Depósitos con rendimientos superiores al 1%

Las mejores estrategias para aumentar el rendimiento de los depósitos

No es ningún secreto a estas alturas del nuevo ciclo económico que guardar nuestros ahorros en imposiciones a plazo no es una buena operación inversora. El rendimiento que ofrecen estos productos bancarios está bajo mínimos históricos, moviéndose en una estrecha horquilla que va del 0,20% al 0,60%, en función de los importes realizados y sus plazos. Como consecuencia de la decisión del banco central europeo de abaratar el precio del dinero. Trasladando las entidades bancarias este medida a todos sus productos de ahorro (depósitos, pagarés…).

La insatisfacción de los ahorradores es importante ante esta disminución del rendimiento, ni aun alargando los plazos de estos productos verán recompensados sus deseos de guardar sus ahorros en el banco. Es por ello que tratan de buscar urgentemente otras alternativas para mejorar sus posiciones (fondos monetarios, renta variable, bonos corporativos, etc.). Aunque en algunos casos gravados por el mayor riesgo que tienen que asumir en sus operaciones. Especialmente de las derivadas de los mercados bursátiles. 

No obstante, no lo tienen todo perdido, y a través de algunos depósitos a plazos – si cambiar de estrategia inversora – podrán mejorar sustancialmente su rentabilidad. Hasta llegar a márgenes más aceptables para sus intereses, que incluso pueden llegar hasta el 5%. A cambio tendrán que modificar sus planteamientos de ahorro, pasando por una mayor vinculación con la entidad, ampliar los plazos, contratar otros productos, o directamente decantarse por ofertas promocionales que recompensen sus aportaciones económicas a través de estos diseños destinados para el ahorro.

Aplicando estos filtros en su selección, mejorar el rendimiento de las imposiciones a plazo puede que ya no sea una misión imposible para sus titulares. Para ello, bastará con que apliquen una serie de pautas en su comportamiento, tanto con su banco, como con estos productos. Requerirá, eso sí, de un esfuerzo adicional para encontrar las mejores oportunidades de ahorro en el mercado bancario nacional.

Primera clave: fidelizarse más con su banco

Contratar otros productos con el banco ayudará a elevar los intereses

La contratación de otros productos con su entidad (tarjetas, seguros, plan de pensiones, etc.) puede conllevar que las condiciones del depósito mejoren notablemente. Generando un tipo de interés más competitivo, que suba en unas cuantas decimas los márgenes que proporcionan las entidades bancarias en estos momentos. La clave de esta estrategia consistirá en una mayor vinculación con la entidad.

Los clientes pueden aprovecharse de esta tendencia de los bancos para suscribir mejores imposiciones, y lo que es más importante, con mejores condiciones en su contratación. Y como consecuencia de esta estrategia comercial, optar por productos que pueden acercarse a una rentabilidad cercana al 1%-

Segunda clave: domiciliando la nómina

A través de esta operación bancaria se conseguirán las mejores oportunidades, que en las propuestas más agresivas puede llevar a modelos que generan un 5%. No obstante, será requisito obligatorio vincular la nómina (pensión o ingresos regulares) en el banco. Puede que sea muy exigente y la demanden por un importe superior a 2.000 euros. Incluso pueden incluir también la domiciliación de los principales recibos domésticos (luz, agua, gas, etc.) como fórmula para conseguir los objetivos.

A pesar de ello, serán unos depósitos más bien limitados. Con plazos de permanencia excesivamente cortos, y para tramos de dinero, que generalmente no sobrepasan la barrera de los 10.000 euros. Asimismo, están confeccionados sin la posibilidad de renovarlos a su vencimiento.

Tercera clave: vincularlos a otros activos financieros

Depositos vinculados a otros activos financieros

Se trata del modelo más satisfactorio para los clientes bancarios que desean obtener unos márgenes de rentabilidad más aceptables. Empleando este enfoque puede superarse la barrera del 5%, pero no sin ciertos problemas. No solamente están enfocados hacia activos del mercado bursátil, sino a otros alternativos. Entre los que destacan los mercados de materias primas, metales preciosos, o incluso el índice de referencia europeo, el conocido como Euribor.

Su mecánica se aleja un poco de los modelos tradicionales. Parten de un interés garantizado, en sintonía con los márgenes de los depósitos convencionales. Y a partir de aquí, basar todas sus expectativas de rendimiento en que los activos vinculados cumplan unos objetivos mínimos en su cotización, y que no siempre se cumplen.

Solamente de esta manera podrá lograrse los objetivos, aunque eso sí, con rendimientos más espectaculares, que en el mejor de los casos pueden llegar hasta el 10%. A cambio ofrecerán unos modelos más exigentes que quedan cristalizados bajo imposiciones con plazos de permanencia más amplios y aportaciones más elevadas.

Cuarta clave: optar por las ofertas promocionales

Cada vez es habitual que los bancos comercialicen unos productos destinados para los nuevos clientes, con los que mejorar sus condiciones de suscripción, incluso de forma espectacular en ocasiones. Se trata de las denominadas promociones para captar el dinero de otras entidades, y para los cual emplean sus mejores armas para facilitar este proceso. Los particulares que opten por estos diseños no tendrán ningún problema para recibir un rendimiento medio que se sitúa entre el 1% y 2%, incluso algo más en las propuestas más agresivas.

