Los fondos de inversión de renta variable global y los mixtos son dos de las dos opciones que puedes escoger a partir de estos momentos dentro de este importante producto financiero. En cualquiera de los casos, se trata de modelos de inversión que presentan unas características muy bien definidas y que son sustancialmente diferentes. Hasta el punto de que pueden generar rentabilidades diferentes en buena parte del año. ¿Pero cuál de estos dos fondos se puede ajustar mejor a nuestras necesidades como inversores?
Para que los usuarios dispongan de una mayor información para tomar sus decisiones vamos a explicar cómo son estos dos fondos de inversión. Tanto en lo positivo como en la parte más negativa para su contratación. Para que de esta forma, estemos en disposición de conseguir una mayor rentabilidad a las participaciones en estos modelos para la inversión. Aunque hay que aclarar que sobre todo dependerá del ciclo económico en que estén inmersos los mercados financieros. Hasta el punto de que dictaminará nuestra toma de decisión en uno u otro sentido.
Hay una característica común a estos dos fondos de inversión y es lo que se refiere a las comisiones que conlleva su formalización. Más alta, que por ejemplo en los fondos de renta fija o monetarios. Aunque pueden ser rentabilizados mejor si van acompañados por una buena evolución por parte de los mercados financieros. Con unas particularidades que vamos a analizar a partir de estos momentos para tratar de diferencias ambos modelos de gestión. Con variables que distinguen unos de otros y que pueden hacer que los pequeños y medianos inversores se decanten por alguno de ellos en cualquier momento del año.
Fondos de inversión mixtos
Esta clase de fondos se caracterizan de otros formatos porque combinan la renta variable con la fija en proporciones desarrolladas por las propias gestoras. Mientras que por otra parte, también que incidir en que los fondos de inversión mixtos son una forma de estar presente en los mercados de renta variable, pero de una forma más moderada. Es decir, protegiendo las posiciones desde la parte procedente de la renta fija, en mayor o menor intensidad. Es una estrategia en la inversión que puede ser muy útil en los escenarios más adversos o de mayor volatilidad en los mercados financieros de renta variable. Con lo negativo y positivo que esto tiene en los fondos.
Por otra parte, los mixtos no son tan proclives a desarrollar grandes rentabilidades a través de los años. Pero por la misma razón, son más moderados en las caídas. Esta es una de las razones más contundentes para que sean los modelos preferidos por parte de un perfil de pequeño y mediano inversor mucho más definido: defensivo y en donde prevalece la seguridad por encima de otra serie de características más agresivas. Se busca una bolsa de ahorro más o menos estable de cara al medio y largo plazo. Con una exposición a la renta variable que en el mejor de los casos alcanza en torno al 60 % de la cartera de inversión.
Productos globales
Mientras que por otra parte, esta clase de inversión es bastante más agresiva que en los fondos de inversión mixtos. Entre otras razones por están expuestos al 100 % a las bolsas de todo el mundo sin otro componente o activo financieros. Es decir, todo tu dinero va destinado a la renta variable, pero en este caso internacional. Siendo su primera señal de identidad y que cuyas inversiones hasta pueden llegar a mercados de los denominados emergentes, que son más sensibles a los riesgos en las operaciones.
En todos los casos, se trata de uno de los fondos de inversión más gravosos en lo que se refiere a las comisiones que aplican las gestoras nacionales o fuera de nuestras fronteras. Con la posibilidad de conseguir altas rentabilidades en ciertos ejercicios bursátiles. Mientras que en otros pueden desplomarse bruscamente. Por este motivo hay que tener especial atención en la formalización de estos modelos para la inversión entre particulares. En donde los riesgos siempre están más latentes y no debe olvidarse en ningún momento.
Comparativas entre los dos productos
Por otra parte, los fondos de inversión registraron en junio de 2019 una rentabilidad positiva del 1,58 %, con lo que la rentabilidad en la primera mitad del año alcanza el 4,83 %, que supone la mejor rentabilidad histórica acumulada en un primer semestre para los fondos de inversión. Todas las categorías obtuvieron rentabilidades positivas (a excepción de los fondos de fondos de inversión libre), destacando aquellas con mayor peso de renta variable en sus carteras, como la renta variable de EE.UU. y la renta variable de Europa, con rentabilidades intermensuales del 5,23 % y 4,81 %, respectivamente. La renta variable de EE.UU. es, además, la que mayor rentabilidad acumula en lo que va de año, con un 15,30 %.
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