¿Cómo invertir en oro?

inversión en oro

El oro puede constituirse como una sólida alternativa para tus inversiones. No solamente puedes invertir tus ahorros en bolsa o mercados de similares características. Hay vida más allá de ellos, y uno de los mercados alternativos más representativos es el del metal amarillo. Generalmente es muy volátil, y puede generarte amplias plusvalías, al igual que pierdas mucho dinero. No en vano, es el riesgo que debes correr si deseas optar por esta inversión tan singular a partir de estos momentos.

Hace décadas, este activo financiero ejercía como valor refugio ante los periodos de inestabilidad económica, política o social. En momentos de depresión económica, era una apuesta segura  para rentabilizar el patrimonio, y además de forma muy efectiva. Las cosas han cambiado sensiblemente con el paso de los años. Y este papel que jugaba en la inversión ha desaparecido drásticamente. Incluso se rige bajo parámetros diferentes a como lo hacía en los años 80. 

Pero si a pesar de todo, sigues interesado en invertir tus aportaciones en el dorado metal, adelante, porque se te abren nuevas puertas para incrementar tu patrimonio todos los años. Pero por el contrario, deberás conocer la operativa en sus mercados financieros, como cotiza, y hasta cuales son los momentos más adecuados para tomar posiciones en este metal precioso. Cuando este escenario te quede más claro, será el momento en que deberás plantearte como formalizar las operaciones.

¿Cómo puedes invertir tus ahorros?

Si optas por este activo financiero por excelencia, deberás conocer que cuentas con muchas alternativas para formalizar tus operaciones. No una exclusivamente, sino varias y de diversa naturaleza, que serán las más adecuadas en un función del perfil de cliente que presentes como credencial. Desde la bolsa, a otros mercados alternativos, e incluso combinándolo con otros activos financieros, procedentes principalmente de la renta fija y variable.

Y hasta tendrás la oportunidad de comprar oro físico, para aprovecharte de las muchas ventajas que lleva aparejada esta contratación. No obstante, deberás saber que en estos momentos la evolución de este activo financiero no está en su mejor situación, ni mucho menos. Como consecuencia de la menor demanda del metal, su cotización en los mercados es claramente bajista, desde hace varios años.

A pesar de su tendencia actual, no son pocos los analistas financieros los que ponen de manifiesto una próxima estabilización en sus precios que podría servir como soporte, y de esta manera, emprender un cambio de tendencia que llevase al metal amarrillo hacia cotas más expansivas. Desde esta perspectiva recomiendan tomar posiciones en el metal precioso en estos niveles, aunque siempre con cierta precaución, y protegiendo adecuadamente los ahorros.

Si esta es tu idea, te proporcionamos las diferentes alternativas que tienes para invertir en este metal. Con planteamientos muy convencionales en muchos casos, pero en otros te llamará la atención por la originalidad de las propuestas. Para que llegues a la conclusión final que hay vida más allá de la renta variable tradicional.

Primera propuesta: invertir oro desde la bolsa

La bolsa de Nueva York es la preferida para invertir en oro

Puede constituirse en la solución más fácil si no eres gran experto en operar en los mercados alternativos. ¿Cómo? Pues muy sencillo, tratando de rentabilizar tu patrimonio a través de las compañías que están ligadas a la producción de este metal precioso. Su gran desventaja radica en que te tendrás que salir de nuestros mercados nacionales para comprar acciones, ya que en el mercado continuo español no hay empresas de estas características. El destino será seguramente las plazas bursátiles internacionales más activas en esta clase de operaciones: Estados Unidos y Gran Bretaña, principalmente.

De todas formas, deberás contar que estás ante unos valores muy peculiares. Son tremendamente volátiles, con unos márgenes muy amplios entre sus precios máximos y mínimos, incluso en una misma sesión bursátil. No cabe duda que te pueden ayudar a incrementar rápidamente tu patrimonio personal, pero igualmente a que lo pierdas en pocas semanas. Además, al tomar posiciones en los mercados internacionales, las comisiones se elevarán sensiblemente, encareciendo el costo final de la operación.

