Una caída en la bolsa es un escenario que ciertamente está latente en la mente de muchos pequeños y medianos inversores. No puede olvidarse que en algunos casos la renta variable ha crecido en torno a un 80 %, como en el caso de Estados Unidos. Este hecho incide en que más que temprano que tarde se desarrolle un escenario bajista que puede pillar desprevenido a buena parte de los clientes que tienen abiertas sus posiciones en los mercados de renta variable. Será por tanto muy útil que podamos tener algunas de las claves sobre la iniciación de estos movimientos en bolsa.
Otro de los aspectos que se está barajando estos días por parte de los analistas financieros es la posibilidad de que se produzca una importante recesión en los países más industrializados del mundo. Esto puede llevar a que las pérdidas en los mercados de renta variable serán muy importantes para las últimas tomas de posiciones. Incluso con la posibilidad real de que podamos perder hasta la mitad del capital invertido en estos días. Este es un escenario que debemos evitar por encima de cualquier otra consideración. A una gran subida el bolsa le sigue un ajuste lógico en la conformación de sus precios.
Mientras que por otra parte, tampoco podemos olvidar que hay muchos de los valores que cotizan en los mercados de renta variable que están claramente sobrecomprados. Uno de estos ejemplos está materializado por los del sector eléctrico que no han parado de subir en los últimos meses y han alcanzado un valor por encima de sus precios objetivos. Siendo un segmento muy peligroso para abrir posiciones en estos precisos momentos debido a la fuerza de las subidas en las últimas semanas. En donde en estos momentos es más lo que se puede perder que ganar.
Caída: resultadosmpresariales
Los próximos resultados empresariales serán un perfecto termómetro para calibrar cuál es el estado real de las empresas que cotizan en los mercados de renta variable. Más allá de otras consideraciones técnicas y puede que también desde el punto de vista de sus fundamentales. Hasta el punto de que unos pésimos resultados empresariales pueden ser el detonante de las posibles caídas en los precios de las acciones. Sobre todo si están por debajo de las expectativas que marcan los mercados financieros. Por tanto, no habrá más remedio que estar atentos a su evolución en los próximos trimestres.
Por otra parte, será también muy interesante comprobar cuál será la reacción de las compañías cotizadas ante la falta de crecimiento económico en las principales potencias del mundo. Porque en efecto, las previsiones de los principales organismos internacional (entre ellos el Fondo Monetario Internacional) van en este sentido. Con la llegada de una próxima ralentización en la economía internacional. Como consecuencia, en opinión del FMI, del Bréxit y los problemas económicos en China. Si la intensidad de los mismos es más acusada no cabe duda de que estos hechos tendría una serie repercusión en los mercados de renta variable de todo el mundo.
Adelanto en la subida de tipo
Otro hecho relevante que podría tener unos efectos muy negativos en las bolsas de todo el mundo es que los bancos centrales de la Unión Europea y Estados Unidos subiesen los tipos de interés con mayor adelanto del previsto inicialmente. Afectarían de forma muy negativa a los mercados financieros y con la posibilidad real de que se pudiese vivir grandes caídas en las plazas internacionales, incluso con desplomes en el precio de los valores bancarios. Por encima de otra serie de consideraciones de carácter técnico y puedes que también desde el punto de vista de sus fundamentales.
Mientras que por otra parte, este cambio en la política monetaria, en estas importantes áreas geográficas, serían muy mal recibidas por parte de los pequeños y medianos inversores. En donde la presión vendedora se impondría con meridiana claridad sobre la corriente compradora. Es decir, una pérdida de valor en las acciones de las compañías que cotizan en los mercados de renta variable. Y que podría desencadenar una nueva crisis en estos mercados financieros. No en vano, habrá que estar muy atento a lo que pueda pasar en estos días a los bancos emisores a un lado y otro del Atlántico. Porque es mucho dinero el que está en juego a partir de estos momentos.
Pinchazo en el sector inmobiliario
Por lo que respecta al mercado de renta variable español el mayor peligro puede producir de la evolución del sector inmobiliario. Uno de los más importantes de la economía nacional y del que depende en cierta medida el Producto Interior Bruto (PIB). En este sentido, el riesgo a una nueva burbuja en el sector reabre un nuevo escenario en la bolsa española. No solo en los valores del sector del ladrillo, sino a los otros restantes que también se contagiaron de esta situación que prevén algunos analistas de los mercados financieros.
Mientras que por otra parte, hay una pequeña señal que está dando una leve señal sobre esta situación y es el incremento en el precio de la vivienda. En donde los últimos datos ponen de manifiesto que un piso de 100 metros cuadrados en el lujoso distrito de Salamanca de la capital de España tiene un precio medio en torno a 700.000 euros. Tras un incremento en los precios de estas operaciones que es de casi el 10 %. Un temor que lleva a plantearse que este sea un mercado claramente sobrevalorado y que pueda provocar la tan temida burbuja inmobiliaria.
Volatilidad en el cambio de divisas
Aunque menos importante, no puede despreciarse una guerra en el cambio de las monedas. En donde en los últimos días el euro había caído hacia la zona de los 1,12 dólares y desde ese nivel, sin haberlo perdido a precios de cierre diario la comenzado a rebotar. Pero mostrando unas tensiones en el mercado cambiario y que puede provocar serias divergencias entre algunos de los titulares de estas monedas nacionales. Aunque a costa de que los especuladores puedan obtener grandes plusvalías en las operaciones a corto plazo, asumiendo ciertos riesgos en las operaciones que se van a llevar a cabo.