¿Cuánto dinero es deseable invertir en bolsa?

La llegada del coronavirus ha propiciado el desplome en los precios de las acciones que cotizan en los mercados de renta variable. Al punto de que muchos valores ya cotizan con descuentos que incluso superan niveles del 50 %. Este es uno de los motivos por los cuáles algunos pequeños y medianos inversores están pensando su vuelta a estos activos financieros para rentabilizar sus ahorros a partir de estos momentos. Pero con el riesgo que conlleva esta decisión en un momento tan crucial en la historia del planeta. En especial, ante el miedo y temor de que puedan quedarse enganchados en sus posiciones en la bolsa.

Desde este planteamiento general, es muy importante que los usuarios bursátiles se planten ahora cuánto dinero es deseable invertir en bolsa. Con el objetivo de no cometer antiguos errores de los que se puedan arrepentir en tan solo unos pocos meses debido a su falta de liquidez en su cuenta de ahorro. Pues bien, en este sentido cabe resaltar que la cantidad invertida en la renta variable vendrá determinada por los ingresos que tenga cada mes, capital disponible, estado de liquidez total y no asumir problemas de endeudamiento o morosidad. De forma que quienes vayan a contratar una hipoteca o un crédito al consumo durante los próximos meses, si se decantan por esta opción, no deben de invertir más de un 20 % de su capital en el mejor de los escenarios.

Por otro lado, también es muy importante que se tenga en cuenta a partir de este preciso instante el periodo de permanencia al que van a dirigidas estas operaciones en el mundo del dinero. Es decir, si van a ser a corto, medio o largo plazo para que de esta manera sepan cual es el importe que deben formalizar estos pequeños y medianos inversores. No en vano, será sustancialmente diferente uno que dirija sus movimientos a tan solo unos meses que a diez años. Porque en efecto, requerirán de estrategias en la inversión sustancialmente diferentes en cada uno de los casos. En este sentido, la clave para no cometer errores de cálculo se basa en personalizar cada uno de los escenarios que se presenten en la inversión.

¿Cuánto dinero invertir?

Es la pregunta que se estarán haciendo en estos momentos buena parte de los pequeños y medianos inversores y que por supuesto no tiene una fácil contestación. Para ello no quedará más remedio que planificar los gastos e ingresos que tendremos en los próximos años. Pero desde un punto de vista realista y nunca basado en expectativas que no sean realizables. Porque en este último caso, los efectos pueden ser demoledores para los intereses de los usuarios bursátiles. Hasta el punto de que puede generar algún que otro problema en nuestra contabilidad personal o familiar. Así que es muy relevante que no en todos los casos será el mismo importe, como por otra parte es lógico comprender.

Al igual que el hecho de que se precisa un control mayor sobre el saldo de la cuenta de ahorro. Para evitar situaciones no deseadas que nos puedes llevar al impago de facturas, cuotas u otra clase de gastos personales. Dentro de este contexto no debe invertirse más del 25 % del dinero que se tenga depositado en esta clase de productos bancarios. Es decir, a través de operaciones más pequeñas que generarán un menor beneficio en las mismas. Para que de esta forma, las minusvalías no puedan repercutir en nuestros movimientos y pueda llegar a que se realicen unas pésimas ventas, tal y como ha pasado estos días tras la caía brutal en los mercados de renta variable en todo el mundo.

Perfiles más abiertos a la inversión

De todas formas, no todos los usuarios tienen la misma capacidad de respuesta para realizar sus inversiones de compra y venta en bolsa. Dentro de este contexto general, no cabe duda de que hay algunos grupos sociales que si se pueden permitir el lujo de arriesgar más dinero en sus inversiones basadas en la renta variable. Y que por tanto son los que se pueden beneficiar de los repuntes en estos activos financieros. Hasta el punto de que pueden destinar hasta el 40 % o 50 % de su capital en este tipo de operaciones de compra. Y que poco a poco puede ir agrandado estas posiciones a través de aportaciones adicionales. Serán lo que estén en mejor disposición para salir airosos de este nuevo escenario que presentan los mercados de renta variable.

