Dividendos a través de los fondos de inversión

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Una de los atractivos de la renta variable es el cobro de los dividendos que algunas compañías cotizadas gratifican a sus accionistas. Porque en efecto, esta estrategia en la inversión permite que los usuarios puedan conseguir un rendimiento a sus ahorro completamente garantizado y fijo los años. Hasta el punto de constituirse una renta fija dentro de la variable. Es un modelo de inversión muy efectivo cuando los plazos de permanencia van dirigidos a medio y largo. Todo ello, independientemente de cuál sea su evolución en los mercados financieros.

El pago de los dividendos es un recurso por el que optan cada vez mayor número de pequeños y medianos inversores. No en vano, es una forma para proteger sus intereses en los mercados de renta variable. Por encima de otros planteamientos en lo que se prima la rentabilidad por encima de otras consideraciones menos agresivas. No puede olvidarse en ningún momento que es una forma muy especial de protegerse ante los escenarios más desfavorables de la renta variable. En donde se producen fuertes desplomes en las bolsas.

Además, una de las ventajas con que cuenta la bolsa española es que uno de los centros financieros en donde los dividendos se reparten con mayor regularidad. Buena parte de las compañías que cotizan en el índice selectivo, y también fuera de él, se han decantado por ofrecer esta importante remuneración a los accionistas. Bajo todos los porcentajes, es decir, con dividendos muy altos y otros más insignificantes. Los inversores cuentan con una amplia oferta de dividendos en donde poder elegir y prácticamente más que ningún otro sitio.

Dividendos: rentabilidad del 3,1 %

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La incidencia de los dividendos en las compañías es de tal incidencia que tratan de incrementarlos todos los años. En este sentido, la rentabilidad media por dividendo prevista en 2017 para Reino Unido y Europa es del 4,1 % y el 3,1 %, respectivamente. Por delante de las que ofrecen otros mercados internacionales. Como en el caso concreto del 2 % para Estados Unidos o del 2,1 % de Japón. Desde este escenario global, puede decirse que el viejo continente es un buen destino para el cobro de dividendos. Y muy especialmente en España, donde es muy normal que las empresas recurran a esta estrategia tan especial.

Pero lo realmente novedoso es que esta estrategia se ha trasplantado también a los fondos de inversión. Es bien cierto que no todos ellos, pero sí que a un número suficiente como para que puedas satisfacer esta demanda en la inversión. Como consecuencia de ello, las gestoras han incrementado los productos financieros de estas características. En donde los titulares perciben un importe fijo y garantizado todos los meses. Aunque con algunas diferencias con respecto a la compra y venta directa de acciones en la bolsa.

Tanto en renta variable como en fija

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No es como pudiese creerse, en los fondos de inversión de renta variable en donde se ejecuta esta remuneración. Sino que últimamente también ha alcanzado a los de renta fija o incluso a los modelos mixtos que combinan las dos estrategias de inversión. En cualquier caso, tendrás que analizar cuál es la oferta de estos productos financieros para detectar lo que sí cumplen este requisito y contratarlos su este es tu deseo más inmediato. Para que de esta forma, dispongas de una renta fija todos los años. De esta manera, la liquidez en tu cuenta corriente estará más saneada ante los gastos que genere la economía doméstica de cada uno de ellos.

No obstante, los dividendos de los fondos de inversión no son tan rumbosos con en la bolsa. Por supuesto que no, ya que su rentabilidad media baja hasta el 3 % por el 5 % que se generan desde la compra y venta de acciones. Es una primera diferencia que aportará esta remuneración al accionista. Además, los periodos de pago no son tan flexibles como en la bolsa ya que su periodicidad es más larga. Normalmente es anual o en el mejor de los casos cada semestre. Irán a parar directamente a tu cuenta corriente el día de su emisión.

Otra de las diferencias que presentan los fondos de inversión es que normalmente hay fuertes variaciones en el rendimiento de un año a otro. En función del comportamiento de la cartera de inversión confeccionada por las propias gestoras. Incluso con el riesgo real de que se excluyan los pagos como consecuencia de la situación en los mercados financieros. Desde este escenario, se trata de un producto menos estable en relación con el pago de los dividendos. Incluso es francamente complicado cuantificar sus porcentajes. En donde no habrá más remedio que acudir a sus folletos informativos para conocer cuál es la retribución real y en qué momento se abona a cuenta.

