Seguro que has escuchado desde hace unos meses lo del gran apagón. Ahora, con la guerra en Ucrania, y las intenciones de Europa de castigar a Rusia evitando comprar el gas al país, cobra más fuerza el miedo a ese gran apagón.
Y es que significaría no tener luz, ni Internet, y toda tecnología que funcionara con luz eléctrica se vería comprometida. ¿Qué pasaría si se produce? ¿Cómo afectaría a España? Te lo contamos a continuación.
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Qué es el gran apagón
El gran apagón es un tema que del que se habló hace unos meses, en 2021 sobre todo. Tras el coronavirus, la erupción de La Palma… fue el país de Austria el que levantó la voz de alarma y anunció que estaba por llegar un «gran apagón» del que ellos ya se estaban preparando, y que animaban al resto de países a prepararse.
Obviamente, esto corrió como la pólvora y fueron muchos los que entraron en pánico y comenzaron a acaparar víveres, pilas, linternas y todo aquello que pudiera ser un «kit de supervivencia» por lo que pudiera pasar. Hasta el Gobierno tuvo que intervenir para calmar a la gente y asegurarles que España estaba preparada. Pero lo cierto es que la amenaza de esta «catástrofe» sigue manteniendo en vilo a muchos. Más aún con la guerra que se ha desatado en Ucrania.
Según Austria, el motivo por el que se produciría el gran apagón sería una consecuencia de varios eventos relacionados con la energía. Recordemos que ahora mismo la energía está cada vez más y más cara, lo que ha hecho que sea otro desencadenante para pensar que todo apunta a que pueda suceder.
La campana de Austria que ha puesto en vilo a todos
Aquellos que viven en Austria han visto cómo, en la calle, los carteles y los anuncios informativos acerca del ‘blackout’, o el gran apagón, han gobernado durante meses su día a día. Pero no es algo que surgiera en 2021; en realidad, esta cuestión venía de lejos. Concretamente, y según comentó la ministra de Defensa en Austria, de 2019. El propio Ejército recomendó que todos aprovisionaran sus casas con víveres, herramientas y accesorios que pudieran utilizarse en caso de que ese apocalipsis tuviera lugar.
Ten en cuenta que una situación de este tipo no solo acaba con las telecomunicaciones, sino que sería prácticamente imposible sacar dinero, no podríamos comprar nada, mucho menos repostar el coche. A eso, hay que sumarle que el suministro de agua potable se vería afectado, hasta el punto de no poder cocinar; y tampoco podríamos tener alimentos perecederos puesto que no habría forma de conservarlos para alimentarnos sin enfermar.
Los otros grandes apagones
Lo cierto es que el «gran apagón» en realidad no es algo desconocido para muchos, si bien puede asustar cuando este se alargue en el tiempo. Y es que en la historia ya ha habido ejemplos de apagones y situaciones donde se ha vivido este problema.
Uno de ellos ocurrió en 1965 donde, en Ontario, Canadá, se quedaron sin luz durante 13 horas debido a un problema en la central hidroeléctrica de las cataratas del Niágara.
Obviamente, no fue mucho tiempo, pero si echamos la vista algo más atrás, nos encontramos con una situación en Nueva York que sumió a toda la ciudad durante 24 horas en la total oscuridad debido a una tormenta que amenazaba la red eléctrica y la planta nuclear. En ese periodo corto de tiempo, la ciudad sufrió atracos y saqueos.
¿Quieres algo peor? 1998. Auckland, en Nueva Zelanda. 66 días sin luz. Afectó solo a 6000 personas pero si eso ocurre a escala mundial o en una ciudad mucho más grande, la situación podría ser incontrolable.
Cómo ha actuado España frente al gran apagón
Ante la alarma social que puso en jaque a muchos en esa época, el Gobierno salió al paso recomendando la calma y asegurando que la probabilidad de que ocurriera ese apocalipsis era muy baja.
De hecho, argumentó esto con varios expertos que justificaron y calificaron a España como una «isla energética», es decir, que era capaz de tener una holgura en relación a la energía que se consumía, de tal forma que podían paliar los efectos realizando apagones concertados para ahorrar en electricidad y que funcionara todo con relativa normalidad.
Aun así, son muchos los que no se fían y siguen manteniendo unas reservas por lo que pueda pasar.
Cómo puede afectar a la economía
No hay duda de que, si se produjera como dicen este gran apagón, supondría, primero, una situación de auténtico pánico. Cada vez dependemos más de la electricidad, de la energía, y cuando esta no funciona, algunos no saben qué hacer. Un claro ejemplo lo tenemos cuando en alguna oficina pública se va la luz y los empleados no atienden al público porque no tienen medios para hacerlo (a pesar de que en algunos casos hay «papel y boli»).
Ese caos desencadenaría una visita masiva a los supermercados para intentar hacerse con toda la comida posible, a pesar de que estos pueden no tener ninguna herramienta para gestionar la compra. También las ferreterías y tiendas locales sufrirían esa desbandada. Pero lo cierto es que todo se paralizaría.
En los hospitales sería donde más peligro habría, debido a que, si bien suelen tener baterías por si hay fallos de luz, estas no son indefinidas, sino que se acabarían y podría suponer el fallecimiento de aquellas personas que necesitaran, por ejemplo, respiración asistida.
¿Y en el caso de la economía? No solo habría una falta de suministros, parones, caos, etc. sino que, en el tema económico, caería todo en picado. Para esta sería un stand by, sí, pero en realidad, habría encarecimiento. Habría asaltos, y otros problemas que dejarían a los países aislados y sin poder ni comprar ni tampoco gastar. Y en los pocos casos que pudiera darse la compra, esta sería a precios muy superiores a los actuales, lo que empobrecería aún más al país.
Por las situaciones que estamos pasando, y la posible amenaza de ese gran apagón que Austria ha determinado que se producirá en un plazo de 5 años, esto es algo que no se va de la cabeza de muchos, temerosos de que realmente ocurra porque podría ser un desencadenamiento para que se produzca una hecatombe a nivel social, económica y mundial. ¿Qué opinas tú al respecto?