Descuento de efectos

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El descuento de efectos, o quizás más conocido como descuento comercial, es una herramienta muy potente que disponen las pequeñas y medianas empresas para subsanar sus problemas de liquidez en cuenta.

Se basa básicamente en generar liquidez al corto plazo a partir de dos premisas fundamentales. Por una parte, impulsada desde su propia actividad y no desde elementos externos y por otra, que se realiza sin elevar el nivel de endeudamiento de la empresa.

Pero en realidad, ¿cuál es la principal aportación de este producto financiero? Pues fundamentalmente el hecho de que permite a las empresas dotarse de liquidez en sus cuentas de una manera inmediata y sencilla.

Pero otro de los efectos colaterales de su formalización es que no necesitarán de la contratación de ninguna línea de crédito a través de las entidades bancarias. Entre otras razones porque se trata de un dinero que les pertenece y por tanto no necesitan de elementos alternativos en la financiación.

Las aportaciones de este producto

Este modelo contable se caracteriza sobre todo porque es muy idóneo para escenarios en los  efectos comerciales pendientes de cobro. En los casos en que estos importes monetarios son muy relevantes para el propio desarrollo o posicionamiento de la empresa.

Mientras que por otra parte, no puede olvidarse que son muy utilizados por parte de comercios, negocios y pequeñas empresas para conseguir el pago de los mismos. Sin tener que recurrir a otros sistemas más sofisticados o cuando menos que requieren de un desembolso mayor en su gestión.

Por otra parte, también hay que valorar que es un servicios que ayuda a eliminar trámites administrativos innecesarios que aportan otros productos de similares características.

¿Cuál es el efecto real sobre sus demandantes? Generalmente que lo podrán gestionar con mayor comodidad y agilidad para tener la punta de liquidez antes de su vencimiento.

Otro de los beneficios del descuento de efectos, es que si bien llevan aparejados unos intereses, no serán tan elevados como en los créditos convencionales. Con una diferencia a favor de los primeros de unos cuantos puntos porcentuales que al final favorecerán a contener los gastos en la empresa.

A pesar de que en algunos escenarios, no son muy conocidos por los empresarios y este hecho propicia que tengan que suscribir alguna clase de crédito más expansiva y con unas condiciones en la contratación menos ventajosa para sus intereses.

deuda de una empresa

Descuento de efectos: tradicional y a forfait

De todas formas, esta herramienta financiera no es monolítica y presenta dos modelos que están presentes en los mercados y que difieren en su estructura comercial. Uno de ellos, y quizás el más habitual hasta hace unos pocos años, es el denominado como tradicional y que es un descuento que se establece en relación a los días de anticipo del cobro respecto a su vencimiento.

Mientras que por el contrario, el descuento a forfait, más novedoso, se caracteriza por abonar una cantidad fija en forma de intereses a las entidades financieras e independientemente de los días de adelanto del abono en función de su vencimiento.

Este último formato puede ser más útil a las empresas, y a pesar de pagar un interés en la operación, debido a la flexibilidad de su modelo. Disponen de mayor tiempo para impulsar este cargo a cuenta y por tanto no les importa abonar un gasto de estas características porque es una operación que les puede compensar en algún que otro momento de su actividad profesional.

Para decantarse por una u otra clase de descuentos de efecto habrá que analizar, primero la necesidad de buscar un plazo adecuado respecto a la fecha de vencimiento. Y en segundo lugar, evaluar en el caso del descuento a forfait si compensa o no asumir el gasto en el pago de los intereses.

Ventajas e inconvenientes del descuento de efectos

De las primeras destaca por su especial importancia es porque es una operación muy accesible a cualquier perfil que presenten las empresa. Es decir, no requiere de un especial aprendizaje en su emisión. Si no que por el contrario, es algo tan sencillo como un anticipo en los pagos mediante recibos o letras de cambio entre algunos de sus productos financieros.