Pagos menos generosos

Si por algo se distinguen los dividendos de los fondos de inversión es que porque no llegan a las cantidades generadas por la bolsa. Siempre son los basados en renta variable los que mejor rendimiento muestran. Hasta el punto que pueden suscribirse fondos que están integrados exclusivamente por esta clase de valores bursátiles. Mientras que otra de las modalidades están impulsada desde los índices en están integradas estas compañías cotizadas. Con un rendimiento sobre los ahorros algo mejor que en el resto de los fondos. De todas formas, es realmente necesario analizar la oferta de estos productos financieros para determinar el interés que se va a recibir en los meses posteriores.

Tampoco puede olvidarse que el tratamiento fiscal de estos fondos es exactamente el mismo que a través de la bolsa. Porque en efecto, no hay variación alguna en el decisivo momento de tributar. Por lo que en este sentido, los pequeños y medianos inversores pueden elegir ambos modelos de retribución. Siempre en función de sus gustos personales y de la estrategia que vayan a utilizar a partir de esos momentos. No en vano, es uno de los alicientes para formalizar algunos de estos fondos de inversión tan especiales.

Ventajas de estos fondos

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La formalización de estos productos financieros con dividendos conlleva una serie de aportaciones que será muy útil que las conozcas a partir de estos momentos. Algunas están en boca de todos, pero otras te sorprenderán en uno u otro sentido. Para que seas tú mismo quien al final se decante si merece o no la pena comprar estos productos financieros. No en bajo, será una decisión muy personal y que dependerá de muchos factores, como por otra parte es lógico y compresible. Entre las cuales están las que te exponemos a continuación.

  • Te servirá para potenciar tus ahorros año tras año, y formar una bolsa de ahorro más contundente para los próximos años. Desde esta perspectiva, se trata de un producto que está más bien destinado a un perfil de inversor más bien conservador y que deseas incrementar su capital poco a poco.
  • Cada año tienes más productos en donde escoger. Ya no es como en antaño en donde tan solo te permitían limitarte a unos pocos fondos de inversión. Además, con rentabilidades muy bajos y por encima del 3 %. Todos ellos procedentes de los mercados financieros del exterior. Sin mayores competencias por parte de las gestoras encargadas de confeccionarlas.
  • Desde luego que se trata de un producto para nada agresivo. En especial si se comprar con otros en donde los riesgos son sensiblemente más altos y que puedes perder mucho dinero con tus aportaciones económicas. Al menos es un aspecto que tienes que valorar desde un principio para planificar las inversiones a cualquier plazo de permanencia.
  • En este caso, los dividendos los cobras indirectamente. Es decir, no a través de las compañías cotizadas, sino por el contrario de los propios fondos de inversión. Es un aspecto muy importante que debes tener en cuenta cada vez que contrates algunos de estos modelos para el ahorro.
  • El cobro de los dividendos no te generará ninguna clase de comisiones, ni gastos en su mantenimiento y gestión. Se rigen bajo los mismos planteamientos de la compra de venta de acciones en los mercados bursátiles. Sin apenas diferencias en su mecánica de retribución. A parte de las penalizaciones habituales en esta clase de productos.
  • Es una estrategia a la que están acudiendo cada vez más gestoras. Con el objetivo de atraer a un mayor número de clientes. Para que de esta forma, elijan estos modelos tan especiales en detrimento de otros fondos más convencionales.  Con un incremento progresivo en su oferta de todos los años.
  • Te dan más estabilidad al saldo de tu cuenta corriente. Aunque si lo que deseas realmente es mejorar la rentabilidad no será la opción más correcta. Porque por lo general son fondos de inversión no con excesivos riesgos. Solamente los vinculados a las variaciones en los mercados de renta variable.
  • Y por último, no  puedes olvidar que se trata al fin y al cabo de una inversión. En donde puedes ganar o perder dinero, en función del comportamiento de los títulos en los mercados financieros. No en vano, están confeccionados para diferentes clases de perfiles en los usuarios. Agresivos, conservador o posicionamiento intermedio, entre algunos de los más relevantes.

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