Créditos para la inversión: 8 claves para formalizarlos

Sino deseas deshacer posiciones en bolsa puedes contratar los créditos habilitados para estos escenarios.

Desde luego que hay muchas clases de créditos, para financiar las compras, para adquirir un vehículo, para reformar el hogar, o hasta financiar los equipos informáticos. Pero desde luego uno de los más singulares que han implantado las entidades bancarias es el que tiene como finalidad sufragar las operaciones de inversión de sus demandantes. Una nueva variante en el sector que abre muchas puertas a las personas, que como en tú caso, están en permanente contacto con los mercados bursátiles.

Este nuevo escenario para acceder a esta línea de crédito puede serte de gran utilidad para desarrollar las operaciones en los mercados financieros. Y hasta puede que gracias a ello consigas amortizar el tipo de interés que aplican a través de una excelente operación en renta variable. Por supuesto no son gratuitos, ya que se comercializan con unas comisiones en línea con las impuestas en esta clase de productos bancarios. Y a lo que se une las posibles comisiones que conlleve en sus cláusulas de contratación.

Al tratarse de una nueva modalidad crediticia, puede que al principio desconozcas en qué consiste esta línea de financiación tan especial, y especialmente a que formatos de créditos puedes acudir en estos momentos en la actual oferta bancaria. Pues bien, todavía no están comercializados de forma mayoritaria, ni mucho menos, sino que se limitan a propuestas muy puntuales que vienen realizando las entidades para satisfacer la demanda de sus clientes.

Desde esta perspectiva general, se abren mayores posibilidades para que puedas invertir en los mercados de renta variable. Con varias aplicaciones, que en cualquier caso deberás conocer por si a partir de ahora te ves obligado a demandar alguno de estos productos para la inversión. Aunque lo principal en este caso en concreto será que la operación te salga rentable. Ni más ni menos.

¿Cómo pueden utilizarse?

La utilidad de estos créditos puede tener diferentes finalidades, como podrás comprobar en este artículo. ¿Cuantas veces no has podido acceder a los mercados bursátiles por no tener la liquidez suficiente en tu cuenta corriente? Será la primera opción, aunque siempre que respaldes la formalización de esta vía de financiación. Bien porque tienes el capital invertido en esos momentos, estás a expensas de unos ingresos inesperados, o sencillamente lo tienes destinado a otras finalidades.

Estos productos bancarios conllevan que sean utilizados en dos escenarios claramente delimitados. Por un lado, para no malvender tus posiciones en los mercados. No solamente en bolsa, sino en otros diseños para la inversión (fondos, derivados, warrants, etc.). Y por otro, para aprovecharte de las benévolas condiciones de los mercados, en donde surgen auténticas oportunidades de compra con cierta regularidad. Y ante cualquier necesidad, no dispones de la suficiente liquidez como para abrir las posiciones.

No obstante, no son unos modelos muy expansivos en cuando al importe máximo que te ofrecen. Conceden hasta 30.000 euros aproximadamente. Aunque a cambio, generan unas condiciones de contratación más favorables, en donde no es necesario avales, ni otra clase de garantías. Bastará con la de los propios productos que tengas contratados, sea los que fuese, y aunque sean de diversa naturaleza.

Están comercializaos bajo uno tipos de interés que oscilan bajo una horquilla entre el 8% y 15%. Y a lo que puede sumarse las comisiones que puedan presentarse en cada modelo. Entre ellas, la de estudio, apertura y cancelación anticipada. Y que en su conjunto puede alcanzar hasta el 3% sobre el saldo dispuesto en su concesión.

Créditos que ofrecen los bancos

Se comercializan con interés medio del 10%

Puede que la oferta bancaria no sea del todo potente, tal y como quisieras. Pero al menos contarás con una herramienta muy eficaz para lograr tus objetivos. Una de las propuestas proviene de Bankia, que ha elegido para estas ocasiones el  Préstamo Inversión. Te permite destinar sus recursos para tratar de optimizar una buena operación en los mercados bursátiles. Se trata de un crédito que se rige por los cánones tradicionales, y que se caracteriza tan solo porque puedes elegir el tipo de interés, bien variable o fijo, en función de tus necesidades puntuales. Y que para disponer de una mejor amortización, te abre la posibilidad que puedas ampliar las cuotas mensuales hasta 14 veces al año.

No obstante, si lo que deseas es contratar un tipo de interés más competitivo para suavizar el endeudamiento, puedes decantarte por el Préstamo Inversión que ha desarrollado Deutsche Bank. Y devolverlo en un plazo máximo de hasta 10 años, como principales señas de identidad de este producto bancario.

No se agotan aún las posibilidades de encontrar más propuestas de estas características. Porque bajo similares condiciones en su contratación, Citibank te concede otra alternativa para lograr los recursos económicos por medio del Crédito Garantías de Inversiones. Cuya principal singularidad reside en que sus tipos de interés están ligados no a un tipo de interés variable cualquiera, sino al índice de referencia europeo, el conocido Euribor.

