IAG y los valores turísticos: ser o no ser en la bolsa

Si va a haber un sector damnificado la por la crisis económica originada por la expansión del coronavirus ese no es otro que el turístico. Es el más afectado y el que más tarde va a recuperarse, tal y como están poniendo de manifiesto buena parte de los analistas financieros. No en vano, el flujo de turistas en todo el mundo se va a reducirse a unos niveles no vistos en las últimas décadas. Y como consecuencia de esta tendencia, se va a reflejar en la valoración de las empresas que cotizan en los mercados de renta variable. Hoteles, líneas áreas, centrales de reserva o negocios ligados al ocio serán algunos de los que peor salgan parados de este nuevo escenario que ha llegado a los mercados financieros.

De todas formas, desde la consultora Deloitte son más optimistas, aunque estiman que habrá una recuperación total del sector turístico para el año 2021. Al constatar que se espera que a partir de la segunda quincena de mayo, viajes y hoteles se pongan a la par, a la vez que va finalizando el aislamiento. En cualquier caso, es este el sector en bolsa que más se devaluado desde la primera semana de marzo, al caer en torno al 50 % de media en todas las empresas que integran el mercado continuo de nuestro país. Al alcanzar precios que parecían inimaginables hace unas pocas semanas. En algunos casos con más de la mitad sobre el precio de las acciones a finales de 2019.

No ha habido excepciones a estas caídas tan verticales en los mercados de renta variable. Ni en los mercados domésticos ni fuera de nuestras fronteras. El maldito virus ha podido con todo. A pesar de que ya se empieza a notar una cierta estabilización en el precio de sus acciones. Pero que en cualquier momento puede revertir esta situación y dirigirse de nuevo a mínimos históricos desde los actuales niveles. Se trata de un sector que ha quedado muy tocado en esta crisis tan violenta que todavía no ha dicho su última palabra. Ni mucho menos, por supuesto. Porque en efecto, habrá que estar pedientes de la evolución de los mercados financieros a partir de estos momentos.

IAG en los dos euros

Uno de los motivos de intranquilidad por parte de los pequeños y medianos inversores es lo que pueda pasar a partir de ahora con IAG. Porque no puede descartarse que incluso la compañía fuese nacionalizada y en cuyo caso los efectos sobre los usuarios bursátiles serían aún mayores. Hasta el punto de que no puede descartarse que dejase de cotizar en los mercados bursátiles. Por este motivo no es de extrañar la fuerte presión vendedora que se está produciendo en relación con las compras. A pesar de que muestra una valoración en bolsa muy competitiva en el actual nivel de precios. Al dejarse caso seis euros por cada acción por el camino y situarse en la franja de los dos euros. Un precio que desde luego que no se veía desde hacía muchos y muchos años.

Mientras que por otra parte, no puede olvidarse que su actividad está congelada en estos momentos. Con la reducción y suspensión de varias rutas, tanto nacionales como internacionales. Y que al final va a repercutir en su cuenta de resultados, al menos en lo que se refiere al segundo y tercer trimestre de este año. Con la previsión de unos márgenes que pueden ser nefastos para el sector y que por tanto puede abrir el camino a nuevas y potentes caídas en los mercados de renta variable. En una semana, como es la Santa, que va a ser no operativa en buena medida para esta compañía aérea. Más allá de otra serie de consideraciones desde el punto de vista empresarial.

Los hoteles bajo mínimo

Los alojamientos han tenido que colgar en estos duros días el letrero “cerrado” cuando era un periodo muy propicio para apuntalar sus cuentas de resultados. Tanto en lo que se refiere al segmento de negocios como al vacacional o de sol y playa. En ambos casos, están en una situación muy delicada que se va a reflejar aún más en la valoración de sus precios. Por lo que respecta a la renta variable de nuestro país, son valores como Sol Meliá o NH Hoteles que se están viendo bajo una fuerte presión vendedora y donde apenas hay interés para realizar compras puntuales. No solo por la expansión del coronavirus sino por lo que vendrá más adelante. Siendo uno de los sectores a evitar en estos días tan delicados para todos los inversores.

