particular.

Dentro de este contexto general, esta clase de imposiciones bancarias a plazo fijo pueden constituirse en una solución a la falta de expectativas y hasta rentabilidad en los mercados de renta variable. En donde las previsiones no son nada positivas para este año en curso, si no que por el contrario, se mueven con depreciaciones que pueden llevar al Ibex 35, por ejemplo, hasta niveles en torno a los 7.000 o 7.500 puntos. Un motivo adicional para inclinarte por las imposiciones vinculadas a los mercados de renta variable. Son asequibles a todos los perfiles de ahorradores y son muy sencillas de formalizar.

Por otra parte, tienes que ver que casi todas las entidades bancarias disponen de un producto de estas características en su oferta puntual. Con diferentes formatos y ligadas a varios activos financieros en la bolsa. Desde luego que tienes una serie de propuestas que puedes formalizar desde cualquier clase de planteamiento en la inversión desde los depósitos bancarios. Más allá de como puedan  evolucionar los activos financieros en los próximos meses y que desde luego pueden traer alguna que otra sorpresa para los inversores.

Imposiciones ligadas a la bolsa

Esta clase de productos te permiten invertir en bolsa pero sin asumir los riesgos derivados de la compra y venta de acciones en la bolsa. Entre otras razones porque no dispondrás de las posibles pérdidas de estas operaciones. Si no que por el contrario, no asumirás ningún riesgo sino que tan solo no conseguirás la rentabilidad anunciada para las imposiciones bancarias ligadas a la bolsa. Esta clase de productos puede tener una rentabilidad cercana al 5 % si se cumplen los objetivos en la inversión. Si no fuese este el caso te tendrías que conformar con un tipo de interés mínimo y que sería muy bajo, en torno al 0,10 % y en línea con los restantes depósitos más tradicionales.

Mientras que por otra parte, las imposiciones bancarias ligadas a la bolsa se caracterizan porque no tienen ninguna clase de comisiones ni otros gastos en su gestión o mantenimiento. Es decir, no te costará un solo euro y todos los intereses irán íntegros a tu cuenta de ahorro. A través de reembolsos trimestrales, semestrales o anuales, en función de las propias características del producto contratado. Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que este rendimiento es objeto de las correspondientes retenciones fiscales al igual que en otros modelos de similares características.

Plazos de permanencia más exigentes

Por otra parte, las imposiciones bancarias ligadas a la bolsa requieren de plazos más amplios y que pueden llegar hasta los 3 o 4 años. Al igual que sin posibilidad de cancelarlos anticipadamente tal y como ocurre con las otras imposiciones a plazo fijo. En donde, es preciso mencionar que hay que tener inmovilizado el dinero durante mucho tiempo, como principal inconveniente en su contratación. Hasta el punto de que puede restar un nivel de liquidez a sus titulares. Porque en efecto, esta clase de imposiciones bancarias a plazo fijo no dispone de plazos más reducidos tal y como ocurre en otros depósitos que no están vinculados a la inversión en renta variable u otra clase de activos financieros.

En cualquier caso, se trata de una forma muy especial de crear una bolsa de ahorro estable al medio y largo plazo. Aunque con una rentabilidad muy exigua si no se cumplen las condiciones en la inversión en bolsa que posibilitan un interés mayor. Por otra parte, el interés los reciben  sus titulares en el momento de vencimiento del producto y que pasará inmediatamente a la cuenta de ahorro de sus titulares. Sea cual fuese el importe que estos recibiesen en este momento del proceso en la formalización de esta imposición tan especial que tienen los ahorradores en la actual oferta bancaria.

Condiciones difíciles de cumplir

La gran desventaja de este producto bancario es que para conseguir el máximo interés la inversión en bolsa debe cumplir unos objetivos mínimos y que no en todos los casos se cumple. En algunos casos son planes prácticamente irrealizables que desde el principio se sabe que no podrán alcanzarse y es uno de los motivos para que pierdan interés entre los pequeños y medianos ahorradores. Porque entonces tendrán que conformarse con la rentabilidad mínima asegurada y que raramente sobrepasa niveles del 0,2 %. En línea con otros productos destinados al ahorro y que aportan unas características muy similares a este.