¿Cuándo debes realizar la operación?

Claves para mejorar su contratación

Estos créditos están habilitados para que dispongas de la suficiente liquidez como para no perderte una buena oportunidad de compra en la renta variable. No te faltarán opciones, incluso en este mismo año. Pero tampoco te obliga a realizar su contratación por mera obligación, ya que puede disparar el nivel de endeudamiento que puedas asumir en función de tus ingresos regulares. Deberás ser muy responsable para canalizar este proceso.

Para facilitarte la operación, no te quedará más remedio que asumas una serie de pautas de comportamiento para optimizar la operación. Y desde luego que no suponga una carga económica de las que tengas que arrepentirte durante los próximos meses. Te en cuenta que tendrás que devolver el importe más sus correspondientes interés, y en los plazos acordados. Y hasta puede que durante muchos años. No te olvides de estos requerimientos antes de firmar el contrato.

Primera clave: contrátalo con garantías

Desarrolla la operación siempre que esté respaldada por tus ingresos habituales, y en los casos, que por ejemplo, te impidan realizar una mala venta de las acciones con abundantes minusvalías. Solamente en este escenario tan puntual será favorable la contratación de uno de estos productos bancarios. No en vano, hasta podrás ahorrar dinero, una vez descontado el pago de los intereses y sus comisiones. En cambio, si estás en una pésima situación financiera, no será recomendable que ejecutes la solicitud, ya que podrá ahogarte el saldo bancario durante mucho tiempo.

Segunda clave: analiza todas sus condiciones

No conviene formalizarlo sin un estudio previo de todas sus características. Si puedes, deberás evitar cualquier clase de gasto adicional (comisiones, tasas, penalizaciones, etc.). Y dentro de la actual oferta bancaria, decántate por los créditos para la inversión que conlleve los intereses más competitivos del mercado, ya que te ayudará a rentabilizar la inversión. Probablemente sean muchos los euros que estén juego, y ante ello deberás pensar si es conveniente o no su aceptación.

Tercera clave: bajo una operación rentable

Si es factible que tus inversiones van a darte un excelente rendimiento durante los próximos meses es aceptable que no vendas las posiciones. Y ante cualquier oportunidad de negocio siempre podrás recurrir a esta línea de crédito tan especial que te ofrecen las entidades financieras. Para ello, tendrás que tirar de calculadora y comprobar realmente si vas a salir beneficiado de la operación, y bajo qué condiciones. En cualquier caso, la rentabilidad de la inversión tendrá que ser de dos dígitos para conseguir los objetivos, tras descontarse el desembolso de la concesión del préstamo.

Cuarta clave: no lo hagas con minusvalías

No solicites una de estas vías de financiación si estás en situación de minusvalías en tus posiciones en la renta variable. Ya que probablemente tengas que afrontar una doble fuga de gastos. Por un lado, los derivados de la concesión del crédito, y por otro de las posiciones abiertas en los mercados financieros. Y al final el desembolso será mucho más fuerte del que puedas asumir. Con unos efectos perniciosos sobre el saldo de tu cuenta corriente.

Quinta clave: busca otras alternativas

Ante la búsqueda de créditos para tus inversiones, será altamente recomendable que optes por otros recursos menos expansivos, que te requieren menos gastos. Uno de ellos puede proceder de tu propio entorno familiar, que te podrá dejar el dinero bajo unas excelentes condiciones. No es el único, sino que podrás solicitar al banco el adelanto de varias nóminas, sin intereses ni comisiones. Aunque para ello, tendrás que domiciliar el salario en la entidad. Seguramente que vinculándolo con una cuenta.

Sexta clave: no desaproveches los escenarios alcistas

Si tu inversión está canalizada bajo una tendencia claramente alcista, no será una buena solución que cierres las posiciones para dotarte de liquidez ante alguna necesidad económica. Es preferible que contrates un crédito de estas características, ya que sus gastos podrás amortizarlos con mayor éxito. Y ya tendrás tiempo para vender tus posiciones, con un precio mucho más alto que en la compra.

Séptima clave: aíslalo de otros contratos

Si te ves en la necesidad de suscribir alguna de estas vías de financiación, cerciórate que no hayas contratado otros créditos. Ya que el soporte de tu nivel de endeudamiento puede excederse de forma muy peligrosa, y hasta tengas problemas para cumplir con los plazos de amortización. Con la posibilidad que puedas incurrir en penalizaciones por impagos, que te encarecerá la demanda de este producto.

Octava clave: con importes mínimos

Y si finamente no tienes otra solución que formalizarlo, hazlo por los importe más bajos que te permita la demanda. De esta manera su devolución será más sencilla y con mayor rapidez. Incluso acortando los períodos de devolución, sin llegar a los plazos máximos en ninguna circunstancia.


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  1.   Jose dijo

    Realmente merece la pena endeudarse para invertir?