Otro de los aspectos a considerar dentro del sector turístico es el hecho de que un segmento muy ligado a los ciclos económicos. Y por tanto, su comportamiento es peor en los escenarios recesivos ya que los inversores van buscando sectores más defensivos que les ofrezcan refugio para rentabilizar su capital disponible en bolsa. Al igual que la opción de dirigirse a otros activos financieros más seguros, como por ejemplo pueden ser en estos momentos algunas de las materias primas más relevantes. En donde se trata de proteger el dinero por encima de otra serie de estrategias mucho más agresivas. No en vano, no nos podemos olvidar que estamos ante un terreno no explorado para todos los inversores.

Con este panorama, lo lógico es estar ausentes de estos valores porque es muy poco lo que podemos ganar en este preciso instante, y por el contrario, dejarnos muchos euros por la gatera. Ya habrá tiempo para cambiar de opinión y quizás encontrarnos con unos precios mucho más ajustados de los que cotizan en estos momentos.

Reducción en las rutas

La rápida propagación del COVID-19 y las advertencias gubernamentales y restricciones a los viajes asociadas al mismo, están teniendo un significativo y cada vez más negativo impacto en la demanda de tráfico aéreo global en casi todas las rutas operadas por las aerolíneas de IAG. Hasta la fecha, IAG ha suspendido sus vuelos a China, reducido capacidad en las rutas a Asia, cancelado todas sus operaciones hacia, desde y dentro de Italia, además de efectuar varios ajustes en nuestra red.

El anuncio presidencial de Estados Unidos que restringe la entrada de ciudadanos extranjeros que hayan estado en países del área Schengen, el Reino Unido e Irlanda, ha aumentado la incertidumbre en las rutas del Atlántico Norte. A su vez, muchos otros países han prohibido o están restringiendo los viajes a esos destinos incluyendo Argentina, Chile, India y Perú. España también ha sido objeto de advertencias de viajes, por ejemplo, por parte de la Oficina de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth (FCO) del Reino Unido.

IAG está implementando iniciativas adicionales en respuesta a este desafiante entorno de mercado. Se espera que la capacidad, en términos de asientos-kilómetros disponibles, en el primer trimestre de 2020 se reduzca en alrededor de un 7,5 % en comparación con el año pasado. Para abril y mayo, el Grupo planea reducir la capacidad en al menos un 75 % en comparación con el mismo período de 2019.

Menos gastos operativos

IAG también está adoptando medidas para reducir los gastos operativos y mejorar el flujo de caja. Estas incluyen dejar en tierra aviones excedentes, reducir y diferir inversiones, recortar gastos no esenciales de TI así como costes que no estén relacionados con el programa de ciberseguridad, congelar el reclutamiento y el gasto discrecional, implementar opciones de vacaciones voluntarias no pagadas, suspender temporalmente contratos de trabajo y reducir las horas de trabajo. Dada la continua incertidumbre en relación al potencial impacto y la duración del COVID-19, todavía no es posible proporcionar una indicación precisa sobre las perspectivas de beneficio para el año 2020.

El Grupo tiene una posición sólida de liquidez con una caja, activos líquidos equivalentes y depósitos remunerados de 7.350 millones de euros al 12 de marzo de 2020. Además, las líneas de crédito generales y comprometidas garantizadas por aeronaves ascienden a 1.900 millones de euros, lo que resulta en una liquidez total de 9.300 millones de euros. Willie Walsh, consejero delegado de IAG, dijo: «Hemos visto una disminución sustancial en las reservas en nuestras aerolíneas y en la red global en las últimas semanas y esperamos que la demanda permanezca débil hasta bien entrado el verano. Por lo tanto, estamos llevando a cabo reducciones significativas en nuestros programas de vuelo. Continuaremos monitorizando los niveles de demanda y tenemos la flexibilidad para efectuar más recortes si es necesario. También estamos tomando medidas para reducir los gastos operativos y mejorar el flujo de caja en cada una de nuestras aerolíneas. IAG es resiliente con un balance sólido y una liquidez sustancial de caja».

A la luz de las excepcionales circunstancias que enfrenta la industria de la aviación debido al COVID-19, y en particular a la evolución de la situación en España, se ha decidido que Luis Gallego continúe en su puesto como consejero delegado de Iberia durante los próximos meses para liderar la respuesta en España. A su vez, Willie Walsh seguirá en su posición como consejero delegado del Grupo y Javier Sánchez Prieto permanecerá en el cargo de consejero delegado de Vueling.


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