Pero también hay otros beneficios que puede reportar, en especial a las pequeñas y medianas empresas. Como las que exponemos a continuación:

  • Se constituye en una línea de financiación muy sencilla y fácil de entender y que por lo general no suele presentar problemas en su gestión.
  • La rapidez de las operaciones es muy favorable para los intereses de las empresas, en especial si se compara con otros productos financieros de similares características.
  • Permite realizar la anticipación de un pago con cierta facilidad y de esta forma afrontar una situación que puede ser muy problemática para los intereses de las empresas.

Pero no todos son beneficios, si no que por el contrario también conlleva una serie de desventajas que es muy conveniente que tengas en cuenta por si vas a utilizar el descuento de efectos a partir de estos momentos. Y entre los cuales están los siguientes:

  • Se trata de un producto más caro de lo normal. Con unos gastos y comisiones que suelen ser muy expansivos en todos los casos.
  • Su formalización no posibilita anular o modificar gastos e intereses ya satisfechos. Algo que puede encarecer aún más la operación.
  • En caso de insolvencia económica la entidad actuará contra la empresa para cobrar la deuda y esta actuación exigirá otro gastos adicional con el que no se contaba al principio.
  • Una vez analizados los beneficios de desventaja de este tipo de descuento será el momento de sopesar si realmente merece la pena o no su contratación. En parte, esta decisión vendrá determinada por las necesidades reales de la propia empresa y de las alternativas que les ofrece el mercado financiero en estos momentos. Con ejecuciones desiguales en una u otra situación.

Características del descuento de efectos

Si por algo se distingue estos modelos en los canales utilizados para realizar los pagos es porque esta clase de financiación permite a las empresas el acceso al capital de sus facturas. En donde  para poderlo cobrar antes de la fecha estipulada hay que dirigirse a una entidad de crédito que posibilite la anticipación de cualquier importe monetario a través del adelanto de esa cantidad. Es decir, cuenta con una mecánica muy clara para que sea comprendida por sus titulares.

Mientras que por otra parte, otra de sus aportaciones más valoradas consiste en que si una empresa se encuentra en situación de buscar liquidez inmediata, podrá proceder al descuento de efectos como una de las alternativas que tiene a su disposición en el mercado bancario. Ya que al fin y al cabo de lo que se trata es de anticipar un dinero perteneciente a la deuda de una compañía y que aún no ha sido cobrada.

Otra de sus más relevantes señas de identidad reside en el hecho de que estos descuentos no exigen un importe máximo ni mínimo para desarrollar esta clase de operaciones. Aunque según los últimos informes elaborado por las entidades bancarias se realizan bajo periodos menores a doce meses. Es decir, y para entenderlo mejor, es una financiación a corto plazo y en el caso de que la operación sea recurrente los bancos tendrán la potestad de incorporar una póliza ante el riesgo de impagos. Además de imponer unilateralmente el denominado importe máximo de riesgo, al igual que el tipo de interés y gastos que se genera desde su contratación.

El descuento de efectos y su utilización en la gestión de tesorería

Respecto a la gestión que tiene este producto en la tesorería hay que recalcar que su efecto principal puede verse desde dos puntos de vista diferentes. Al tratarse de un adelanto, no es la empresa quien tiene que contabilizar ese movimiento monetario. Al menos en la fecha en que se ejecuta la operación ya que serán las entidades de crédito las encargadas de poner el dinero en circulación. Mientras que por otra parte, las empresas tendrán que reponerlo más tarde con un coste más caro debido a los intereses y comisiones que conlleva el descuento de efecto.

Se pone de manifiesto que su papel contable digiere en función de los agentes que intervienen en el proceso y con una repercusión desigual en la gestión de tesorería. Mientras que las compañías, personas u autónomos a los que va dirigido este producto financieros tendrán la gran ventaja de que podrán cobrar su dinero antes de lo que pensaban en un principio. Con la liquidación de los cargos a cuenta en las fechas estipuladas por este documento. Para que de esta forma, haya más liquidez en su caja para destinarla a cualquier finalidad: expandir el negocio, comprar equipos o bienes materiales o incluso liquidar las deudas que tengan contraídas con su entidad de crédito. Es decir, siempre es muy favorable para sus intereses empresariales.