Ha habido dos empresas que han superado las expectativas en sus resultados empresariales en el primer trimestre del año en unos momentos muy complejos por los efectos en la expansión del coronavirus. Estas cotizadas son Endesa y Repsol que han mejorado sus resultados a con contracorriente de otras compañía que integran el índice selectivo de la renta variable de nuestro país. Como por ejemplo, Inditex y en general todos los bancos que han recogido una bajada en sus resultados y que es un indicio de los terribles efectos de este virus en el sector económico y empresarial de nuestro país.
Los resultados conseguidos, tanto por Endesa como Repsol, han servido para que sus acciones se hayan revalorizado en los mercados financieros de una manera muy intensa. Con apreciaciones del 4 % y 13 % sobre sus precios originales con la entrada de nuevos pequeños y medianos inversores con la meta de rentabilizar sus ahorros en unos momentos muy complicados para la inversión en la bolsa. En este escenario, puede ser dos valores que lo hagan mejor que los restantes a partir de estos momentos por la confianza que han generado entre los diversos agentes financieros. Y lo que es más importante, en unos momentos en que el coronavirus ha provocado un brutal descenso en el Producto Interior Bruto (PIB) de nuestro país.
Mientras que por otra parte, no puede olvidarse que en ambos casos se ha generado una notable mejorar en su aspecto técnico. Con una tendencia alcista en lo que se refiere al largo plazo y que por tanto invitan a que se produzcan nuevas entradas de flujos monetarios a partir de estos momentos. Muy llamativo en el caso de la petrolera cuando el precio del crudo está en mínimos históricos al cotizar por debajo de los 20 dólares cada barril. Tras el derrumbe en sus tarifas tras el aumento de su producción en las últimas semanas y que ha llevado a la incertidumbre en todos los mercados financieros del mundo. Coincidiendo con el declive económico en todas las economías del mundo, en donde el decrecimiento es todo un hecho.
Endesa y Repsol superan expectativas
En cualquiera de los casos, lo más significativo de sus resultados empresariales es que han estado por encima de las estimaciones de los expertos. Y por tanto, ha sido una sorpresa muy positiva para los pequeños y medianos inversores que han encontrado unos valores que pueden ejercer como refugio en las actuales circunstancias. Ante este escenario, no es descabellado que estas propuestas en bolsa se puedan revalorizar en los próximos meses de este segundo trimestre. En detrimento, de por ejemplo los bancos, que están en situación de caídas libres y que son muy poco aptos para abrir posiciones en los mercados de renta variable internacionales. En un cambio en las estrategias de los usuarios de cara a su cartera de inversión para rentabilizar su capital disponible.
Por otro lado, también merece destacar el hecho de que estos dos valores bursátiles han visto reducida en estos días las caídas que llevaban acumuladas desde las primeras semanas del mes de marzo. Desde donde se depreciaron en ambos casos en niveles por encima del 30 %. Y en cierta forma ayudados por el hecho de que el Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a poner de manifiesto demostrar que está dispuesto a ayudar a las economías de los países más afectados por la expansión del coronavirus. En donde Repsol ha sido uno de los más perjudicados en su valoración en bolsa al pasar en muy corto espacio de tiempo de los 12 euros a los 7 euros. Con un recorte de casi la mitad sobre su precio original.
Repsol, descenso del 27 %
Repsol alcanzó en el primer trimestre de 2020 un resultado neto ajustado de 447 millones, lo que supone un descenso del 27,7 % respecto a los 618 millones del mismo periodo del ejercicio pasado. Este resultado, que mide específicamente el comportamiento de los negocios de la compañía, se obtuvo en un contexto de excepcional complejidad, marcado por una fuerte caída de los precios del crudo y del gas, y la drástica disminución de la demanda provocada por el covid-19. Repsol mantuvo activas sus instalaciones y desempeñó un papel de servicio público esencial en la crisis sanitaria global.
Por otra parte, el modelo de negocio integrado de la compañía, junto con su flexibilidad y resiliencia, fueron fundamentales para que sus negocios lograsen un sólido resultado en este escenario tan adverso. La cotización media de los crudos Brent y WTI disminuyó un 21 % y un 17 %, respectivamente, respecto a los primeros tres meses de 2019. Al cierre del trimestre, el Brent cotizaba por debajo de 20 dólares por barril. En el caso del gas, los descensos fueron todavía más bruscos, con caídas que oscilaron entre el 36 %, en el caso del Henry Hub, y el 56 % en el del Algonquín.
Mejora en su dividendo
En cualquier caso, la petrolera nacional de referencia ha conseguido que ahora su potencial de revalorización sea mucho más sugerente que hace tan solo unos pocos meses. Mientras que por el contrario, ha elevado la rentabilidad de su dividendo en unos cuantos puntos porcentuales. Siendo en todo lo caso uno de los valores bursátiles que ofrece un tipo de interés más potente a los pequeños y medianos inversores. Como un aliciente adicional para que sus acciones puedan ser contratadas por parte de los pequeños y medianos inversores. Con un rendimiento que está muy cercano a niveles del 9 %, muy por encima de otras propuestas en los mercados de renta variable de nuestro país.
