Estoy con pérdidas en bolsa: ¿qué puedo hacer?

pérdidas

Para que no te vuelva a suceder lo que te pasó en el último año te vamos a da unas pautas de comportamiento para que sepas que es lo que tienes que hacer cuando tu cartera de inversión en la bolsa está en situación negativa. En 2018 el índice selectivo de la renta variable española, el Ibex 35, se dejó un poco más del 15 %, con valores que se derrumbaron por encima del 30 %, como por ejemplo los procedentes del sector bancario. Este es algo que no puedes permitir este nuevo curso bursátil.

El mayor problema de ir perdiendo dinero en los mercados de renta variable es que las cosas pueden ir a peor. Esto es algo que conocen perfectamente los inversores con mayor experiencia en los mercados financieros. Porque siempre son susceptibles de empeorar su situación. Además no puedes olvidar que una tendencia bajista conlleva una depreciación muy importante en la valoración de las acciones. Y no tendrás más remedio que cortar por lo sano este escenario tan perjudicial para tus intereses personales.

Por otra parte, no puede olvidarse algunas predicciones que apuntan a que muy pronto se va a desarrollar una recesión económica a nivel global que puede afectar muy negativamente a los mercados de renta variable internacionales. En este sentido, una encuesta del New York Times revela que más de la mitad de los CEO entrevistados asumen que habrá una recesión a finales de 2019. Es evidente que durante meses algunos han alertado sobre una posible recesión, pero la mayoría de los expertos no esperaban se produjera hasta la segunda mitad de 2019 o en 2020.

Pérdidas en bolsa: ventas

ventas

Una de las primeras estrategias que se pueden materializar en las operaciones en bolsa es la de ejecutar las órdenes de venta. Es un sistema muy eficaz si se realiza con anticipación, es decir cuando han empezado a bajar los mercados de renta variable. Es mucho mejor cogerlo a tiempo que esperar a que las minusvalías se intensifiquen con el paso de los días. No tienes por qué preocuparte con perder un mínimo importe monetario, sino que lo que es más preocupante es que dejes cantidades muy importantes por el camino en estas inversiones.

Aplicar esta estrategia en la inversión es más sencillo en los plazos de permanencia cortos ya que lo que buscas son operaciones rápidas, en uno u otro sentido. Otra cosa bien diferente es en los plazos medio y largo donde es mucho más complejo detener esas pérdidas. Más allá de otras consideraciones de carácter técnico. Incluso puedes utilizar una herramienta tan potente y eficaz como son las órdenes de limitación de pérdidas. No en vano, te ayudarán a reducirlas hasta los niveles que pueda soportar tu economía doméstica en cada uno de los momentos.

Aprovechar los repuntes para vender

De todas formas, si estás totalmente decidido a vender tus posiciones en bolsa la mejor estrategia que puedes tomar a partir de estos momentos es esperar a que se produzcan fuertes rebotes en la cotización. De esta forma, no cabe duda de que podrás minimizar las pérdidas y al menos las ventas son serán tan perjudiciales para tus intereses personales. Esta es una de las grandes ventajas que te aportan la aparición de los conocidos rebotes en bolsa. No sirven para realizar compras, sino más bien todo lo contrario, para ir deshaciendo posiciones poco a poco y en función de la estrategia bursátil que estés utilizando en ese momento.

Por otra parte, para vender en estos movimientos que son los rebotes deberás formalizarlo en la parte alta de la configuración de los precios. Es decir, deberás apurar la subida que se produce en esos momentos. Porque un rebote puede durar muy pocas horas o llegar a perpetuarse durante varias semanas. Desde luego que es la fase más complicada de este proceso. Conocer cuál es el momento más oportuno para vender tus posiciones en los mercados de renta variable. No conviene que te pases de frenada ya que los efectos puedes ser los contrarios y esto es algo que te puede perjudicar muy seriamente.

También es muy recomendable que no te dejes llevar por los impulsos y tengas tiempo para analizar qué es lo que te conviene en cada ocasión. Las decisiones que son prematuras no son un buen negocio para los pequeños y medianos inversores. Seguro que es algo que habrás comprobado en las operaciones que hayas realizado en los últimos años. Es una experiencia de la que te puedes beneficiar a partir de estos momentos. Porque no puedes olvidar que es mucho dinero el que está en juego y desde luego no es momento para cometer excesivos errores en esta clase de operaciones financieras.