Desde luego que hay algunos perfiles entre los pequeños y medianos inversores que cumplen con estas expectativas tan especiales. Como por ejemplo, los que vamos a mencionar a continuación. Uno de los segmentos más relevantes es el que integra a las personas que cuentan con rentas más bien elevadas y que no tienen que hacer frente a pagos de hipotecas o créditos. Es decir, los que tienen una economía doméstica saneada que le protege de esta clase de operaciones en los mercados bursátiles. Hasta el punto de que no tendrán problemas para seguir como hasta ahora e  incluso podrán aprovecharse de las oportunidades de negocio que nos ofrece este modelo en la inversión.

Inversores con elevada experiencia

Otro de los grupos sociales que puede arriesgarse con estos movimientos son los inversores que aporten una gran experiencia en este tipo de operaciones y que optan por ellas como alternativa a la baja rentabilidad que ofrecen en estos momentos los depósitos u otros productos de la renta fija. En este caso en concreto, sería una estrategia en la inversión que iría dirigida al más corto plazo para tratar de aprovechar la alta volatilidad en los mercados bursátiles y que por tanto pueden finiquitar las operaciones en cortos espacios de tiempo. Incluso a través de movimientos intradia o realizados en la misma sesión bursátil.

Mientras que por otra parte, tampoco nos podemos olvidar de otro grupo muy sensible para optar por esta clase de inversiones a partir de estos momentos. Se trata básicamente de los ahorradores que aportan un cierto poder adquisitivo que pueden hacer frente a una de estas operaciones sin que mermen sus cuentas por la mala evolución de las cotizaciones. No en vano, son los más capaces de responder de las posibles pérdidas que se puedan generar de estas operaciones en bolsa. Hasta el punto de que puede ser una opción con más riesgo que las restantes y que exige una mayor disciplina en las actuaciones por parte de los propios inversores.

Buscar un asesoramiento individual

En todos los casos, otra de las estrategias para proteger el dinero invertido en los mercados de renta variable se basa en este sistema de encarar las inversiones a partir de ahora. Porque en efecto, no puede olvidarse que los grandes y medianos ahorradores que están bajo la supervisión de un servicio de asesoramiento de inversiones son los que están en mejor disposición para encarar estos movimientos en su capital invertido en bolsa. Debido a que les garantiza una mayor protección al tomar a cabo sus decisiones, en mayor o menor nivel en función de sus propias características en su relación con el mundo del dinero.

Por último, también están los usuarios sin ningún tipo de problemas económicos: deudas, morosidad, déficit presupuestario, etc. Son más aptos para arriesgar su dinero y tratar de rentabilizarlo a partir de estos momentos con mayores garantías de éxito. Ante las oportunidades que nos ofrecen algunos valores que cotizan con descuentos entre el 30 % y 40 % y que por tanto nos puede deparar una mejora sustancial en el patrimonio personal o familiar. Hasta el punto de que pueden destinar mayores aportaciones monetarias que los restantes grupos sociales.

No endeudarse en ningún caso

Son muchos los inversores que acuden a préstamos para realizar sus operaciones de compra y venta en bolsa y, de los que disponen con frecuencia los bancos y entidades de crédito. Pero también supone un peligro innegable para las cuentas de los inversores ya que en la mayoría de los casos cuando se piden es porque falta liquidez para hacer la operación. Y, a las probables pérdidas que se puedan obtener hay que unir las comisiones que se derivan de cada operación y entre un 7 % y 10 % en los tipos de interés que aplican estos préstamos, lo que hace muy dificultosa la operación ya que los beneficios que tendrían que proporcionar la compra de acciones deberán acoger todos los gastos que conllevan: comisiones, tipos de interés, pagos fiscales, etc.

Por lo cual habría que obtener una rentabilidad de no menos del 17 % para que la inversión aportase beneficios al bolsillo del pequeño y mediano inversor. Por tanto, bajo ningún concepto hay que dirigirse a este tipo de préstamos, a no ser que se tenga la liquidez suficiente y, que por el motivo que fuese le resultase mejor acudir a esta alternativa para pagar la compra de las acciones. Por tanto, mucho cuidado con la contratación de una línea de crédito para realizar una inversión porque al final la operación puede salir muy caro y por supuesto que más de lo que creemos en un principio.


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