Por otro lado, no puede olvidarse que esta empresa ha sido muy perjudicada por el elevado descenso en el precio del crudo. Hasta el punto de que esta materia se ha puesto en niveles por debajo de la barrera de los 20 dólares por cada barril. En este contexto, la línea de negocio de Repsol se puede ver perjudicada en los próximos trimestres como consecuencia de esta dura situación que está viviendo este activo financiero. Donde no son pocos los analistas que creen que los antiguos precios tardaran mucho tiempo en ser visitados y este hecho puede llevar a que Repsol pueda tener más dificultades para romper la barrera de los 10 euros por acción al menos en lo que se refiere al más corto plazo.
Endesa con beneficios
Endesa ha cerrado el primer trimestre de 2020 con unos buenos resultados gracias a la gestión del mercado liberalizado, a lo que se ha sumado la estabilidad del mercado regulado. Estos buenos resultados recogen el impacto de la entrada en vigor del nuevo Convenio Colectivo y el registro de determinadas provisiones por reestructuración de plantilla, que han generado un impacto positivo de 267 millones de euros en el resultado neto. El incremento del beneficio neto, excluyendo estos efectos extraordinarios, ha sido del 59 %.
La demanda acumulada peninsular de energía eléctrica ha disminuido un 3,2 % respecto del mismo periodo de 2019 (-2,8 % corregidos los efectos de laboralidad y temperatura). En los Territorios No Peninsulares (TNP), la disminución ha sido del 5% en las Islas Baleares y del 1,4% en las Islas Canarias (-3,2 % y -1 %, respectivamente, corregidos los efectos de laboralidad y temperatura).
Desde luego que esta situación se ha visto agravada por la declaración del estado de alarma, que ha reducido la demanda de manera significativa durante la segunda quincena de marzo. En cualquier caso, el efecto provocado por la pandemia no ha tenido un impacto significativo en los resultados del primer trimestre. El primer trimestre de 2020 se ha caracterizado por precios más bajos en el mercado mayorista de electricidad (~35 euros por MWh, -37 %) como consecuencia, principalmente, de la disminución de la demanda, la mayor participación de las energías renovables, la reducción del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) y la evolución de los precios de las materias primas.
En este sentido, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha destacado que “los buenos resultados de Endesa en el primer trimestre nos van a servir para afrontar con garantías el impacto del COVID-19 durante el segundo trimestre. La compañía ya ha puesto en marcha de nuevo todos los trabajos de construcción de parques renovables, y estamos plenamente comprometidos con las inversiones previstas en nuestro plan estratégico. Estamos estudiando, incluso, la posibilidad de acelerar este plan, especialmente en plantas eólicas y solares, para poder ayudar a la reactivación de la economía con la creación de empleo y la generación de riqueza”.
Como invertir en España
España es la 13ª economía del mundo por su producto interior bruto (PIB) nominal y la 15ª por su paridad de poder adquisitivo (PPA). Aunque la economía sufrió una profunda contracción durante la crisis financiera de 2008, desde entonces se ha convertido en una de las economías de más rápido crecimiento de Europa. Los inversores internacionales han renovado su interés en la del país a medida que su recuperación económica sigue ganando impulso con el tiempo.
Economía competitiva. La economía española se centra principalmente en los servicios (71 %), la industria (14%) y la construcción (10%), y el resto del crecimiento económico proviene de la agricultura y la energía. Dentro de estos sectores, el país alberga muchas grandes empresas multinacionales, incluyendo el operador de energía renovable Iberdrola y empresas de telecomunicaciones como Telefónica y Movistar.
El Informe de Competitividad Global de 2018 enumeró la economía de España como la 26ª más desarrollada en infraestructuras del mundo. Estas clasificaciones la sitúan por delante de economías desarrolladas como China, Italia y Portugal, con su sistema de ferrocarriles de alta velocidad y su infraestructura tecnológica altamente desarrollada.
Invertir en España con ETFs
La forma más fácil de invertir en España es utilizando los ETF internacionales, que proporcionan una diversificación instantánea en un único valor comercializado en los Estados Unidos. Al tener una cartera diversa de empresas que abarcan muchos sectores, los inversores no tienen que preocuparse tanto por los riesgos de concentración o por la compra y venta de una cartera de acciones individuales. La contrapartida es que estos fondos cobran un modesto índice de gastos, lo que puede reducir los rendimientos generales con el tiempo.
Los cuatro ETF españoles más populares incluyen:
- iShares MSCI Spain Capped ETF (EWP)
- iShares Currency Hedged MSCI España ETF (HEWP)
- SPDR MSCI España Quality Mix ETF (QESP)
- Deutsche X-Trackers MSCI España Hedged Equity ETF (DBSP)
Hay muchos factores que los inversores internacionales deben considerar antes de invertir en estos ETF. En general, los inversores deben buscar los ETF con los menores índices de gastos asumiendo que todo lo demás es igual para maximizar los rendimientos. También es importante que los inversores consideren los riesgos de concentración de la cartera con los ETF centrados en sectores específicos de la economía y los riesgos de liquidez asociados a los ETF que se negocian poco.