Segunda propuesta: a través de fondos de inversión

Si en tu caso no cuentas con la experiencia necesaria para operar con el metal amarillo, no tendrás más remedio que acudir a otros productos financieros más seguros y no tan directos. El destino de la inversión puede ser los fondos de inversión. ¿Pero de qué forma? Por medio de modelos alternativos que incluyan un posicionamiento en este activo, pero combinándolo con otros más convencionales. Entre ellos, los procedentes de la renta fija y variable, para diversificar más óptimamente tu cartera de ahorro.

De esta forma, tu exposición al oro no será tan directa, ni arriesgada, y podrás amortiguar las posibles deprecaciones que tenga por los otros componentes de la cartera de inversión. Estos fondos los puedes contratar desde tu banco de siempre, y con unas comisiones no excesivamente expansivas. Siendo, en cualquier caso, un modelo de inversión que está destinado a un plazo de permanencia a medio y largo, con posibilidades que obtengas rendimientos anuales cercanos al 10%.

Tercera propuesta: decantándote por los ETF

Otra opción que te permiten los mercados financieros para invertir en oro es suscribiendo ETF. Se trata de productos financieros que se caracterizan porque son fondos de inversión que cotizan como en la bolsa de valores, y al igual que ocurre con las acciones, pudiéndose comprar y vender a lo largo de una sesión.

Se constituyen como una de las herramientas más aconsejables para invertir en este metal precioso. Y en cualquier caso, es la manera más sencilla para invertir en este activo financiero, a través de un diseño no excesivamente complicado que reúne las características de los fondos y las acciones.

Ofrece infinidad de modelos para cumplir con tus deseos de obtener un mejor rendimiento, y que puedes también contratarlo sin salir de nuestras fronteras. Con comisiones que son más competitivas que las que se generan desde la renta variable, incluso accediendo a infinidad de ofertas bajo unos precios muy asequibles. No en vano, los inversores más experimentados optan por esta estrategia en sus deseos de obtener una rentabilidad interesante todos los años.

Cuarta propuesta: comprando oro físico

La compra de joyas como opción para invertir en oro

No hace falta que acudas a los mercados internacionales si quieres invertir tu dinero. Puedes realizar una compra física sobre estos activos, y de forma muy original. Por un lado, comprando lingotes de oro que podrás guardar, bien en tu casa, o a través de las cajas de seguridad que te ofrecerán en la mayoría de entidades bancarias. Con la esperanza que su precio se revalorice, y puedas vendarlos más tarde bajo un mejor precio.

Y por otro lado, a través de las adquisiciones en joyería (relojes, pulseras, brazaletes, anillos, etc.). Toda una tradición para mostrar el afecto a los seres más queridos. Y que en cualquier momento, podrás vender para generar un rendimiento a la compra. No obstante, esta estrategia de inversión tan especializada estará más limitada, y solamente si tienes un gran poder adquisitivo podrás formalizarla a partir de ahora.

Quinta propuesta: monedas de oro

Monedas de oro, para inversiones más modestas

La última posibilidad que te ofrecen los mercados es a través del coleccionismo, adquiriendo monedas no solamente en oro, sino también plata. Te ofrecen disfrutar de la numismática, y rentabilizar esta afición a los pocos años de haber desarrollado tu afición. Bien con ventas puntuales de estas monedas, o sencillamente a través del valor que consigas dar a tu colección. Es, en definitiva, una forma más original, y por supuesto innovadora para satisfacer este deseo personal. Sin que suponga, a diferencia de otras estrategias, un desembolso económico muy exigente. Incluso la inversión puede ser mínima.