De nuevo la satisfacción no será completa al estar comercializados bajo ciertas limitaciones. Los plazos tan cortos, la posibilidad de no renovarlos y las exigencias de sus aportaciones serán algunas de ellas. Mientras, que por el contrario, están habilitados de una forma mayoritaria entre la oferta que presentan las entidades.

Quinta clave: ampliando los plazos de permanencia

También queda el recurso clásico de alargar sus plazos, hasta 3 o 5 años como método para recibir sus intereses de forma más expeditiva. Aunque la mejora en sus márgenes no supondrá más que unas cuantas décimas por encima de la media actual de estos productos bancarios.

Un elemento desincentivador para contratarlos bajo estas condiciones es precisamente el largo período en que no se podrá disponer de las aportaciones realizadas. Y que en algún momento dado podrán necesitarse para afrontar un pago extra, gastos no previsto, o como consecuencia de nuestras obligaciones fiscales. En cualquier caso, es una remuneración que estará garantizada durante todo el período del depósito, aunque las condiciones del mercado varíen.

Sexta clave: combinarlo con fondos de inversión

Finalmente queda como recurso optar por aquellos modelos, cada vez más frecuentes ante la poca rentabilidad de estos productos, que basan su estrategia en vincularlo a fondos de inversión para que la inversión sea más satisfactoria para sus demandantes.

Están divididos al 50% para cado uno de los modelos de inversión. Y mientras la parte correspondiente a la renta fija (depósitos) mantienen invariable sus constantes comerciales, la otra (fondos de inversión) es la que genera que la remuneración todos los años sea más generosa con los titulares de este producto.

Séptima clave: contratarlo en divisas

Contratar un depósito en otras divisas puede mejorar su rendimiento, pero también empeorarlo

Sin duda que puede ser otra opción para conseguir nuestros objetivos, aunque con el gran inconveniente que es una operación muy arriesgada, porque sus efectos pueden ser los contrarios. Pueden ser contratados en las principales monedas internacionales (franco suizo, dólar norteamericano, yen japonés, corona noruega…), pero dependiendo de sus fluctuaciones en los mercados financieros, y que no siempre beneficiarán a nuestros intereses, sino todo lo contrario.

Además, al tenerse que suscribir en otras divisas diferentes al euro habrá que asumir unas comisiones adicionales en cada operación, que limitarán notablemente los posibles beneficios que pudiesen conllevar esta clase de imposiciones tan especiales. Y que por otra parte, requerirán de un profundo conocimiento de estos mercados por parte de los depositantes. O al menos contar con el asesoramiento de profesionales de estos mercados financieros.

Las principales aportaciones de los depósitos

Si a pesar de todo, los clientes se decantan por suscribir alguno de estos productos bancarios, no solamente tendrán que fijarse en el aspecto meramente monetario de los mismos. Disponen de otras aportaciones que pueden ser realmente beneficiosas, especialmente en períodos de turbulencias financieras, o de incertidumbre económica.

Sabiendo, en cualquier caso, que cualquier subida en los tipos de interés beneficiarán su rentabilidad. Y en este sentido, cabe destacar que el precio del dinero está casi a cero, concretamente al 0,25%, y cualquier cambio en la política monetaria por parte de las autoridades económicas europeas, supondrá mayor rendimiento a estos productos.

  • Garantizan totalmente las aportaciones de los clientes a su vencimiento, y si por cualquier circunstancia quebrase el banco emisor del producto, estarían garantizados hasta 100.000 euros a través del Fondo de Garantías de Depósitos (FGD). Mientras que por el contrario en otros productos destinados para el ahorro (pagarés bancarios) no sucedería este tratamiento.
  • Ofrecen siempre un rendimiento garantizado, que se conoce desde el mismo momento en que se suscribe el producto, y no se está a expensas de las fluctuaciones de los mercados financieros. Salvo aquellos casos en que haya vinculación parcial con otros activos financieros procedentes de los mercados de renta variable.
  • No generan ningún tipo de gasto en su gestión, ni comisiones. Tan solo la habilitada por su cancelación anticipada, sea total o parcial, y que puede llegar al 0,50% sobre el coste de la operación desarrollada.
  • Se trata de un producto bancario adaptado a todos los perfiles de clientes, que no requiere de especiales conocimientos sobre su funcionamiento, y que puede ser formalizado desde un alto ejecutivo a un ama de casa. Estando exento de cualquier clase de riesgos.
  • La gran oferta que presentan las entidades bancarias hace que puedan elegirse entre muchos modelos: en especie, rentabilidad creciente, contratación online, para nuevos clientes… Y que deberán ser elegidos en función de las características que presente el cliente.
  • Un aliciente que genera en su contratación es que, debido a las nuevas estrategias comerciales de los bancos, sus intereses pueden cobrarse anticipadamente, sin tener que esperar a su vencimiento. A través de diferentes modalidades: mensual trimestral, semestral o anualmente.

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