Invertir en España con ADRs
Los recibos de depósito americanos -o ADR- son otra forma fácil de invertir en España sin abrir una cuenta de corretaje en el extranjero. Estos valores están atados directamente a una cesta de acciones extranjeras y se negocian en una bolsa de valores de EE.UU., lo que significa que los inversores no tienen que preocuparse por las implicaciones fiscales de las ganancias de capital extranjero. Muchos de estos fondos también se negocian en bolsas nacionales como la Bolsa de Nueva York que pueden ser más líquidas que las bolsas OTC.
Los ADR españoles más populares incluyen:
- Banco Santander (SAN)
- Telefónica (TEF)
- Abengoa (ABGB)
- Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA)
- Grifols (GRFS)
Una vez más, hay muchos factores que los inversores internacionales deben considerar cuidadosamente antes de comprar ADR. El factor más importante suele ser la liquidez, especialmente en el caso de los ADR que se negocian en los mercados extrabursátiles. Dado que las acciones extranjeras suelen tener menos seguidores nacionales, muchos ADR comercian cada día con un número de acciones significativamente menor que las acciones nacionales, lo que puede hacer que sea arriesgado cuando un inversor trata de comprar o vender a precios justos.
El resultado final
España se ha convertido en un destino de inversión cada vez más popular a medida que su economía continúa recuperándose de la crisis financiera de 2008. Como una de las economías europeas de más rápido crecimiento en 2015, los inversores internacionales podrían querer examinar más de cerca la economía que una vez se vio afectada. Los ETF y los ADR españoles son las dos formas más fáciles de invertir en el país sin tener que afrontar la molestia de abrir una cuenta de corretaje en el extranjero y pagar impuestos. Teniendo en cuenta estos consejos, los inversores internacionales pueden incluir en sus carteras la exposición a esta prometedora economía.
Inversión en ladrillo
El precio de la vivienda española aumentó un 4,68 % durante el año hasta el tercer trimestre de 2019 (4,36 % ajustado a la inflación), lo que supone una desaceleración con respecto al crecimiento del 7,16 % del año anterior y el ritmo más lento desde el cuarto trimestre de 2016, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sobre una base trimestral, los precios de la vivienda aumentaron 1.58 % en el tercer trimestre de 2019 (2.26% ajustado por inflación).
Por tipo de propiedad:
Viviendas existentes: los precios aumentaron 4.41% durante el año hasta el tercer trimestre de 2019 (4.08% ajustado por inflación), el crecimiento más lento en tres años.
Viviendas nuevas: los precios se incrementaron en 6.64% interanual en el tercer trimestre de 2019 (6.31% ajustado por inflación), luego de los incrementos anuales de 7.17% en el segundo trimestre de 2019, 10.35% en el primer trimestre de 2019, 8.03% en el cuarto trimestre de 2018 y 6.13% en el tercer trimestre de 2018.
El Banco de España informa de menores subidas del precio de la vivienda. Durante el año hasta el tercer trimestre de 2019, los precios de la vivienda en todo el país aumentaron un modesto 3,07 % (2,75 % ajustado a la inflación). Sobre una base trimestral, los precios de la vivienda subieron un minúsculo 0,05 % en el tercer trimestre de 2019 (0,73 % ajustado a la inflación).
Después de siete largos años de descenso de los precios de la vivienda, el mercado inmobiliario español sólo volvió a crecer en 2015. Los precios de la vivienda española habían caído un total de 36,3 % (-42,9 % ajustado a la inflación) desde el tercer trimestre de 2007 hasta el primer trimestre de 2015, y los precios de las viviendas existentes cayeron hasta un 43,1 % (-49% ajustado a la inflación), según las cifras del INE. Hubo 24 trimestres consecutivos de caídas interanuales.
La demanda se está desacelerando gradualmente. Las ventas de viviendas en España cayeron un 3,1 % en los diez primeros meses de 2019 en comparación con el mismo período del año anterior, hasta 427.638 unidades, tras aumentar un 10,8 % en 2018, un 15,4 % en 2017, un 14 % en 2016 y un 11,5 % en 2015, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El número de transacciones para las casas de segunda mano disminuyó un 4 % pero aumentó ligeramente un 1,3 % para las casas de nueva construcción.
Por último, recordar que Desde luego que esta situación se ha visto agravada por la declaración del estado de alarma, que ha reducido la demanda de manera significativa durante la segunda quincena de marzo. En cualquier caso, el efecto provocado por la pandemia no ha tenido un impacto significativo en los resultados del primer trimestre. En donde no se puede olvidar que ha habido dos empresas que han superado las expectativas en sus resultados empresariales en el primer trimestre del año en unos momentos muy complejos por los efectos en la expansión del coronavirus.