Sexta propuesta: Invertir en oro con CFDs

En el mundo globalizado de hoy en día, existen muchas formas de invertir el dinero que hemos adquirido a lo largo de los años con trabajo y dedicación. Cabe aclarar que sin una mentalidad inversora no hay negocio posible, y es que para lograr ganancias deberás colocar tu dinero en la ya conocida bolsa de valores (bonos, fondos, acciones) o adentrarte en otros caminos más interesantes como lo son, el de las obras de arte, las joyas, el tan preciado petróleo, la plata o el oro.

Para realizar operaciones y obtener beneficios en los diferentes mercados, necesitarás un CFDs, o Contrato por Diferencias (del inglés Contract for difference). Se trata de un instrumento de inversión que vincula a dos partes que intercambian la diferencia entre el precio de entrada y de salida, a razón del número de acciones acordadas. Una de las ventajas más promocionada y que ha hecho popular a los CFDs, es que se trata de productos apalancados, por lo que, para operar en bolsa, ya que no requieren de todo el capital de la operación para accionar.

El oro es uno de los activos más interesantes de operar y los CFDs con oro son muy populares y fáciles de aprender. El oro presenta una gran volatilidad y su cotización una gran amplitud, permitiendo así, beneficios en poco tiempo. Simultáneamente, continúa siendo uno de los grandes refugios en aquellos momentos en los que la economía no se presenta muy confiable. Adquirir cuando el activo se encuentra en un nivel bajo, es una de las estrategias más empleadas en los CFDs sobre oro, lo que permite recuperar la ganancia, inmediatamente después de incrementar su valor.

Invertir en oro se ha vuelto en una excelente oportunidad de ganancias a mediano y largo plazo, ya que se trata de activos en sí mismos y no se encuentran ligados a la economía de ningún país. Los movimientos actuales del patrimonio mundial resultan cada vez más bruscos, por lo que incluir inversiones alternativas, como la del oro, podría significar el mínimo riesgo posible.

Consejos para operar con el dorado metal

Al tratarse de un modelo nada convencional, exigirá de la aplicación de unas pautas de actuación bien diferenciadas. No en vano, bajo ningún momento se regirán por los cánones habituales de la renta variable, ni tan siquiera de otros productos financieros alternativos o secundario. Para ayudarte a canalizar esta demanda con mayor éxito, te expondremos una serie de claves que te permitirán optimizar mejor sus operaciones.

Con un objetivo muy claro, y que no es otro que puedas lograr el máximo rendimiento a tus aportaciones económicas. Pero también protegiéndolas adecuadamente, porque en efecto, puedes perder mucho dinero si la inversión no se desarrolla como te esperabas de los planteamientos iniciales. Sin que en ningún momento tengas asegurado una rentabilidad, ni tan siquiera minina, que te pueda compensar el esfuerzo monetario que vas a desarrollar.

  • Tienes que seguir la cotización de este metal regularmente, y plantearte unos objetivos mínimos en sus ganancias, incluso cortando de raíz la inversión, si su evolución no es del todo positiva.
  • Deberás dirigirte a aquel modelo que mejor represente tus intereses, y según tu perfil como pequeño inversor, con una amplia gama de propuestas de toda naturaleza que tienen presente a este activo financiero.
  • No inviertas todo tu dinero disponible en esta clase de inversiones, sino tan solo un aporte máximo de hasta el 30% sobre el mismo, debido al riesgo que generan sus operaciones, con importantes comisiones al ejecutar tus órdenes de compra.
  • Trata de combinar esta inversión con otros modelos más convencionales (y seguros) para dotarte de mayor equilibrio en tu cartera de inversión, y además protegerte de los  escenarios más desfavorables en los mercados internacionales
  • Si no cuentas con la suficiente experiencia será mejor que abandones tu idea, y optes por otras ideas, que cuentes al menos con un mayor aprendizaje a través de las operaciones desarrolladas en los últimos años.
  • Y finalmente, medita que es un mercado altamente especializado que no está indicado a todos los pequeños y medianos inversores.

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