Tampoco puede olvidarse que esta clase de imposiciones a plazo fijo se conforman como una de las pocas estrategias que pueden desarrollar los pequeños y medianos ahorradores para mejorar el resultado en la contratación de esta clase de productos financieros. En donde lo mejor que pueden ofrecer es su seguridad ya que pase lo que pase en la bolsa siempre se cobrará una rentabilidad mínima por los ahorros depositados. Es decir, el dinero siempre estará garantizado incluso en el peor de los escenarios para los mercados de renta variable. Como una de sus principales señas de identidad antes de formalizarlo en nuestro banco de siempre.

Vinculación a la bolsa

Su dependencia de los mercados de renta variable está materializada generalmente por una cesta de acciones de los valores de los índices españoles o europeos. Suelen ser los más representativos, como por ejemplo Iberdrola, Santander, BBVA, Inditex o Ferrovial. Es decir, empresas muy estables y de muy alta capitalización que dan fuerza a la cartera de valores integrada en los depósitos de estas características. De cualquier manera, lo que nunca te encontrarás será con valores de segunda o tercera fila, y sobre todo de carácter especulativo. Sencillamente porque no tienen cabida en esta clase de productos bancarios ya que no tiene sentido incluirlos en estas cestas.

Mientras que por otra parte, estas imposiciones también se pueden ligar a otros activos financieros dentro de la renta variable. Uno de los más habituales son los fondos de inversión a través de dos o tres modelos que puedan incentivar o elevar la rentabilidad de estas imposiciones. Al igual que en metales precisos, materias primas u otros activos financieros de especial relevancia. Entre los que destacan por su importancia el petróleo y el oro que son en estos momentos dos de los activos más alcistas en los mercados financieros. Hasta el punto que pueden mejorar la rentabilidad de estos depósitos a plazo fijo.

¿Merece la pena suscribirlos?

Esta es la pregunta que et debes hacer antes de firmar el contrato en tu entidad bancaria. Es cierto que su finalidad es mejorar la rentabilidad de los mismos, pero no menos cierto que muy pocas veces se logra con éxito esta estrategia en la inversión. Desde este punto de vista, no te quedará más remedio que ser un poco cauto en la toma de decisiones porque será mucho el tiempo que estarás sin ese dinero que has depositado. Hay otras estrategias en la inversión que son mejores y más satisfactorias para tus intereses en estos momentos. Sin tener que recurrir directamente a la compra y venta de acciones en bolsa. Porque de lo que se trata al fin y al cabo es de rentabilizar el dinero por encima de otra serie de consideraciones.

También hay que incidir es que son productos que te van a exigir mayores cantidades de dinero y que constatar hasta qué punto te compensa realizar esta clase de operaciones. Sobre todo cuando en el mercado tienes una amplia oferta de productos destinados al ahorro y la inversión. Puede que al final llegues a la conclusión definitiva de su contratación no es rentable en la defensa de tus intereses. Aunque te proporcione un nivel de seguridad muy óptimo y no puedas perder ni un solo euro. Pero de lo que se trata al fin y al cabo es de rentabilizar los ahorros con unas ciertas garantías en los niveles de remuneración.

Mientras que por otra parte, tampoco puedes olvidar a partir de estos momentos que los depósitos bancarios vinculados con los mercados de renta variable han perdido un poco su sentido. Ante la aparición de nuevos productos financieros y de toda clase en su naturaleza y que puedes suscribir muy fácilmente. Con mayores garantías de que al final tendrás más dinero en tu cuenta corriente o de ahorro.  No solo ligados a la renta variable, sino también a la fija y también desde formatos alternativos como opción en la inversión. En cualquier caso, será una decisión que solo tú tendrás que tomar en función del perfil que presentes como pequeño y mediano inversor. En unos momentos en que invertir en bolsa puede suponer un problema añadido.


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