Realizar traspasos dentro de la bolsa

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Si ves que el valor bursátil en que estás posicionado en un cierto momento pierde mucho en los mercados financieros puedes realizar un trasvase de posiciones hacia otros que tengan un mejor comportamiento en los mercados de renta variable. Esto debes hacerlo cuando estás posicionado en un valor claramente bajista y compruebas que hay otros que muestran una tendencia diametralmente opuesta. Es decir, se rigen bajo una directriz alcista que permite que puedas rentabilizar los ahorros con mayores garantías de éxito.

El único inconveniente de esta estrategia tan especial es que no te quedará más remedio que asumir un mayor gasto por las comisiones de las operaciones de compra y venta. Ya que tendrás que hacerlo, tanto al cerrar posiciones en el primero de los valores como luego en la nueva propuesta que has optado para solucionar las pérdidas que tenías en su cartera de valores. De todas formas, no será un desembolso excesivo si tu aportación económica es realmente potente. De cualquier forma, tendrás que valorar la operación para evitar que puedas complicar las cosas en los mercados de renta variable.

¿Cuándo mantener las posiciones?

Uno de los escenarios que se pueden plantear son los motivos que tienes en estos momentos para no abandonar tus posiciones en bolsa. Cuando se presenten pérdidas en la cuenta de resultados de tu cartera de valores. Una de las causas para tomar estas medidas es que tu plazo de permanencia vaya dirigido al medio y sobre todo largo plazo. Porque en efecto, en estos escenarios no debe preocuparte que la bolsa baje, aunque sea bajo una intensa intensidad. No en vano, tu plazo de permanencia puede permitirte estas bajadas en la cotización.

Por otra parte, si este es el escenario en que se te presentan las inversiones, puedes aprovechar las depreciaciones en los valores bursátiles para aumentar tus posiciones de forma proporcional. Este es un modelo que es aún más útil en los valores que reparten dividendos entre sus accionistas. Porque puedes conseguir todos los años un rendimiento fijo y garantizado más elevado que antes. No en vano, esto es lo que hacen las propias empresas para dotarse de una autocartera mucho más potente que antes. Comprando las acciones a precios mucho más asequibles.

Desaceleración sí, recesión no

«El punto alto del ciclo ha quedado atrás, pero se mantienen sólidos niveles de actividad, liderados por los países emergentes y apoyados en unas favorables condiciones financieras», afirman los analistas de Renta 4  Las economías emergentes seguirán, en 2019, incrementando su peso en el PIB mundial. Si hablamos de países desarrollados, el equipo de Análisis de Renta 4 Banco estima una suave desaceleración liderada por un menor crecimiento en EE.UU, una vez dejado atrás el impacto de la reforma fiscal. En Europa, el foco de atención estará en las negociaciones sobre el Brexit y su efecto final.

En lo que se refiere a España, en 2019 se mantendrá a la cabeza de Europa en cuanto a crecimiento, pero perdiendo cierto impulso respecto al año anterior. Este contexto, de moderación en el ritmo de crecimiento con inflación controlada, permitirá que las políticas monetarias de los principales Bancos Centrales continúen normalizándose de forma gradual. La Fed se acercará al nivel neutral de tipos, aunque podría frenar la subida si existiera desaceleración excesiva.

Fin del QE

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En Europa, se estima que el BCE imponga una normalización muy gradual ante el crecimiento moderado, la inflación contenida y los riesgos políticos como, por ejemplo, Italia. De esta forma, el fin del QE (quantitative easing) debería materializarse este diciembre de 2018 y podríamos ver la primera subida de tipos de interés en el último trimestre de 2019, según estimaciones de los analistas de Renta 4 Banco. En cualquier caso, son temas que deberás analizar y sobre todo considerar a partir de estos precisos momentos.

Respecto al Banco de Inglaterra, «no queda más que esperar y ver los posibles efectos del Brexit sobre el crecimiento y la inflación», mientras que el Banco de Japón, mantendrá, por el momento, una política monetaria ampliamente expansiva. En este escenario general de los mercados financieros, tanto de la renta variable como fija, no habrá más remedio que estar muy atento a todas las noticias que deparará los acontecimientos más relevantes en este ejercicio en curso. Hasta el punto de que será de gran ayuda para que puedas tomar tus decisiones en  los mercados de renta variable a partir de estos momentos.


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